Muchos
de los que nos tachan de “esos locos que corren”, no lo entienden ni lo
entenderán nunca, pero a mí el running, el correr, el footing, o como lo
quieras llamar me ha dado y seguro que me dará muchos momentos maravillosos.
¿Por qué digo esto?, a lo largo de la entrada os lo iré desgranando.
El
domingo di por terminada la pretemporada con la carrera Madrid corre por Madrid,
una pretemporada atípica, y en la que he de reconocer que tampoco me he exigido
mucho. Después del Maratón mentalmente acabé tan agotado, que necesitaba volver
a disfrutar de correr, los que habéis hecho un Maratón supongo que me
entenderéis, así que por ello me tomé la pretemporada con tranquilidad e intentando disfrutar de cada zancada.
Respecto
a la carrera, era la segunda vez que participaba y, más allá del resultado
final, al igual que el año pasado, me ha dejado un buen sabor de boca. La
organización de la carrera corre a cargo de MAPOMA, lo cual ya es toda una
garantía. La recogida de dorsales muy bien, te mandan un mail con tu dorsal, lo
imprimes (tal y como te indican en el mail), y cuando llegas
a recogerlo está separado por intervalos de números de dorsal lo cual hace que todo sea muy
rápido, salvo para los despistados u olvidadizos, que van sin el mail impreso, con lo que tienen que hacer una cola aparte para que les den impresa su confirmación
de dorsal, lo cual me parece muy bien, si decides no seguir las indicaciones
que te mandan por mail, los demás no tenemos que pagar con nuestro tiempo por
ello. La bolsa del corredor, es muy pobre, una bolsa, la camiseta y un sobre
pequeño de edulcorante, la verdad es que la bolsa del corredor cada vez tiene menos detalles. El precio
de la inscripción 12 €, lo que parece que va siendo un precio standard.
La
salida estaba organizada por cajones de tiempos, en mi caso iba en el cajón 3,
y como siempre te encuentras gente maleducada que llega tarde y retira la valla
para colarse, intentando hacerlo lo más adelante posible, aunque tengan que entrar a empujones. También tienes a los
que en su dorsal puedes leer cajón 6, pero que se meten en el cajón 3, y
también está la inestimable ayuda del voluntario de turno, que está en la
entrada del cajón, pero que no se molesta en comprobar el dorsal de la gente
que va entrando, con lo cual, no sé para qué colocan allí a ese voluntario. Lo
de la gente que se mete en cajones de tiempos a los que no son capaces de ir,
debo decir que nunca le he encontrado mucha lógica, vas a ir toda la carrera
estorbando y pasándote gente. Por cierto, hay otro detalle que también sigue
sorprendiéndome, y es la cantidad de gente que se pone el dorsal en la espalda.
El
recorrido de esta carrera, creo que junto al Derbi de las Aficiones, a la Met
Life (en su recorrido original, no el de este año), y por supuesto el Maratón
de Madrid, es de los más bonitos que hay, ya que recorre una gran cantidad de
puntos turísticos. Aunque este año ha perdido algo de su encanto al no poder
colocarse la meta en el Retiro, teniendo que hacerlo en el Paseo del Prado,
donde sinceramente, para mí, pierde. Aun así se sigue pasando por zonas muy
emblemáticas de la capital.
Con
este cambio en la ubicación de la meta, el final de la carrera era más suave que en anteriores ediciones,
ya que no estaba la subida desde la Plaza de Cibeles a la entrada de El Retiro,
pero aun así, la carrera seguía teniendo varias subidas importantes, como la que iba
desde la Plaza de Cibeles hasta la Plaza de Callao, y la que iba desde la Catedral de la
Almudena hasta la Plaza de Canalejas.
Antes
de tomar la salida, me encontré con dos corredores que he conocido gracias a
Instagram, y con los que compartí un rato de charla antes de la salida. Éste es uno de esos momentos
maravillosos que te da el running, que conoces gente espectacular gracias a las
redes sociales y a que compartes una afición.
