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miércoles, 25 de septiembre de 2019

XXXI Medio Maratón de Valladolid

Cuando preparo un plan para un maratón, siempre intento incluir tres semanas antes del maratón, un entrenamiento con dorsal en un medio maratón, para testear como van asimilando las piernas la carga de entrenamientos, ver como voy de ritmo y, aunque no sea 100% fiable, sacar conclusiones de cara al maratón. Y en esta ocasión el medio maratón elegido, fue el de la ciudad de Valladolid, que es justo tres semanas antes del maratón de Chicago. 

 
El Medio Maratón de Valladolid, consta de dos modalidades, una carrera de una legua, que toma la salida antes, y el medio maratón que consta de dos vueltas al circuito, más una vuelta al Campo Grande, para completar la distancia de 21,097 metros. 

La retirada del dorsal, para las personas que no eran de Valladolid, se podía retirar hasta momentos antes de la carrera, pero en mi caso, como fuimos el sábado, para hacer algo de turismo, aproveché la mañana del sábado, para retirar el dorsal y la bolsa del corredor, donde venía la camiseta. Feria del corredor como tal no había, ya que se trataba únicamente de un mostrador, donde te hacían entrega de todo. 

El recorrido, como os he comentado antes, era un circuito homologado por la RFEA, al que había que dar dos vueltas, un circuito urbano, prácticamente llano, y por zonas amplias y largas rectas, en alguna ocasión de ida y vuelta, y donde la mayor “dificultad” era un doble paso por debajo de un puente de la N-601, que suponía una bajada y una subida de bastante inclinación. 


Recorrido Medio Maratón Valladolid
A esta carrera, como he indicado anteriormente me desplacé el sábado, junto a mi mujer y el peque, para aprovechar y hacer algo de turismo, y para la carrera quedé con un compañero de Adidas Runners, que aunque vive en Madrid, es de Valladolid, y claro iba a hacer el medio maratón de su ciudad. 

Mi compañero tiene mejor ritmo que yo, pero como tiene previsto hacer el Maratón de Berlín el próximo 29 de septiembre, no tenía intención de hacer el medio maratón a un ritmo fuerte, por lo que decidió acompañarme a mí, ya que aunque él tenía en mente hacerlo a un ritmo de 5 min/km, y mi idea era de hacerlo entre 1h40´ y 1h43´, lo que suponía un ritmo entre 4:44 min/km y 4:53 min/km, lo que le suponía un nivel de “exigencia” que a él le venía bien. 


Altimetría Medio Maratón Valladolid
La salida, se hace desde una amplia avenida, pero no se hace por cajones de tiempos, lo que supone que todo el mundo lucha por ponerse delante. Nosotros no entramos en esa guerra, y no pusimos donde encontramos un hueco, y eso fue bastante retrasados, junto al globo de las dos horas. 

Una vez tomada la salida, empezamos a sufrir el hecho de salir tan retrasados, ya que nos encontramos con muchos corredores con un ritmo bastante más lento que el nuestro, eso suponía tener que correr buscando huecos para adelantar, tener que acelerar, frenar, buscar de nuevo el hueco para pasar, y así prácticamente durante todo el primer kilómetro. Menos mal, que este recorrido se hace por una amplia y larga recta que ayudaba a adelantar, pero aún así, empezamos la carrera a ritmo de 5:18 min/km. 


El segundo kilómetro nos deparaba una pequeña trampa, y es que había que cruzar el río Pisuerga, y el puente por el que lo hicimos estrechaba el recorrido, con respecto a la amplitud que teníamos anteriormente, así que tocó adecuar el ritmo al grupo. Por suerte el puente no era muy largo, y pronto se volvió a ampliar el ancho de la carrera. 

Ya en el cuarto kilómetro nos encontramos la única dificultad del recorrido, en lo que a cuestas se refiere, como he comentado anteriormente pasábamos por debajo de la N-601, lo que supuso una primera bajada, de bastante desnivel en muy pocos metros, para a continuación subir y recuperar la altimetría inicial, la carrera continuaba unos cientos de metros, hasta que hacíamos un giro de 360º, y volvíamos a hacer el recorrido anterior, en dirección contraria, de nuevo bajando y subiendo por debajo del puente. Por el PK5 pasamos con un tiempo de 25´18”, a un ritmo de 5:04 min/km. 

