El
pasado sábado llegó mi debut en un trail, y pude comprobar de primera mano lo
que muchos me habíais comentado, que era una experiencia espectacular, muy
divertida, y que me iba a gustar, y sin duda así ha sido. Pero antes de ponerme
a contar mi experiencia, quiero comentaros que si ya veía con una gran
admiración a las personas que se embarcaban a hacer maratones de montaña, o más
aún, ultras de montaña, mi admiración ha crecido aún más por esas personas que
se lanzan a esas aventuras.
El
Trail de Riaza cumplía su cuarta edición, y forma parte de un circuito de varias pruebas de trail en
distintas localidades, denominado Trail Challenge. La prueba tenía distintas distancias, 11 km +290, 20 km +929, 40 km +2089 y 60 km +3045, para mi debut yo había decidido empezar por lo “fácil”, haciendo el de 11 km con 290 metros de desnivel positivo.
La
organización, muy bien, el dorsal se podía retirar el viernes y el sábado antes
de la carrera, que fue cuando yo lo retiré, y fue prácticamente de manera
inmediata, con muy poca espera, y muy fluido. A esto ayuda tener las bolsas
preparadas, de manera que los voluntarios están a dar las bolsas en lugar de a
prepararlas, como pasó en la X Carrera Liberty. La bolsa del corredor fue una
sorpresa para bien, últimamente la bolsa del corredor parece más un buzón a la
vuelta de las vacaciones de verano, por la cantidad de propaganda que te meten,
que una bolsa del corredor con detalles y obsequios de los patrocinadores. En
este caso la bolsa del corredor llevaba la camiseta conmemorativa, una manta
térmica, una toalla, una muestra con dos tortitas de arroz, una bolsa de cereales y una muestra
de protector solar.
El mapa de mi primer trail |
Respecto
al recorrido, había de todo, algo menos de dos kilómetros transcurrían por
asfalto, algo más de un kilómetro transcurría por pista de gravilla, y el resto
transcurría por senderos con piedras, rocas, raíces, árboles… vamos, lo que
comúnmente se ha venido llamando un camino de cabras. Respecto a dureza, tiene sobre
todo tres kilómetros durillos, del Pk 1 al PK 4, en los que se sube la mayor
parte del desnivel acumulado, los siguientes kilómetros, hasta el pk 9, tienen algo
de llano y mucha bajada, en el pk 10, volvíamos a subir, y el último kilómetro
era prácticamente llano y por asfalto.
Recorrido Trail de Riaza |
En
esta carrera coincidía con mi prima, que ya tiene un año de experiencia en el mundo del trail, y por
ello iba a hacer la carrera de 20 kilómetros, pero ambos salíamos juntos, y
este hecho me ayudó a la hora de estar más relajado, ya que estuvimos hablando
tranquilamente, y esos últimos instantes antes del pistoletazo de salida, se
pasaron con menos nervios. Antes de la salida mi prima me aconsejó que si iba a
ir rápido, intentase salir lo más adelante posible, ya que en el trail hay
zonas en las que el sendero se hace muy estrecho, y tienes que ir en fila de a
uno, por lo que si delante de ti tienes gente que va despacio, estás obligado a
ir a su ritmo. Como yo para nada tenía pensado ir rápido, y mi prima tampoco,
no nos pusimos muy adelante.
El
primer kilómetro del trail es muy rápido, ya que se hacen 800 metros bajando, y
todos ellos por asfalto, aunque yo fui controlando bastante el ritmo, lo que
hizo que mucha gente me pasase. Terminado el asfalto entrabamos a un sendero que
poco a poco se iba estrechando, e inclinando hacía arriba. Ese primer kilómetro
lo hice en 5´27”.
Altimetría Trail de Riaza |
Los
tres kilómetros siguientes eran de continua subida, con un desnivel positivo de
230 metros, la mayoría de ellos por senderos estrechos en los que íbamos en
fila de a uno. En esos tramos estrechos me acordé de lo que me comentó mi prima
en la salida, ya que en muchos momentos me vi detrás de algún corredor que iba
bastante despacio, y tenía que esperar que se ensanchará un poco el sendero
para adelantarle y avanzar más rápido. Gran parte de esta subida la hice
andando pero a un ritmo alto, y en algunos momentos en los que la inclinación
no era tan fuerte corría un poco, aunque fue lo menos. En estos kilómetros
estábamos rodeados de árboles, y en alguna ocasión hasta teníamos que
agacharnos un poco para poder pasar, además de ir con cuidado por las ramas y
las piedras que había en el suelo.
