Hace unos días una seguidora de Google+ me preguntaba por
una estadística que había leído sobre el menor riesgo de lesión entre los
corredores que van descalzos y los que usan zapatillas. Le comenté lo que decía
mi profesor de estadística de la universidad, “la estadística es una ciencia
muy mentirosa, ya que si dos amigos van a una heladería, y uno se toma dos
helados y el otro ninguno, por estadística cada uno ha tomado un helado, pero
la realidad es muy distinta…” Para hacer un verdadero estudio, habría que tomar
a un mismo número de personas, que corran un mismo número de kilómetros, en un
mismo espacio de tiempo y superficie, y aun así, entraría en juego el físico de
cada uno, con lo que el estudio no sería aplicable a cada persona.
Dejando de lado la estadística, debo decir que me pudo la
curiosidad y en los días siguientes estuve leyendo en relación a correr
descalzo, para intentar sacar una serie de argumentos con los pros y los contras, y
compartirlos con vosotros en el blog. Argumentos en los que he intentado ser objetivo,
algo que después de lo que he leído en estos días es difícil ya que parece que
o estás a favor de correr descalzo o en contra, pero no hay un término medio. Respecto a correr descalzo, indicar que yo pocas veces lo hago, en alguna
ocasión en la playa, y en alguna ocasión en césped, pero nada más, no he
probado otras superficies.
Una de las primeras conclusiones es que he visto que hay tres tipos
diferentes de personas que corren descalzos. Los que corren descalzos porque han escuchado que te
lesionas menos, los que corren descalzos siguiendo una moda, y los que corren
descalzos porque piensan que el pie está diseñado para correr descalzo, se han
aficionado a ello, y podríamos llamarlos los naturistas del running.
Los partidarios y los detractores de correr descalzos,
tienen distintos argumentos en los que se basan para defender o atacar al
correr descalzo, entre esos argumentos tenemos:
1.- Si corres descalzo, te lesionas menos. Ese es uno de
los argumentos que más he leído a favor de correr descalzo. Según indican sus partidarios
correr con calzado aumenta el riesgo de torceduras de tobillo, al perder la
percepción de la posición del pie. Un estudio del biólogo Daniel Lieberman de
la Universidad de Harvard, indica que al correr descalzo se cambia la pisada, ya
que el pie cuando da la zancada no se asienta en el talón, lo hace en la parte
delantera o intermedia del pie, por lo que se reduce el impacto contra el
suelo, y su transferencia hacia los músculos y las articulaciones, reduciendo
el riesgo de fascitis plantar y otras lesiones, así como haciendo innecesaria
la amortiguación de las zapatillas. Pero este estudio también indica que se
necesitan más estudios que prueben que correr de esta forma provoca menos
lesiones que si lo haces con calzado. También desde el Departamento de Ciencias
Anatómicas de la Universidad Stony Brook, se indica que no existen evidencias
de que correr descalzo prevenga las lesiones. Así pues la Ciencia, ni da ni
quita la razón a los que ven beneficioso para las lesiones correr descalzo. Por
otro lado, otros expertos indican que correr descalzo puede generar cortaduras,
quemaduras, infecciones, fascitis plantar, necrosis avascular, etc.
2.- Correr descalzo supone la liberación del pie. Los
partidarios de correr descalzos indican que dentro de la zapatilla el pie está
encerrado y pierde su movilidad y sensibilidad, indicando que el pie es una de
las partes más sensibles de nuestro cuerpo. Este argumento es un arma de doble
filo, ya que esa sensibilidad del pie hace que no esté preparado para el
asfalto, los cristales, y otros materiales punzantes que pueden dañar nuestros
pies descalzos.
3.- Pisar una piedra no te matará. La preocupación por las
heridas, el daño producido por las superficies, la temperatura, y las lesiones
hasta que te adaptes, es menor que los beneficios que obtendremos por correr
descalzos, dicen los partidarios de esta modalidad. A este argumento indicar
que, y esto es una opinión personal, para mi correr descalzo sobre piedras,
esquivando cristales, o quemándome con el asfalto, puede que no me mate, pero sin duda, no creo que sea algo
muy agradable.