 
Gran parte del kilómetro seis lo hicimos en paralelo al río Pisuerga, y ya pasado el PK6, volvimos a cruzar el río, aunque en esta ocasión por un puente más amplio que el del kilómetro dos. Al final de ese puente, chute de energía, ya que se encontraba mi mujer con el peque animándonos. 

Tras una larga recta, que de nuevo iba en paralelo al río Pisuerga, pero ahora en la otra orilla, llegamos al PK7, donde giramos a la derecha, entrando en el casco antiguo de Valladolid, pasando en algunos casos por zonas adoquinadas, y junto a edificios emblemáticos de la ciudad como la iglesia de San Pablo. En esta zona el ancho de la carrera se estrechaba, pero por otro lado empezaba a haber más animación, que los kilómetros que hicimos por la otra orilla del río. 

Y de esta forma volvíamos a la salida, aunque no pasábamos exactamente por la misma zona de salida, sino por la paralela, y encarábamos la segunda vuelta. Por el PK10 pasamos con un tiempo de 48´46”, a un ritmo de 4:53 min/km. Este segundo tramo de cinco kilómetros lo hicimos en 23´28”, a un ritmo de 4:42 min/km. 

 
Como la vuelta no pasaba exactamente por la línea de salida, en la segunda vuelta los kilómetros no coincidían exactamente, es decir, el PK1 no coincidía con el PK11, el PK2 no coincidía con el PK12… Otra diferencia con respecto a la primera vuelta, es que ya no había el tapón que sufrimos en el primer kilómetro, por lo que se podía correr con mucha más fluidez. 

Las sensaciones de carrera hasta ese momento eran bastante buenas, cierto que no notaba la chispa de cuando hice el Movistar Medio Maratón de Madrid, pero sí me notaba con buen ritmo, y había llevado bastante bien el ritmo de los kilómetros cinco al diez. Comentar que había bastante humedad el día de la carrera, y en el avituallamiento del PK10 aproveché y me tomé una pastilla de sales. 


A pesar de esas buenas sensaciones, no pude evitar que se me atragantará un poco el paso por el puente de la N-601, sobre todo el segundo paso, el primero fue bien, pero tras el giro de 360º y volver a encararme, se me atascó la subida, y mi compañero se me escapó un poco, aunque un poco más adelante frenó el ritmo y yo lo aceleré, y pronto nos volvimos a juntar de nuevo. Por el PK15 pasamos con un tiempo de 1h12´57”, a un ritmo de 4:52 min/km, haciendo este tramo de cinco kilómetros en 24´11”, a un ritmo de 4:50 min/km. 

Lo que quedaba de carrera fue “raro”, por un lado empezaba a notar las piernas cargadas, pero en cambio el ritmo era bastante bueno, en ese momento agradecí llevar compañía, ya que posiblemente si hubiese ido solo, habría tendido a frenar el ritmo, pero al ir con mi compañero, no le pedí frenar el ritmo, sino que me forcé a seguir su ritmo. Por el PK20 pasamos con un tiempo de 1h36´24”, a un ritmo de 4:49 min/km, haciendo el tramo entre el PK15 y el PK20 en 23´27”, a un ritmo de 4:41 min/km. 



Ya solo nos quedaba dar la vuelta al Campo Grande para encarar la línea de meta, la cual la cruzamos con un tiempo de 1h41´32”, a un ritmo de 4:49 min/km, dentro del margen que me había marcado al iniciar la carrera. 

El Medio Maratón de Valladolid, como test de cara al Maratón de Chicago me ha dejado un buen sabor de boca, lógicamente noté las piernas cargadas, y con menos chispa que hace unos meses, pero a pesar de correrlo dentro de un plan para maratón, el tiempo ha estado cerca de mis mejores marcas, y las sensaciones en carrera han sido lo suficientemente buenas, como para ser optimistas de cara al maratón. 


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