Hace unas semanas
un corredor que conozco gracias a Instagram, con una filosofía muy parecida a
la mía, en cuanto a cómo tomarnos el running, me comentó que leyese sobre la fórmula
180 del Dr. Phil Maffetone, que era un método de entrenamiento que él
utilizaba, y que le estaba reportando muchos beneficios en el presente, y
también de cara al futuro, para correr mejor, y lesionarse menos. Y como todo
lo que sea aprender más sobre el running me llama la atención, me puse a buscar
artículos relacionados con el tema, y aquí os traigo lo que he aprendido.
Lo primero es
presentaros al Dr. Phil Maffetone. Es un conocido entrenador deportivo (entre
otros ha entrenado al seis veces ganador del Ironman de Hawai), además es educador,
investigador, médico y autor de “El gran libro del entrenamiento y las carreras
de resistencia”.
Como la mayoría ya sabemos, nuestro cuerpo usa como combustible los hidratos de carbono y las
grasas, los primeros son de más rápida disposición, pero por el contrario
las reservas son limitadas, mientras que las grasas son una fuente de energía
casi ilimitada, aunque de más lenta disposición. Así mismo, hay un pensamiento
generalizado de que para ganar velocidad hay que hacer entrenamiento
anaeróbico, pero el Dr. Phil Maffetone va en contra de esa teoría con la idea
de que desarrollar una buena base aeróbica antes de trabajar la intensidad
permitirá mejorar la velocidad sin el desgaste del entrenamiento intenso.
Cuanto mayor es
la distancia que corremos, mayor es la importancia del sistema aeróbico, y la
energía que necesitamos para movernos, por lo que la fórmula 180 es un método
que busca aumentar la eficiencia de nuestro cuerpo al usar grasas en lugar de
glucógeno como combustible.
Según estudios,
no solo en distancias como el medio maratón y el maratón, es importante el
sistema aeróbico, ya que incluso en los 10 kilómetros, el aporte del sistema
aeróbico es del 90%, por lo que este método busca principalmente entrenar a
nuestro cuerpo a utilizar las grasas como combustible, en lugar de los
carbohidratos.
La fórmula 180
busca encontrar el ritmo cardíaco máximo del entrenamiento aeróbico, con la
finalidad de correr más rápido, a niveles de frecuencia cardíaca bajos. Además
este método de entrenamiento va a hacer que al correr a intensidades bajas,
nuestro cuerpo sufra menos estrés, evitando las lesiones por fatiga.
Y ahora, ¿en qué
consiste la fórmula 180?, lo primero es que hay que entrenar con pulsómetro, ya
que necesitaremos medir las pulsaciones durante el entrenamiento. Lo siguiente
es hacer unos simples cálculos, y en función de varias opciones, obtener el
ritmo cardíaco máximo de entrenamiento.
Para hacer ese
cálculo, partimos del valor 180, al que le restaremos nuestra edad, en mi caso
45 años. 180 – 45 = 135, y a ese valor, le aplicaremos un ajuste en función de
los siguientes puntos:
1.- Si se padece
una enfermedad grave, o estamos convalecientes de una operación o tomamos
medicación de forma regular, lo ajustamos restándole 10.
2.-Si estamos
lesionados, nuestros resultados empeoran, somos propensos a la gripe, o tenemos
alergia o asma, o estamos volviendo a entrenar, se ajusta restándole 5.
3.- Si entrenamos
de forma regular al menos cuatro veces por semana al menos durante dos años,
sin sufrir ningún tipo de problema, no se hace ningún ajuste.
4.- Si llevamos
entrenando más de dos años, sin ningún tipo de problema, y además nuestros
tiempos han mejorado y no nos hemos lesionado, el ajuste sería sumando 5.
En caso de no ser
capaces de ajustarnos a ningún punto, Dr. Phil Maffetone indica que se
seleccione el grupo de menor frecuencia, es decir, el uno.
El valor que
obtenemos va a ser la frecuencia cardíaca máxima durante todo el entrenamiento,
pudiendo correr hasta 10 pulsaciones menos, pero nunca más. De esta forma
lograremos que nuestro cuerpo sea más eficiente al utilizar las grasas como
combustible.
Como ejemplo os
pongo mi caso, mi edad es 45 años, y me encuentro en el caso 2, ya que tengo
alergia y asma, así pues, el cálculo sería:
180 – 45 = 135, y
ajustamos según el punto 2, por lo que sería 135 – 5 = 130 pulsaciones por
minuto de FCM en todos los entrenamientos.
Es un
entrenamiento tremendamente aeróbico, que creará una buena base aeróbica, el
hándicap de esta fórmula, es que para entrenar a estas pulsaciones bajas,
tendremos que entrenar a un ritmo demasiado lento hasta que nuestro cuerpo se
acostumbre. Con el tiempo, el Dr. Phil Maffetone, indica que lograremos que el
cuerpo se adapte y podamos correr más rápido, manteniendo las pulsaciones bajas.
Para comprobar la
mejora, podemos hacer un test mensual, que consistiría en calentar hasta llegar
a nuestras pulsaciones obtenidas según la fórmula 180, y recorrer 5 kilómetros
manteniendo las pulsaciones. Anotamos el tiempo empleado, y repetimos el test
un mes después para evaluar la mejora.
Por último,
indicar que esta fórmula no se aplica a menores de 16 años, los cuales deberán
tener en cuenta una frecuencia cardíaca máxima en sus entrenamientos de 165, ni
para mayores de 65 años, los cuales deberán ajustar la fórmula 180 sumándole
hasta 10 pulsaciones, en función de su estado de salud y forma.
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