El
domingo pasado participé, en la que para mí ya es una cita obligada en el
calendario de carreras, el Medio Maratón de Madrid, una carrera a la que le
tengo mucho cariño, ya que fue en ella en la que debuté, hace ya tres años, en
la distancia de los 21.097 metros. En esta ocasión, como ya ocurriera hace dos
años, acudía a la cita como parte del plan de entrenamientos para el Maratón de
Madrid.
Respecto a la última edición, un par de cambios, para mí uno para bien y otro para mal. El año pasado fue muy criticado el cambio de denominación ya que pasaron de denominarlo Medio Maratón de Madrid a Half Maratón de Madrid, este año han corregido lo que para mí era un error, y han vuelto a la denominación de anteriores ediciones. Lo que este año ha ido a peor es la feria del corredor, en esta ocasión se ha hecho en la Galería de Cristal del Ayuntamiento de Madrid, un espacio bastante más pequeño que el de anteriores ocasiones y que además ralentizaba mucho el acceso, ya que al tratarse de un edificio oficial, había que pasar por el arco detector de metales, lo que suponía tener que hacer una importante cola de espera en la calle, para poder acceder al recinto. Una vez dentro todo muy rápido, como es habitual, primero retirabas el dorsal, y con él te dirigías a retirar la bolsa del corredor, en la cual este año he echado en falta la revista del Medio Maratón, donde además de distintos artículos, se incluían mapas del recorrido, zona de ropero, zona de salida y meta.
El
recorrido, tras la modificación del año pasado, repetía el mismo que en el 2016,
saliendo desde el Paseo del Prado, misma zona de salida que el Maratón de Madrid.
El recorrido, como siempre, duro, una primera parte, aproximadamente hasta el
kilómetro 10, donde se puede decir que estás subiendo constantemente, una
segunda parte de toboganes, con continuas bajadas y subidas, con una importante
bajada cuando pasas por el lateral del Retiro, aproximadamente kilómetro 16, un
tercer tramo, bastante duro, aunque para mí muy motivador, que va desde Atocha,
hasta la entrada al Retiro, y el tramo final que haces ya en el Retiro, hasta
que llegas a meta, donde hay que dejarse llevar por la emoción y disfrutar de
la entrada en meta.
Altimetría Medio Maratón Madrid |
En
esta carrera, volví a coincidir con mi prima y su marido, a los que hacía
tiempo que no veía, y como en anteriores ocasiones, coincidía con conocidos de
Instagram, teniendo la oportunidad de desvirtualizar a una corredora, y lo
mejor de todo, compartir la carrera con otros dos corredores, Carlos y Dani, que
conocí hace unos meses por Instagram. Para la carrera había quedado con Dani,
que se mueve en los mismos tiempos que yo, para hacer el Medio Maratón juntos,
nuestra idea era bajar de la hora y cincuenta minutos, intentando acercarnos a
la hora y cuarenta y siete minutos. Con Carlos habíamos quedado en el ropero
para saludarnos e ir juntos hasta la línea de salida, y ya se iría a su cajón,
ya que él hace el Medio Maratón en torno a la hora y treinta y cinco minutos,
algo que a día de hoy parece inalcanzable para mí.
Pero
todo lo que teníamos pensado cambió, habíamos quedado a las ocho y media en el
ropero, aunque los tres llegamos antes, mientras nos cambiamos nos pusimos a
hablar, y se nos echó la hora encima, desde el ropero había que caminar casi
un cuarto de hora hasta la zona de salida, y era el margen
de tiempo que nos quedaba, así que tocó acelerar, al final Dani y yo estábamos entrando
en nuestro cajón de salida a las nueve en punto, Carlos no pudo llegar hasta su
cajón de salida, por lo que decidió meterse con nosotros.
El
hecho de llegar justos de hora, y salir desde la parte trasera de nuestro
cajón, significó que teníamos más cerca el globo de la hora y cincuenta y cinco
minutos, que el de la hora y cincuenta minutos, que en un principio iba a ser nuestra
referencia. A eso hay que sumarle que el inicio de la carrera es duro, empiezas
en el Paseo del Prado con un falso llano en subida, y en seguida giras a la
derecha, a la calle Alcalá, donde te enfrentas a una subida corta, pero fuerte,
y además de ello, te ves un poco encerrado, y claro no es lo mismo salvar
corredores y adelantar uno solo que cuando vas tres. Resultado, los tres
primeros kilómetros fueron bastante lentos, a ritmo de 5:40 min/km, así que sin
ni siquiera hablarlo cambiamos el chip, no era día de ir a buscar tiempo, era
día de disfrutar, y eso hicimos.
