En
la red te puedes encontrar muchas historias de esfuerzo y de sufrimiento que hacen
que los protagonistas de esas historias se conviertan en el espejo de otras
personas. Muchas de ellas nos muestran el afán de superación, el coraje y sobre
todo, que todo se puede conseguir si no escatimas esfuerzos, pero hay otras que
lamentablemente nos dan otra lección, nos muestran que muchas personas,
creyéndose más listas, toman un atajo para llegar a sus retos. El problema de
estas historias muchas veces es el ego, el conseguir estar en un punto en el
que no te habías imaginado, y tener que recurrir a trampas o mentiras para
poder mantener ese estatus logrado, o incluso mejorarlo.
Imagen: swlondoner.co.uk |
Para
muchos de nosotros Rob Young, un inglés de casi 34 años, cuyo apodo es
Marathon Man UK, es un completo desconocido, pero para otros muchos se había
convertido en una esperanza, un ejemplo a seguir por su poder de superación. El
motivo de su fama es triple, por un lado están sus logros conseguidos en
carreras de resistencia, por otro su simpatía y carisma, y por otro su infancia.
Rob Young tuvo una infancia dura, en la que convivió con un padre abusivo,
que le llegó a martillear un clavo en su pie, le tiró por las escaleras metido
en una maleta, o le hizo testigo de cómo violaba a su hermana, o de las
torturas a su madre o de la muerte de su perro. Con 8
años de edad ingresó en un orfanato, y a los 17 años ingresó en el Ejercito
Inglés, y ahí comenzó su afición por el ciclismo y en especial por el running. En el año 2014 esa afición le llevó a dejar su trabajo para dedicarse a correr a
tiempo completo, y también a dedicarse a dar charlas inspiradoras en colegios y a grupos de jóvenes, su infancia y su afán de superación era todo un ejemplo para esos jóvenes a los que daba sus charlas.
El
apodo de Marathon Man UK se lo autoimpuso después de completar el equivalente a
476 maratones en 420 días, lo que supone que cada día corría una media de 47,83
kilómetros, aunque ni existen testigos, ni datos objetivos de esta proeza.
Tampoco hay testigos ni datos objetivos de la proeza de no dormir durante 88 horas
y 17 minutos y recorrer en ese tiempo 601,49 km. A pesar de ello, esos
logros le convirtieron en un ídolo dentro de los maratonianos y ultrarunners de su país, además de llamar la atención de
varios médicos debido a su poderío físico y su destreza para correr maratones a
diario.
Imagino
que cuando ves tu cara en los periódicos de tu país, y eso viene acompañado de
dinero, de un patrocinador e incluso la publicación de un libro, el ego se
convierte en un mal compañero de viaje, e intentas un doble salto mortal sin
red, y eso es lo que intentó Marathon Man UK, solo que utilizó la red, o dicho más claramente, hizo trampas. Trató de batir el record de la Trans América, una prueba que consiste
en cruzar los EEUU de Oeste a Este, y para ello tendría que hacerlo en menos de
46 días, 8 horas y 36 minutos que era (y es) el record de Frank Giannino Jr.
Imagen: marathonmanuk.co.uk |
Para
batir el record tenía que hacer una media de 96 kilómetros durante 46 días, lo
cual posiblemente hubiese conseguido, si no llega a ser por una lesión, que tras
más de 3.200 kilómetros recorridos y 34 días después de haber comenzado, le hizo
retirarse. Pero, ¿realmente fue una lesión?, Rob Young no había medido bien
su éxito ni que su fama entre los ultrarunners y la importancia de la prueba
haría que muchas personas siguiesen su proeza, personas que pronto empezarían a
sospechar de Rob, ya que en los primeros días de la prueba con frecuencia recorrió
más de 112 kilómetros por día, e incluso había llevado ritmos de 4 minutos 20
segundos por kilómetro, y eso hizo que muchos sospechasen.
Tras
esto, una noche un corredor de Kansas decidió unirse a Rob Young y hacer unos
kilómetros con él, pero lo único que encontró fue el coche de apoyo que se
movía lentamente, y ni rastro de Marathon Man UK. Posteriormente un grupo de
ultrarunners decidieron verificar el ritmo de Rob Young en persona, fue durante
los cinco días anteriores a su retirada, en ellos no presenciaron que se
subiese al coche de apoyo, pero sí que su ritmo disminuyó mucho con respecto a
los días que había ido sin supervisión.
El
propio esponsor de Rob Young solicitó un informe a dos expertos
independientes para sacar la verdad a luz, fuese la que fuese. Tras la
investigación estos expertos realizaron un informe en el que indicaban que una
vez estudiada la cadencia de los relojes GPS utilizados, no había duda de que
durante varios tramos de la prueba había viajado sobre un vehículo. Esto confirmaba que Rob Young había hecho trampas, y supuso la retirada del patrocinio y del apoyo de los que poco tiempo antes le alababan, en definitiva, Marathón Man UK era un ídolo caído.
Este
tipo de historias sin duda no son ningún ejemplo de ética y buena conducta, son
un auténtico fraude, pero son historias que deben servir para enorgullecernos
de nosotros mismos, y es que aunque no seamos capaces de correr 47,83
kilómetros a diario, ni siquiera acercarnos a esas cifras, lo que corremos lo hacemos con nuestro sudor y esfuerzo, sin ninguna trampa, y eso para mí es la mayor recompensa.
interesante artículo.una sola trampa y ha echado por tierra todos los logros de su carrera. ?merece la pena?
ResponderEliminarYo creo que no merece la pena, no solo ha tirado por tierra su carrera, si no que ha puesto en duda todos los logros que no han tenido supervisión.
EliminarSaludos.