Lo
primero es dar las gracias por los ánimos que me habéis dado, y en especial a Jorge Gallego por los consejos que me ha dado, los tengo muy en mente y alguno ya lo he puesto en
práctica. He de decir que la mayoría habéis coincidido en una cosa, me habéis indicado que el trail
me va a transmitir sensaciones que no transmite el asfalto, que me va a
encantar la experiencia, y que puede crear adicción.
Para
lo mencionado anteriormente, disfrutar de la experiencia, estoy entrenando y
sigo leyendo artículos e intentando aprender, para intentar no cometer muchos
errores de novato, y que la experiencia sea lo más agradable posible, aún así,
estoy seguro que algunos cometeré.
Imagen: Riaza Trail Challenge |
De lo leído respecto
al material, veo que, igual que en el running de asfalto, lo principal son las
zapatillas. Y de esas lecturas he aprendido varias cosas:
1.-
Da igual si eres pronador, supinador o neutro, el terreno es tan irregular, y
tan diferente el apoyo al que se hace en el asfalto, que prácticamente es
innecesaria esa diferenciación.
2.-
No es inteligente correr con zapatillas de asfalto, que son prácticamente
lisas, por los senderos de montaña, que exigen que la zapatilla tenga un buen
agarre.
3.-
El talón debe estar protegido, pero se debe dar libertad al tobillo, por lo que
debemos huir de las zapatillas tipo botin. Respecto a la talla, en el trail running, el
pie se mueve mucho dentro de la zapatilla, por lo que es bueno que haya espacio
libre en la puntera de la zapatilla, pero sin que la zapatilla nos quede
extremadamente grande.
Hay
otro tipo de material que es común con el running de asfalto, como pueden ser
las camisetas técnicas, los cortavientos, GPS y los complementos energéticos, y
otros no tan usados en el running de asfalto, pero que sí son muy usados en el
trail running, como los sistemas de hidratación, de iluminación o las mochilas
que se adaptan al cuerpo, y donde llevaremos el material que pueda exigir la
organización, u otro material que nos interese, y que podamos echar en falta en
la montaña.
De
momento, he evitado lanzarme a lo loco a comprar material, antes de nada quiero
probar el trail, y si la experiencia es buena, ya iré haciéndome con el
material. Zapatillas tengo unas de running que tienen tacos en la suela, fue de
las primeras que me compré para correr, y tienen más kilómetros en cinta
que en asfalto, creo que para la primera experiencia pueden valer, y tengo el
cinturón de hidratación, con bolsillo para los geles, por lo que creo que para
esta primera experiencia me puede valer con este material.
Respecto
al entrenamiento, debe estar encaminado a una adaptación de nuestro cuerpo y
nuestra técnica a las nuevas condiciones del terreno, pero siendo conscientes
que esta adaptación se debe hacer con cabeza, olvidándonos de equiparar el volumen
al que estamos acostumbrados en asfalto, con el de la montaña. Lo primero es
iniciarnos por senderos irregulares, no muy técnicos, con subidas y bajadas
moderadas (a este respecto, es importante que de primeras no nos obsesionemos
con el desnivel), de manera que nuestras articulaciones inferiores se
robustezcan y nuestros ligamentos se hagan más elásticos. Una vez nos hayamos
adaptado a este tipo de senderos, podremos ir incluyendo en nuestra ruta tramos
más duros, y de peor superficie, para continuar nuestra adaptación. Más
adelante, si se da el caso de hacer carreras más largas, es cuando deberemos
trabajar la resistencia.
Dentro
del entrenamiento, no debemos dejar de lado los entrenamientos de series, o
mejor aún, de fartlek, de esta manera vamos a buscar mantener la chispa para los comunes cambios de
ritmo que se dan en la montaña, intentando hacer series o fartlek en subidas y bajadas.
Otra
parte del entrenamiento, que ya he ido realizando en el plan de entrenamientos
del Maratón, y que tiene un importante peso en los entrenamientos de montaña, es el trabajo de fortalecimiento, vamos a tener que hacer ejercicios de
fortalecimiento del tren inferior, el abdomen y los tobillos. Debemos preparar
nuestras piernas para correr por un terreno más duro y complicado, y debemos
trabajar nuestro equilibrio con ejercicios de propiocepción, trabajando la
fuerza y la estabilidad de los tobillos, y evitando la tendencia a las
torceduras. Las sentadillas, los ejercicios de multisaltos, y el uso del bosu, serán
muy importantes en el plan de entrenamiento, sin olvidarnos de los ejercicios para fortalecer la zona del core.
Y
con esto más o menos ya tengo la guía a seguir del previo a la carrera, luego
están los aspectos a tener en cuenta en la propia carrera, que ya os comentaré en la siguiente entrada.
Hola Manu!!
ResponderEliminarJajaja, te lo vas a pasar tan bien, que vas a entrar en crisis con el asfalto. Como muy bien te han indicado, es una disciplina dentro del running tan interesante, divertida y dura, que difícilmente se le dice que "no" a volver a jugar en la montaña.
Ve tranquilo, muy tranquilo a la salida. De nada nos sirve poner el motor a tope si después no podemos mantenerlo. Así que ve de menos a más y disfrutando de todo lo que te rodea.
Verás como el ir recogiendo "cadáveres" a lo largo de la prueba te da fuerzas y te motiva. ^_^
Por cierto, a diferencia del asfalto; donde pasamos volando por los avituallamientos, en la montaña se disfruta de ellos, ¡no lo olvides! ;)
¡Un abrazo!
Hola Jesús, lo que no tengo duda por todos los comentarios es que es muy diferente y muy atractivo el trail, y también he anotado ya lo de los avituallamientos, es otra cosa que me han comentado mucho, y que tendré en cuenta.
EliminarPor lo demás con calma, y a disfrutar de la experiencia.
Muchas gracias por los consejos. Un abrazo!!