4.- Ha habido corredores de élite que competían descalzos.
Correr descalzo no va en contra de hacer buenos tiempos, ha habido deportistas
de élite que han corrido descalzos, e incluso Abebe Bikila fue campeón olímpico
corriendo descalzo. Según indica el podólogo José Antonio Guarnido, en un
artículo de foroatletismo, Abebe Bikila había vivido descalzo durante 20 años,
por lo que su pie presentaba un dedo de piel, grasa y tejido fibroso, ya que su
cuerpo se había adaptado a caminar descalzo por caminos de tierra y piedra. Sin
duda, cualquier persona que me esté leyendo en estos momentos ha vivido calzada
desde su nacimiento hasta el día de hoy, por lo que carecemos de ese tejido
graso que protege al pie de las agresiones del exterior. Indicar que Abebe
Bikila fue dos veces campeón olímpico de Maratón, en Roma 1960, descalzo y con
un tiempo de 2 horas 15 minutos 16 segundos, y en Tokio 1964, con zapatillas y
con un tiempo de 2 horas 12 minutos 11 segundos.
5.- La pronación. Al respecto de este punto las dos
versiones no pueden ser más dispares. Por un lado los partidarios de correr
descalzo, indican que la pronación es un movimiento natural que ayuda a atenuar
el impacto. Por otro lado, los detractores indican que al correr descalzo el
pie no tiene ninguna contención de la pronación, que es un movimiento
antinatural, y que puede provocar que un pronador que corra descalzo tenga una
lesión de ligamentos de la rodilla así como de menisco.
6.- Correr descalzo te ayuda a escuchar a tu cuerpo. El
dolor te enseña lo que haces mal, y corriendo descalzo aprendes a corregir las
malas posturas que te producen el dolor. En este punto no puedo estar más en
desacuerdo, ya lo indique en la entrada Los pecados de todos los runners... o de casi todos, no soy partidario del “No pain,
no gain”, si tienes molestias o dolores, lo más conveniente es parar,
recuperarte y si el dolor persiste visitar a un profesional. Querer eliminar un
dolor corrigiendo la postura, sin saber si esa es la solución, puede que
termine agravando el problema.
7.- Los fisios y los podólogos no entienden de correr
descalzos. Los partidarios indican que los profesionales solo tratan a personas
que van calzadas, por lo que la solución siempre es adaptar sus calzados a sus
pies, en muchos casos incluso con plantillas correctoras, nunca ven una
solución en que sus pacientes se quiten las zapatillas y en que sea el propio
cuerpo quien con naturalidad corrija la postura. Desde un punto de vista médico,
correr descalzo para evitar unas molestias, puede llevar en un número
importante de casos a otras lesiones que corriendo calzado no se tendrían.
Hay muchos más puntos a favor y en contra de correr
descalzo, pero estos me han parecido lo más interesantes para tener un pequeño
conocimiento y poder extraer opiniones. En mi caso, como ya dije anteriormente,
solo he probado a correr descalzo en jardines y en la playa, y no me llama la
atención probar en otras superficies, aunque tampoco soy un detractor de la opción
correr descalzo, es más, en mi opinión, veo mejor correr descalzo que con
calzado minimalista o con algunas de las zapatillas que usan algunos runner
novatos.
Lo que si veo muy claro, es que no podemos lanzarnos de un
día para otro a correr descalzo, hay que tener un periodo de adaptación, ya que
nuestros pies no son como los de nuestros antepasados, y necesitan de una
correcta adaptación. Como siempre digo, se coherente, no te dejes llevar por
las modas, y aunque los partidarios de correr descalzos no confíen mucho en la
opinión de los podólogos y los fisios, nunca está de más consultar a un
profesional antes de lanzarte a la aventura.
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