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miércoles, 28 de febrero de 2018

Cómo funciona tu reloj GPS

A día de hoy, raro es el corredor que no utiliza un reloj GPS, y es que se ha convertido en una herramienta muy valiosa para nosotros, ya que con ella podemos tener información bastante precisa de la distancia recorrida, la velocidad, el ritmo, y el tiempo de entrenamiento, y es una información de gran utilidad tanto en el entrenamiento o carrera, como posteriormente, para analizar los datos, una vez los descargamos en nuestro ordenador.


En el párrafo anterior, he indicado que es una información bastante precisa pero, ¿hasta qué punto es precisa esa información?, pues la verdad que no es 100% precisa, y es que a quién no le ha pasado que ha salido a correr con un grupo y que al acabar no todos los GPS marcan la misma distancia y/o ritmo, o hacer una carrera que está homologada, y ver que al cruzar la meta, la distancia de la carrera no se corresponde con la que marca el GPS. En ese caso tengo un ejemplo muy claro, el Maratón de Valencia, carrera homologada, etiqueta Gold, y mi GPS me marcó al cruzar la meta un total de 42.770 metros, en lugar de los 42.195 metros del Maratón.

Por lo tanto, una cosa que debemos de tener muy clara, es que nuestro GPS nos va a ser de mucha ayuda, pero para nada, es un sistema de medición totalmente preciso, ya que para calcular todos los datos va a depender de la distancia, los tiempos, los obstáculos que haya entre los satélites y nosotros, y a ello debemos de añadir, que nosotros estamos en movimiento. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que va a haber distintos factores, tanto tecnológicos, como externos, que van a influir en la precisión de los datos que nos ofrezca nuestro GPS.

Ahora, voy a tratar de explicaros de manera sencilla como funciona un GPS.

El Sistema de Posicionamiento Global (GPS), es un sistema formado por una red de 24 satélites que están en órbita alrededor de la Tierra, que emiten constantemente señales de su posición exacta, junto con la señal de tiempo, estando todos los satélites sincronizados entre sí. Nuestro receptor GPS, va a localizar un mínimo de 4 satélites, de los que recibirá unas señales que decodificará y procesará, y en base a una regla de triangulación, obtendrá nuestras coordenadas. Cuando nosotros corremos, nuestro GPS está constantemente calculando nuestras coordenadas, comunicándose con los satélites más o menos cada medio segundo, por lo que nuestro GPS no reflejará nuestra carrera de manera constante, sino que tendrá registrada nuestra última coordenada, y la unirá con la nueva coordenada mediante una línea recta, calculando el tiempo que hemos tardado en recorrer esos dos puntos, así como el ritmo. Va a ser muy importante cada cuantos segundos registre el GPS nuestra posición, ya que a mayor frecuencia, mayor precisión. Según estudios, se calcula que el error de medición de un GPS es de 75 a 150 metros cada 10 kilómetros.

Otro factor que va a influir, es que al estar en constante movimiento, se puede dar el caso de que no siempre estemos conectados a los mismos satélites, pudiendo haber un momento de desconexión. En ese caso el GPS calculará la distancia que hemos corrido durante la desconexión, y a partir de ahí la velocidad y el ritmo, pero obviamente el recorrido real, y el el recorrido que el GPS calcula, que será una línea recta entre la última ubicación antes de la desconexión, y la primera tras la nueva conexión, pueden no ser iguales.

Aparte de los factores anteriores, que podríamos decir que son tecnológicos, existen otra serie de factores externos que también van a influir en la precisión de nuestro GPS. Túneles, puentes, edificios o zonas espesas de árboles, pueden llegar a bloquear la señal de los satélites, produciendo que el retorno de la señal no sea inmediato, y que el error de posicionamiento sea más alto de lo normal. Otro de los factores externos es la climatología, sobre todo los días nublados, ya que en este caso, aún en zonas abiertas, sin edificios ni árboles, la precisión del GPS se va a ver afectada. Por tanto, las condiciones de uso ideal de nuestro GPS sería en zonas sin obstáculos y con un cielo despejado, pero lamentablemente, esta situación tan idílica pocas veces se dan en nuestros entrenamientos o carreras.

Dos ejemplos más de factores que afectan a la precisión de nuestro GPS, son las prisas por empezar, y las curvas de un recorrido. En el primer caso, se debe a que una vez nuestro GPS nos da la señal de que tiene la localización, empezamos a correr, y el error de precisión muchas veces viene dado porque aunque el GPS nos avise de que ya tiene señal, esto no quiere decir que sea constante y buena, por lo que siempre es recomendable esperar unos segundos tras el aviso. El segundo caso es muy curioso, y es que la precisión llega a depender de la muñeca en la que llevemos el GPS, y es que si llevamos el GPS en la muñeca izquierda y la mayoría de curvas son hacía la izquierda, obtendremos una mayor precisión que si la mayoría de curvas son a la derecha, y al contrario, ya que el GPS queda en el exterior de la curva, haciendo un mayor recorrido.

Así pues, nuestro GPS no es infalible, la información que nos da no es 100% precisa, ya que hay diferentes factores, tanto tecnológicos como externos, que hacen que afecten a la precisión del mismo.

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