Los
siguientes kilómetros mantuvimos un ritmo tranquilo, por el PK 5 pasamos en 28´05”,
a un ritmo de 5:37 min/km, a pesar de ir subiendo íbamos muy cómodos, hasta el
punto de que íbamos hablando, contando nuestras experiencias y anécdotas. A
este respecto indicaros que Dani es un apasionado del Medio Maratón, en lo que
va de año ha hecho cuatro, y en noviembre pasado cruzó el charco para hacer el
Medio Maratón de Las Vegas, aún no ha dado el salto al Maratón, pero ya tiene
el gusanillo. Carlos en cambio sí ha sido picado por el Maratón, y el
próximo 23 de abril se enfrentará por primera vez a la distancia de 42.195
metros.
Con la medalla de finisher |
Los
kilómetros iban pasando, y nosotros seguíamos disfrutando de una cómoda
carrera, en la que incluso saludábamos a otros corredores que hemos conocido por
Instagram, y también nos ocurrió una curiosa anécdota, ya que una corredora nos
adelantó, y al pasar a nuestro lado nos saludó, diciéndonos que nos conocía a
los tres de Instagram, decir que los tres llevábamos camisetas personalizadas
con nuestro nick de Instagram a la espalda.
Al
llegar a Plaza de Castilla, se acaba la constante subida, y una vez pasas la
plaza y entras en la calle Mateo Inurria se encuentra el PK 10, por ahí pasamos
en 55´07”, a un ritmo de 5:31 min/km. Esos kilómetros habíamos seguido con la
misma dinámica, disfrutar e ir charlando, pero a un ritmo ligeramente mayor, y
haciendo ya kilómetros en torno a 5´15”. Muy cerca del kilómetro 10, y como ya
es habitual en esta carrera, se encontraba mi mujer con el pequeñajo, al saber
más o menos el sitio exacto, ya iba pendiente, y aproveché para salirme de la
carrera, y darle un beso a cada uno de ellos, y es que es lo mínimo que puedo
hacer para agradecerle el apoyo, los madrugones, y los kilómetros que se hace
mi mujer para verme. Sin duda es de esas cosas que te revitalizan, yo diría que
más que un gel energético.
A
partir de ese momento y hasta el kilómetro 16 empiezan los continuos toboganes,
eso sí, con terreno más favorable que duro. En este tramo nos volvimos a
encontrar con la corredora que tras reconocernos nos saludó, y compartimos con
ella hasta el kilómetro 15, evidentemente charlando sobre anécdotas y
experiencias en carreras populares. Por el PK 15 pasamos en 1 h 20´48”, a un
ritmo de 5:23 min/km. En ese tramo ya hacíamos kilómetros por debajo de 5´10”,
y eso a pesar de los kilómetros de charla que compartimos con la otra
corredora.
Tras
pasar por la puerta de El Retiro, nos dirigimos hacía la Avenida Menéndez Pelayo, kilómetro 16 y
empezamos un terreno muy favorable, luego le seguía un tramo más llano, hasta
que encaramos la calle Alfonso XII, donde comenzaba la última subida, momento en el
que aproveché para poner a prueba las piernas y apretar el ritmo, con mis dos
compañeros siguiéndome, justo en el cruce de la calle Alfonso XII con la calle Alcalá
se encontraba el PK 20, el tiempo 1 h 45´57”, el ritmo 5:18 min/km, y lo mejor
que del 15 al 20 habíamos hecho tres kilómetros por debajo de cinco minutos.
Como
siempre, la entrada al Retiro, es muy emocionante, es un paseo triunfal, es
mucha la gente que se encuentra animando, y es muy difícil no emocionarte, en
esos momentos Carlos sacó su móvil y fue grabando y haciendo fotos, lo cual he
de decir que hizo durante diversos tramos de la carrera. La meta la cruzamos
los tres con los brazos en alto, con un tiempo oficial de 1 h 53´07”, pero lo
más importante con la alegría de haber hecho una carrera diferente, centrados
en disfrutar de cada kilómetro, y de cada momento.
El
Medio Maratón como sabéis era un entrenamiento de cara al Maratón de Madrid, y
si el día anterior me dicen que iba a hacer 1 h 53´07”, hubiese pensado que no
había tenido un buen día, y me hubiese preocupado por la forma en la que encaro
el final del plan, pero la realidad fue muy distinta, ya que fue un buen
entrenamiento, en un recorrido duro, con ritmo progresivo, yendo de menos a
más, y con una buena respuesta de las piernas en el tramo final, y sobre todo
disfrutando, que al fin y al cabo, es lo que busco de cara al Maratón de Madrid.
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