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miércoles, 14 de diciembre de 2016

VII San Silvestre de Alcorcón

El pasado fin de semana participé en la VII edición de la San Silvestre de Alcorcón, una carrera en la que participaba por primera vez, y que me hacía bastante ilusión ya que se celebraba en la ciudad en la que vivo, y además el recorrido pasaba por zonas en las que suelo entrenar.

Preparado para tomar la salida
La carrera la organizaba la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Alcorcón y el Club de Atletismo de Alcorcón, y el precio era de 9 euros, posiblemente una de las carreras más baratas que se pueden hacer. Para la carrera había dos distancias 5 y 10 km, y dado que se realizaba sobre un circuito de 5 km, consistía en dar una o dos vueltas al circuito, dando la posibilidad al corredor de elegir una u otra distancia sobre la marcha, lo cual me parece una buena idea.

Recorrido de la carrera
Que el precio de la carrera sea tan bajo, tiene sus inconvenientes, el chip no venía pegado al dorsal, como suele pasar en la mayoría de las pruebas, ni siquiera era un chip de los que se ponen en la zapatilla y que son de usar y tirar, sino que era un chip, para mi gusto bastante grande, con cuatro agujeros que tenías que poner en la zapatilla, y que una vez terminada la prueba tenías que devolver.

Aparte del tema del chip, que entiendo que es por un tema económico, vi varios puntos a mejorar por parte de la organización:

- Liebres con tiempos. Pues a pesar de estar anunciados en la web de la carrera, no hubo. Nadie obliga a la organización a poner liebres con tiempos, pero si los anuncias creo que se deben de poner.
- El avituallamiento de los 5 km. Te encuentras con tres voluntarios sin mesa ni nada, con las botellas puestas en el suelo, metidas en la caja y algunas de esas cajas aún con el embalaje de plástico. Si les pones una mesa pueden apoyar las cajas e ir dejando las botellas listas para que la gente las vaya cogiendo, pero tal como lo hicieron dependes de las botellas que los voluntarios tengan en las manos, y de que tengas suerte que no les pilles agachándose a coger botellas, y yo no tuve esa suerte.
- El avituallamiento final. La bolsa del corredor que te dan lleva un plátano, una barrita, una botella de agua, una bebida isotónica y dos camisetas, el problema es que te dan la bolsa vacía y tienes tú que ir de voluntario en voluntario para ir montando la bolsa del corredor.
- La entrega de las camisetas. Se hace al final de la carrera, para mi tiene más lógica que se haga junto al dorsal y así das la posibilidad a la gente de que corra con la camiseta conmemorativa de la carrera. Esto supongo que lo harán así ya que la entrega de dorsales se hace el mismo día de la prueba, lo cual tampoco es muy habitual, y dan por hecho que las personas llevan ya sus camisetas puestas. También hay que ser justos y decir que te entregan dos camisetas, una conmemorativa de la carrera y otra de uno de los patrocinadores.
Con la camiseta conmemorativa
Ahora bien, ¿qué pasa si sumamos que la bolsa del corredor la entregan por partes, que la gente tiene que devolver el chip, que las camisetas las das al final de la prueba, y que la gente se entretiene en ver cómo son para elegir su talla?, pues el resultado es que una vez que cruzas la meta te encuentras con una tremenda cola de más de diez minutos, lo cual os puedo asegurar que no es nada apetecible.

El recorrido aunque tiene varias partes durillas, es un recorrido con zonas para recuperar y zonas en las que ir bastante rápido, ya que aunque dentro de los cinco kilómetros tienes tres subidas, una cortita, otra de medio kilómetro y la otra de 800 metros de larga, también tienes varias bajadas. En mi caso, como os he comentado entreno bastante por esa zona, y salvo el último kilómetro del recorrido, todo era bastante conocido para mí, y por ello tenía bastantes esperanzas de hacer una buena carrera, pero una cosa es lo que uno piense, y otra a lo que el cuerpo esté dispuesto.

Altimetría de la carrera
La carrera empezaba con la primera cuesta, la de 500 metros, una subida que poco a poco va aumentando de inclinación, siendo la parte final la más dura, después encarábamos un llano y luego una bajada no muy pronunciada. Al poco de comenzar la bajada, se encontraba el primer kilómetro, por el que pasé en 5´11”, bastante bien teniendo en cuenta la subida, y el consecuente embotellamiento inicial. Tras la bajada una recta bastante ancha en la que se podía correr bastante bien, y donde empecé a intentar acelerar el ritmo, lo cual conseguí, pasé por el kilómetro 2 en 10´06”, el ritmo de ese segundo kilómetro fue de 4´55”.