Ya
en la línea de salida, me encontraba sin un plan específico, mis tres
anteriores temporadas, el tiempo que había hecho en las carreras de
pretemporada había sido 54:29 (Derbi Aficiones 2013), 55:08 (El sur por el sur
2014), y 55:39 (Madrid corre por Madrid 2015), así que teniendo como referencia
esos tiempos, la idea era correr, divertirme y dejarme llevar por las
sensaciones. Básicamente se trataba de disfrutar de la carrera y del paseo turístico por Madrid, puesto que ya habrá tiempo para correr buscando hacer buen crono.
Ya en
carrera, me encontré bastante bien, mucho mejor de lo esperado, y tras hacer un
primer kilómetro para entrar en calor, 5:26 min/km, empecé a hacer kilómetros
por debajo de los cinco minutos (km 2 – 4:49 min/km, km 3 – 4:50 min/km y km 4 –
4:53 min/km), y para mi sorpresa iba con bastantes buenas sensaciones y sin
notarme para nada forzado.
El
kilómetro 5 tenía una importante subida, desde Plaza Cibeles hasta la Plaza de
Callao, en ese tramo reduje zancada y me acomodé a un ritmo más bajo, por lo
que hice ese kilómetro en 5:09 min/km. Justo en la Plaza de Callao nos
encontramos con el avituallamiento.
A
partir de la Plaza de Callao, nos esperaban varios kilómetros donde el espacio
se estrechaba (calle Preciados, calle Arenal y calle Mayor), y se hacía más
difícil correr y mantener un ritmo, ya que dependías mucho del corredor que tuvieses
delante y de lo que tardases en poder pasarlo. Además también nos encontramos
con la segunda subida importante, la que iba desde la Catedral de la Almudena
hasta la Plaza de Canalejas. Todo eso se notó en el ritmo y en el crono, haciendo
el kilómetro 6 en 5:02 min/km, y el kilómetro 7 en 5:22 min/km.
Una
vez pasada la zona estrecha, volvíamos a la calle Alcalá, desde ahí y hasta la
meta, el espacio se ensanchaba, y era más fácil correr a tu ritmo. Poco antes
del kilómetro 8, me llevé una agradable sorpresa, me encontré con mi prima.
Sabía que iba a correr, y habíamos quedado en vernos al acabar, pero bajando la
calle Alcalá me saludó e hicimos juntos hasta pasado el kilómetro 9. En el
kilómetro 8 el ritmo fue de 4:56 min/km, y el kilómetro 9 fue el más rápido de
todos, a 4:30 min/km. El último tramo de la carrera iba desde la Glorieta de
Atocha hasta el Museo del Prado, un tramo de subida constante que ya se dejaba
notar en las piernas, aunque aun así conseguí hacerlo en 4:56 min/km. Entrando en
meta, miré por primera vez el tiempo total (hasta ese momento solo había mirado los parciales), y me llevé una grata sorpresa, ya
que no esperaba a estas alturas estar ya casi en tiempos del año. A este
respecto debo indicar que un amigo de Google +, me habló de la memoria de las
piernas y de que con poco estaría cerca de mi ritmo normal, y así fue, ya que según mi reloj GPS el crono final fue de 50:25.
Tras
cruzar la meta viví otros dos momentos maravillosos, el primero fue que un
desconocido se me acercó y me dio las gracias, ¿el motivo?, sin yo saberlo,
durante unos kilómetros le había ayudado a marcarse un ritmo con el que llegar
a meta, y la verdad que me alegró haberle servido de guía, y sobre todo el
detalle de agradecérmelo. El segundo fue que después de años me reencontré con una
buena amiga y su marido, habíamos coincidido en otras carreras pero por unas
cosas u otras no nos habíamos visto, y en esta ocasión si nos vimos. Esta
pareja es un ejemplo de que si se quiere, se puede, tienen dos niñas, y aun así
sacan tiempo para correr, y en este 2016 hasta se hicieron el Maratón de
Madrid.
El
tiempo final según la organización fue de 50:24, a un ritmo de 5:03 min/km,
puesto en la general el 2816 de 8355, por sexo el 2600 de 6286, y por categoría
el 560 de 1353.
En resumen, bonita carrera, paseo turístico por Madrid, mañana de reencuentros y como guinda, un buen crono final y muy buenas sensaciones.
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