En
este tramo de subida, dejé a mi prima atrás, e hice un gran tramo de la subida con
un corredor detrás de mí, que me subió mucho la moral. Al tenerle detrás le
comenté que si me echaba a un lado para dejarle que me adelantase, pero él me
dijo, que no, que yo estaba subiendo a buen ritmo, y que prefería ir detrás,
así que me iba animando por mi nombre (lo llevo en la parte de atrás de la
camiseta), me decía “vamos Manu, que estás subiendo muy bien, o “ahora
adelanta, que aquí se puede”… con él detrás coroné la subida, y en paralelo
hicimos el tramo de llano que había. Los tres kilómetros de subida los hice en
7´34” el kilómetro 2, en 8´31” el kilómetro 3, y en 7´22” el kilómetro 4.
Con mi prima en la línea de salida |
La parte más difícil, en lo que a subida se refiere, ya la habíamos pasado, ahora encarábamos un tramo más accesible, un tramo de bajada que aunque no peligroso, si había que tener cuidado con alguna que otra roca. En este tramo se notó mi poca experiencia, y mi compañero en la subida vio que mi ritmo de bajada no era tan bueno y decidió despedirse de mí, desearme suerte y comenzar a bajar más rápido. Terminada la bajada salimos a una pista de gravilla en la que nos separamos los que íbamos a hacer los 11 kilómetros de los que iban a hacer los 20 kilómetros.
Más
o menos el kilómetro siguiente transcurría por esta pista, que me recordaba
mucho a la zona del Parque Polvoranca, donde he entrenado para este trail, aunque
según avanzábamos por la pista, la gravilla iba dejando paso a piedras cada vez
más grandes y sueltas, y en alguna ocasión no pisé bien, y el tobillo se quejó
de ello. El kilómetro 5 lo hice en 5´19”, notándose el tramo de bajada, y el
kilómetro 6 en 5´26”. En
el PK 6 se encontraba el avituallamiento, donde nos daban un vaso de agua que
tenías que beberte allí mismo, depositando el vaso en los cubos de basura
habilitados. En mi caso, el agua no me la bebí, si no que me la eché por la
cabeza, ya que el calor empezaba a notarse, y además prefería beber de la
bebida isotónica que llevaba en los bidones del cinturón de hidratación.
Con mi mujer, mi gran punto de apoyo |
El
kilómetro 10 era el último antes de volver al asfalto, y para despedirnos,
teníamos una nueva subida, aunque nada que ver con la subida del inicio del
trail, de hecho hice más rápido este kilómetro, en 6´01”, que los anteriores
que habían sido en bajada. En ese momento me acordé de un consejo que me
dieron, y fue que no me extrañase si en algún tramo de bajada iba más lento que
en algún tramo de subida, como así fue.
Imagen Trail de Riaza |
Los
que me seguís, ya sabéis que para mí cada meta que cruzo es especial, haga el
tiempo que haga, todas son importantes, y esta no iba a ser menos, era mi
primer trail, y que mejor que compartirla con mi peque. Ya he cruzado un par de
metas con él en brazos, pero en esta ocasión, y dado que no había la
aglomeración que hay en una carrera de asfalto, lo hice “corriendo” de la mano
con él. Un momento inolvidable, para mi primer trail.
Al final crucé la meta en 1 h 09´28”, puesto general 87 de 263, y en mi categoría
el 62 de 122. La verdad, que muy contento con el debut, e incluso sorprendido
porque pensaba que se me iba a dar peor, de hecho hubo tramos en los que no
veía a nadie detrás de mí, y pensaba que iba el último.
Clasificación Trail de Riaza |
Comentaros, que para este debut mi desembolso en material específico ha sido cero, la diferencia con una carrera de 10 kilómetros en asfalto es que he llevado el cinturón de hidratación que en carreras de asfalto nunca lo llevo (mientras que la mayoría de la gente llevaba mochilas de hidratación), y las perneras y un gel, que en asfalto para carreras de esta distancia no llevo nunca. Las zapatillas he usado unas Adidas Marathon 10, fueron mis primeras zapatillas de running, pero hace años las dejé de lado por otras zapatillas más específicas de running, y ahora al tener la suela taqueada me han venido muy bien para mi aventura en el trail, ya que en ningún momento noté que no agarrasen o me resbalase.
En resumen, una experiencia muy buena, he disfrutado mucho, por momentos me recordó a mi infancia, cuando saltaba y corría por los alrededores del chalet que mis tíos tenían junto al río Tajo, y desde luego tengo muy claro que repetiré experiencia.
En resumen, una experiencia muy buena, he disfrutado mucho, por momentos me recordó a mi infancia, cuando saltaba y corría por los alrededores del chalet que mis tíos tenían junto al río Tajo, y desde luego tengo muy claro que repetiré experiencia.
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