El
14 de noviembre de 2016 me inscribí en el Maratón de Madrid, con ello me
proponía hacer dos maratones en dos meses, y aunque ese día la fecha del 23 de
abril de 2017 parecía muy lejana, el día ya llegó, y ya están hechos los dos
Maratones, el de Sevilla y el de Madrid. Aún queda otro más en 2017, será el de
Valencia, pero eso será el 19 de noviembre, por lo que aún queda tiempo.
Aprovechando
que el Maratón era en Madrid, y para evitar la aglomeración de gente, el
viernes fuimos a la Feria del Corredor, espectacular, yo diría que era bastante
mejor que la de hace dos años. Recogí el dorsal y la bolsa del corredor, y aproveché
para acercarme al stand de la Behobia SS, a coger información, porque por mi
mente pasaba hacerla este año, pero inmediatamente la idea fue desechada, ya
que se celebra solo una semana antes del Maratón de Valencia.
En la feria del corredor |
El
día de la carrera, desayuno habitual, batido de plátano y copos de avena,
tostada y té, y a la estación de cercanías para desde allí dirigirme a Atocha.
Como suele ser habitual, ya desde mi parada me encontré con mucha gente que iba
a correr ese día. En el ropero me fui encontrando con algunos conocidos de
Instagram, y con ellos me dirigí hasta los cajones de salida donde nos
separamos, ya que unos iban a hacer el Medio Maratón, y otros íbamos a hacer el
Maratón.
Antes de la salida con varios Instagramers |
Antes
de la salida había hablado con Carlos para ver que ritmo tenía pensado, y me
dijo que su idea era ir a 5:15 min/km por lo menos hasta el kilómetro 30, así que
inmediatamente deseché la idea de ir a su ritmo, por lo que cuando dieron la salida,
prácticamente me despedí de él y fui a mi ritmo.
Antes de la salida con Javi (17 maratones) |
En
el PK5 primer avituallamiento, como ya recordaba de hace dos años, ese
avituallamiento es una locura, vamos juntos el Medio Maratón y el Maratón, recién
iniciada la carrera, por lo que se convierte en una locura de corredores yendo
de un lado para otro, así que decidí saltarme ese avituallamiento. Respecto al
avituallamiento Madrid tiene que aprender de Sevilla, poner las mesas
escalonadas a izquierda y derecha como hacían allí me parece una idea genial. El tiempo en el PK5
fue de 30´27”, a 6:06 min/km, un ritmo tranquilo en el que me encontraba
bastante cómodo.
Pasado el kilómetro 6, empieza un falso llano, y más o menos desde el kilómetro 8 hasta el 10 el recorrido es de bajada. En ese tramo entre el PK6 y el PK8, tomé una decisión que fue valiente, pero creo que no inteligente, y es qué me encontré otro conocido de Instagram que corría su segundo Maratón, e iba acompañado de un amigo que era su primer Maratón, hablando con ellos me dijeron que buscaban hacer el Maratón en 3 h 59´59”, es decir, bajar de cuatro horas, y como me encontraba bien y animado, me dije ¿por qué no intentarlo?, así que desde ese momento me uní a ellos, y dejé que me fuesen marcando el ritmo, olvidándome yo de ir controlando mi ritmo. En el kilómetro 10 avituallamiento de agua y de bebida isotónica, que fue lo que yo tomé, ya me había saltado el primer avituallamiento, y había que ir hidratándose. El tiempo en el PK10 fue de 57´49”, a 5:57 min/km, el ritmo entre el PK5 y el PK10 había sido de 5:29 min/km.
Los
siguientes cinco kilómetros eran de los rompepiernas, llenos de toboganes, lo
mismo ibas en llano, que te encontrabas subiendo, que bajando, que al final era
lo que más predominaba. Alrededor del PK14, nos separamos los corredores del
Medio Maratón y del Maratón, lo cual ayudaba a ir más desahogado. Por el PK15 el
tiempo fue de 1h 25´55”, a un ritmo de 5:44 min/km, lo que significaba que ese
tramo rompepiernas lo habíamos hecho a 5:38 min/km.
Pasado el PK15 nuevo avituallamiento, y momento en el que me tomé el primer gel. En ese momento nos encontrábamos ante un repecho de algo más de un kilómetro, que se dejaba notar bastante en las piernas, no era momento de apretar, ya que después volvíamos a tener terreno bastante favorable, y de nuevo bastante emblemático. Entre el PK15 y el PK20 íbamos a pasar por la Glorieta de Quevedo, Gran Vía, Plaza de Callao, Calle Preciados, Puerta del Sol, Calle Mayor, Catedral de la Almudena y Palacio Real. Pasado el PK18, ya en Gran Vía llego el avituallamiento emocional, ya que estaban mi mujer y el peque, me eché a un lado, les besé, le indiqué a mi mujer que iba bien, y a seguir para adelante, y vivir otro momento emocionante, recorrer la Calle Preciados y la Puerta del Sol con el público animando y apoyando a los corredores, esos corredores anónimos que están luchando por vencer a la distancia del Maratón. El PK20 se encuentra entre la Catedral de la Almudena y el Palacio Real, y por ahí pasamos en 1h 53´39”, a un ritmo de 5:41 min/km, lo que significaba que ya estábamos en ritmo de bajar de las cuatro horas. El tramo entre el PK15 y el PK20 lo hicimos a 5:33 min/km.
Pasado
el Palacio Real, y antes de llegar a Plaza de España, de nuevo se encontraba mi
mujer con el peque animando (ella no correrá el Maratón, pero se hace muchos
kilómetros para animarme, y eso tiene mucho mérito). Antes del punto que
marcaba el Medio Maratón, nuevo avituallamiento líquido, y también sólido, ya
que daban plátano, yo solo cogí líquido, y me tomé el segundo gel. Por el medio
Maratón pasamos en 1h 59´49”, a un ritmo de 5:41 min/km.
Desde
Plaza de España, antes del PK21, estábamos en una subida que no acababa hasta el
PK22, momento en el que nos volvíamos a encontrar con terreno favorable, una
importante bajada de cerca de dos kilómetros, que en mi caso, en vez de
ayudarme, me vino mal. Hace dos años en esa bajada me empezaron a dar punzadas
en el tobillo derecho, este año no fue el tobillo, sino la tibia izquierda, en
su parte exterior, justo por debajo de la rodilla, una molestia que me acompañó
durante toda la bajada. En esta bajada me saludó y adelantó Carlos, lo cual
para mí fue una sorpresa, ya que como os comenté anteriormente me dijo que su
idea era ir a 5:15 min/km, se ve que al final fue más comedido y fue de menos a
más.
Imagen Marathon Foto |
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