En el kilómetro 3 teníamos un primer tramo llano, para luego encarar la subida de 800 metros, en general con bastante pendiente, aunque con un pequeño tramo de 150 metros que daba algo de respiro. Esta subida la hago mucho en mis entrenamientos, aunque a un ritmo entre 5:40 min/km y 6:00 min/km, en la carrera lo hice entre 5:00 min/km y 5:35 min/km. Sin ser aún capaz de acomodar el ritmo, pero encontrándome bien llegué al kilómetro 3 en 15´18”, el ritmo de ese kilómetro fue de 5´12”.

Saludando a la familia
Acabada la subida teníamos un falso llano, que quise utilizar para recuperarme un poco, y lo hice en demasía, bajé muchísimo el ritmo y cuando empezamos la bajada me costó volver a acelerar, y aunque hasta ahí no había conseguido llevar un ritmo homogéneo, fue a partir de este momento cuando más noté que iba corriendo a tirones, los seis kilómetros siguientes era un querer y no poder constante, lo mismo aceleraba y me ponía a un ritmo bueno, que al momento, me iba acomodando y bajaba el ritmo casi sin darme cuenta, hasta que de nuevo volvía a pegar el tirón y aceleraba.

Con esa montaña rusa que se había convertido mi ritmo hice los kilómetros 4 y 5, que pasé en 20´34” y 25´37”, a un ritmo de 5´16” y 5´03” respectivamente. Lo peor de todo es que el kilómetro 5 tenía 500 metros de bajada y el resto era una recta prácticamente llana, un terreno muy propicio para haber corrido rápido, y no fui capaz de hacerlo.

Ritmo de la carrera
La segunda vuelta la empecé mentalizado de que tenía que recuperar los 37” que había hecho por encima de los 25´, para poder ser sub 50, hice un cálculo mental rápido, tenía que hacer la segunda vuelta en torno a los 24´20”, así que tenía que correr a partir de ese momento a 4:52 min/km. Por cierto, el avituallamiento de los 5 kilómetros me lo salté, cuando yo pasaba dos de los voluntarios se encontraban agachados quitando el embalaje a una de las cajas y el otro solo tenía una botella en la mano, por lo que ni me pensé en tomar una botella.

En la segunda vuelta no conseguí acelerar el ritmo de manera constante, seguí corriendo a tirones, sin terminar de encontrarme a gusto en ningún momento, por el kilómetro 6 pasé en 30´48”, lo hice en 5´11”, calcando el tiempo de la primera vuelta. Por el kilómetro 7 pasé en 35´50”, haciéndolo en 5´02”, lo que era 7” peor que la primera vuelta. Por el kilómetro 8 el tiempo era de 41´04”, el tiempo del kilómetro 5´14”, esto es 2” más que en la primera vuelta. Por el kilómetro 9 pasé en 46´15”, haciendo ese kilómetro en 5´11”, mejorando por fin en este kilómetro el tiempo de la primera vuelta en 5”.


Con el pequeñajo y su cara de bicho
En ese punto del kilómetro 9 dos cosas, se encontraba mi mujer con mi hijo y a mi paso el pequeñajo me dijo “Hola papa”, lo cual os podéis imaginar la alegría que me dio, por otro lado el crono me decía que o bien aceleraba, o me iba a ir por encima de los 51 minutos, y ese crono no lo marco desde hace más de un año, así que entre el amor propio y el subidón que me dio el saludo del pequeñajo aceleré el ritmo, y esta vez sí, aproveché esos 500 metros de bajada y 500 metros de llano, que formaban el último kilómetro y crucé la meta en 50´48”, haciendo ese kilómetro 10 en 4´33”.


Al final me quedo una sensación muy rara, durante toda la carrera me sentí incapaz de mantener un ritmo constante, había momentos que me notaba las piernas muy pesadas y no me respondían al ritmo que yo quería, que lo mismo me encontraba muy bien y las piernas respondían, no sé muy bien el motivo, no sé si es por el nuevo plan de entrenamientos, si fue por hacer la sesión de cuestas el viernes tarde, la semana loca que he tenido con tantos festivos, puentes y celebraciones, o si es una mezcla de todo, pero el caso es que una carrera a la que le tenía mucha ilusión correrla, no me dejó con un buen sabor de boca.

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