Como
ya sabéis, muchas de las entradas del blog vienen basadas en experiencias
recientes que he vivido y que me han llevado a documentarme, y la de esta
semana es un de esas entradas, basada en una experiencia reciente. Las últimas
semanas he estado un poco fastidiado de salud, nada grave, solo un resfriado,
que en sus primeros días vino acompañado de algo de fiebre, y que
posteriormente se quedó en malestar, mucosidad y algo de tos. A pesar de ello,
evitando siempre correr los días de fiebre, he seguido adelante con el plan de
entrenamientos para el Medio Maratón de Córdoba, aunque sin tener buenas
sensaciones, y es ahí donde me he hecho la pregunta y me he puesto a
documentarme sobre si se puede o no correr resfriado.
Lo
primero que leí fue sobre las cosas que pueden influir en nuestro sistema inmunológico para
que nuestras defensas estén bajas y son la mala alimentación, la falta de sueño
y los entrenamientos exigentes. Yo me he encontrado que dos de esos tres puntos están
influyendo en mí día a día, y a ello hay que añadir que el pequeñajo está resfriado,
por lo que la combinación de esos factores influye en que haya cogido un
resfriado que he tardado en curar.
La
verdad es que sobre el tema de correr resfriado hay una clara coincidencia en
todo lo que he leído, y que a mi modo de entender es de lógica, y no es otra que
si tienes fiebre está totalmente prohibido salir a correr. Si os pasa como a
mí, no os hará falta poneros el termómetro para saber que tenéis fiebre, ya que
desde luego el cuerpo os pedirá más acostaros que salir a correr, pero si no es
así, antes de lanzaros a correr poneros el termómetro y comprobar si tenéis
fiebre. Tener fiebre es síntoma de infección, por lo que el cuerpo se
encontrará en plena lucha por curar esa infección y no es conveniente que
malgastemos fuerzas entrenando.
También
inciden en que no se debería salir a correr sí, aunque no haya fiebre, tenemos
obstrucción nasal o tenemos dificultades a la hora de respirar. Es obvio que
salir a correr en esas condiciones es una auténtica locura, ya que una buena
respiración es vital para que el entrenamiento se desarrolle con normalidad.
Un
último caso en el que se recomienda no salir a correr es sí tenemos dolores
articulares o musculares. En este caso, al igual que en el anterior, entrenar
con dolores o molestias articulares puede hacer que el entrenamiento sea una
verdadera tortura, y no vamos a disfrutar ni un segundo de nuestro
entrenamiento.
Si
nuestro resfriado se encuentra con alguno de los tres síntomas mencionados, lo
mejor será olvidarnos de entrenar durante unos días y esperar a encontrarnos
en mejores condiciones físicas.
Respecto a correr resfriado se han realizado diversos estudios. Basándose en
ellos, los expertos en medicina deportiva han comprobado que es recomendable
salir a correr ante los primeros síntomas de un resfriado, ya que esto ayuda a
abrir las vías respiratorias y a expulsar la mucosidad. Pero para ello no
deberemos entrenar a intensidades altas, ya que cuanto más intenso es nuestro
entrenamiento más se debilitan nuestras defensas. En cambio, si entrenamos a
una intensidad baja o moderada, y no hacemos un entrenamiento de larga
duración, estaremos mejorando nuestro sistema inmunológico.
Los
expertos indican que será muy importante dónde se localicen o notemos los
síntomas del resfriado, es lo que en algunas páginas he leído que denominan la
prueba del cuello, y básicamente es que si los síntomas son de cuello para
arriba podemos hacer un entrenamiento suave, si las molestias son de cuello
hacia abajo, salir a entrenar no es nada conveniente.
Tras
lo leído podemos decir que salvo si tenemos fiebre, dificultades al respirar y
dolores musculares, en cualquiera de las otras situaciones o con cualquier otro
síntoma, salir a correr no está prohibido, y siempre queda a nuestra elección. Nosotros deberemos ser los que valoremos si nuestro cuerpo, a pesar de no tener
los síntomas indicados, se encuentra en condiciones de salir a correr o no. En
mi caso los días que he tenido fiebre o mayor malestar no he salido a entrenar,
y posiblemente si no me hubiese encontrado inmerso en el plan de entrenamientos
para el Medio Maratón, esa semana habría sido más precavido y me habría tomado
un descanso para intentar recuperarme del todo.
Si
como yo, aún resfriado te ves capaz de salir a entrenar aquí tienes unos
consejos que os pueden ayudar a evitar que vaya a más:
1.-
Haz tu entrenamiento a un ritmo suave y de duración corta.
2.-
Aunque no seas de los que les afecta el frío, abrígate bien y olvídate durante
unos días de salir a correr en camiseta de manga corta y pantalón corto.
3.-
Viste ropa térmica transpirable y en varias capas, cubriendo tus manos, cuello
y cabeza en caso de que la temperatura sea muy baja.
4.-
Cuando estás resfriado sientes los músculos más entumecidos y pueden estar
debilitados, por lo que más que nunca será muy importante hacer un buen
calentamiento antes de salir a correr.
5.-
La hidratación siempre es muy importante, y resfriado aún más, ya que cuando
estamos resfriados nos deshidratamos más, así que si sales a entrenar estando
resfriado no te olvides de hidratarte bien, y en mayor cantidad de lo que lo
harías en condiciones normales.
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