Yo
no sé vosotros, pero en mi caso, el frío lo llevo muy mal, y si hablamos de
agua fría, ya sea en el mar, la piscina o la ducha, no os quiero ni contar, me
cuesta horrores meterme, pero claro, ahora está de moda la recuperación con crioterapia,
y más cuando los deportistas profesionales nos muestran imágenes de cómo se
meten en piscinas de agua fría para recuperarse de un entrenamiento o de una
competición, así que, por lo que parece, hay que dejar de lado las fobias y
sumergirse en agua fría. Pero, más allá de una moda a la que los deportistas
han ayudado, ¿realmente es beneficiosa la crioterapia en la recuperación?
Imagen www.rehabtiva.com |
La
respuesta de los profesionales es sí, la crioterapia es un método muy
beneficioso para la recuperación, no solo en el caso de que estemos lesionados,
sino también en los casos que se quiera realizar una recuperación tras un duro
entrenamiento o una competición. Los profesionales han afirmado que gracias al
efecto vasoconstrictor, la crioterapia reduce la extensión del tejido por falta
de oxígeno, disminuye los edemas musculares y las inflamaciones, evita la
acumulación de ácido láctico, mejora nuestra circulación sanguínea, ayuda a
reciclar las células muertas, ayuda a regenerar las microrroturas, minimiza la
fatiga y tiene función analgésica, lo que provoca una relajación muscular.
Una
vez que conocemos los beneficios de la crioterapia, debemos conocer cómo
podemos aplicar este método a nuestra recuperación, y es que aunque nosotros,
los populares, no tengamos a mano los medios de los que disponen los
profesionales, en este caso existen formas de aplicación caseros.
-
Toallas frías. Podemos aplicarlo sobre zonas extensas de nuestro cuerpo, aunque
es un método algo incómodo ya que hay que cambiar el paño cada pocos minutos y es superficial.
-
Bolsa de hielo. Es uno de los métodos de aplicación más accesible para
nosotros, y posiblemente uno de los que más hayamos usado, aunque en mi caso
debo decir que solo lo he usado ante alguna inflamación, nunca como
recuperación. Basta con aplicar una bolsa de hielo o similar sobre la zona a
tratar durante 20 minutos, 2 o 3 veces al día. Aportan un enfriamiento más
profundo, y es importante que no se aplique directamente sobre la piel.
-
Geles fríos. Se aplica sobre la zona, y se deja actuar. El efecto frío sobre la
zona es inmediato, además de bastante relajante. Yo lo he usado gracias a que
en la meta de algunas carreras ponen dosificadores o por que lo han regalado en
la bolsa del corredor.
-
Baños en agua fría o con hielo. Es el método que más zonas va a acaparar, y es
uno de los métodos de crioterapia más utilizado. Hay distintas formas, se puede
realizar de forma directa y focalizada en una zona, pasando el chorro de agua
fría por las distintas zonas a tratar, o sumergiéndonos completamente en el
agua, ya sea fría o con hielo, durante un tiempo entre 5 y 20 minutos. La
inmersión en el agua debe hacerse de forma lenta y progresiva.
-
Baños de contraste. En este caso se alterna el baño entre agua fría y agua
caliente, evidentemente por temas de logística (salvo que tengas dos bañeras en
tu casa), en este caso es más fácil hacerlo alternando chorros de la ducha.
Si
bien nos ha quedado claro que la crioterapia es un método que nos va a ayudar
para la recuperación, al aplicarla debemos tener en cuenta que es un método que
puede ser arriesgado en caso de realizar un mal empleo, por ello siempre
debemos tener en mente que no debe producir dolor, ni enrojecimiento, ni
palidez, y que no se debe sobrepasar el tiempo de inmersión en caso de baños
en agua fría. Así mismo, es una técnica que puede tener contraindicaciones en
personas con hiper e hiposensibilidad al frío, hipertensión, insuficiencia
cardiaca, insuficiencia pulmonar y afecciones dermatológicas.
Y
para una buena y completa recuperación, recuerda que es importante:
-
Hacer enfriamiento, no acabar el entrenamiento de forma brusca.
-
Realizar ejercicios de estiramiento.
-
Descansar lo suficiente para que se dé el proceso de recuperación natural.
-
Llevar una buena alimentación e hidratación.
-
Hacerte masajes de descarga.
Y
sobre todo, ante cualquier molestia o duda, consulta a un fisioterapeuta.
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