El pasado martes tuve la
posibilidad de ir a un evento que organizaron New Balance y New York Road
Runners, en el que nos dieron una charla sobre distintos puntos del Maratón de
Nueva York y de su recorrido. Este hecho, junto con un viaje a mitad de semana
a Palma de Mallorca, ha supuesto que la semana de entrenamientos se haya
concentrado en cuatro días, lo que ha supuesto una importante carga.
En lo que respecta al evento,
la charla que nos dieron fue bastante interesante, ya que nos fueron explicando
el paso del Maratón a través de los cinco distritos (Staten Island, Brooklyn,
Queens, Bronx y Manhattan), nos hicieron mucho hincapié en que se trata de un
Maratón duro, bastante rompepiernas, un Maratón donde en la salida tienes mucho
más que perder que ganar, y es que cruzar el puente Verrazano supone un
importante castigo para las piernas nada más comenzar a recorrer los 42.195
metros que nos separan de Central Park.
Brooklyn quizá sea la zona más
“suave” del Maratón, donde podemos correr más alegremente, pero sin volvernos
locos, ya que aún quedan muchos kilómetros por delante, y dos zonas duras, La
primera, el puente de Queensboro, que conecta los distritos de Queens y
Manhattan, un nuevo puente que se deja notar en las piernas y que además
psicológicamente es duro, ya que nos indicaron que en un Maratón donde la
animación es permanente, en ese punto pasa a ser cero, y solo se escucha las
pisadas de los corredores. La segunda zona dura es cuando se pasa del Bronx a
Manhattan, ya que se hace por la famosa Quinta Avenida, y con un importante
desnivel, en ese momento, cerca ya del kilómetro 34, las piernas van muy
castigadas, y cualquier desnivel supone un importante muro.
En torno al kilómetro 37 se
entra por primera vez en Central Park, aún quedan 5 kilómetros, pero ya se ve,
y se siente muy cerca la meta. La segunda vez que se entra en Central Park, es
en Columbus Circle, ya muy cerca del kilómetro 42, por lo que en ese momento ya
solo cabe emocionarse y disfrutar de los últimos metros.
Estando ya tan cerca del
Maratón, y siendo la última semana de carga, no he querido perder ningún
entrenamiento, y dado que el lunes siempre descanso de correr, el martes tuve
el evento, y el miércoles volví de Palma cerca de las 10 de la noche, solo tuve
jueves, viernes, sábado y domingo para hacer las tres sesiones.
Por cierto, para el Maratón de Nueva York, quería lucir una camiseta especial, hablé con una empresa que hace camisetas, les trasladé las ideas que tenía en mente, y el sábado recibimos las camisetas, una para mí, y otra para mi mujer, y ese mismo sábado la estrené, para probarla antes del día del Maratón.
Y ahora paso a contaros los
entrenamientos de esta semana.
Día
1.4- 24´ calentamiento, más 5 x 2000 a 10´30” y 9´40”, y 15´enfriamiento.
Sesión de series, y dado que la
semana pasada la perdí, no quería que esta semana me pasase lo mismo. Con un
clima bastante desagradable, ya que había llovizna, realicé esta sesión, que
como suele ser habitual, hace que me encuentre muy bien cuando la acabo, pero
que antes, siempre me da mucho respeto.
Los ritmos salieron mejor que
los del plan, por lo que seguimos avanzando, sumando kilómetros, y manteniendo
las piernas con chispa.
En casa sesión de
estiramientos.
Día
2.4- 75´ a ritmo entre 5´55” y 5´25”, fortalecimiento y dos rectas de 50
metros.
La segunda sesión tocó el
sábado, como al día siguiente tenía previsto la sesión de fondo, en un
principio salí con la idea de no cargarme mucho, y hacer en torno a 10
kilómetros, al final no fue así, hice una sesión de rodaje con cuestas, y acabé
haciendo algo más de 12 kilómteros.
En casa, sesión de
estiramientos.
Día
3.4- 105´de ritmo progresivo, 55´de 6´a 5´45”, 30´de 5´45” a 5´30” y 20´de 5´30” a
5´15”.
Sesión de fondo progresiva, que
empecé muy bien, y que acabé bastante cansado, notando mucho las sesiones de
los días anteriores, lo que hizo, que aunque en los dos primeros intervalos si
estuviese en los ritmos progresivos, en el tercero no estuviese dentro, aunque por
poco, pero no me vi capaz de alcanzar el ritmo rápido de 5´15”, y lo peor de
todo, es que empecé a notar unas pequeñas molestias en la parte alta de la
pierna derecha, por encima de la ingle, casi en la cadera.
En casa sesión de estiramientos
y foam roller.
A dos semanas, y después de tantos meses, me empiezo a
notar cansado de correr con plan, por lo que para estas sesiones que quedan,
estoy pensando en cumplir con los entrenamientos, pero intentando liberarme de
los ritmos, dejarme llevar por sensaciones, e intentar disfrutar de correr, el
trabajo ya está hecho, y quiero llegar a Nueva York con la mente lo más
descansada y relajada posible.
Por otro lado, espero que las
molestias que sentí en la sesión de fondo, solo fuesen por la carga de esta
semana, de hacer tres entrenamientos en cuatro días, y que no vuelvan a
aparecer.
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