Y llegó el día del Medio Maratón, ese para el que
me había estado preparando durante ocho semanas, semanas que empezaron con muy
buenas sensaciones, sensaciones que por motivos de salud que ya os fui contando, según
se acercaba la fecha fueron cambiado a malas, pero que retornaron a buenas. La
sinusitis desde el 24 de marzo no volvió a aparecer, y gracias al antibiótico
la mucosidad desapareció, así que afronté la última semana al 100%. Esa
semana como es habitual hice acopio de hidratos, y prácticamente a diario comía
pasta o arroz, también hice dos salidas a un ritmo bastante suave, para
mantener las piernas activas, y el sábado sesión de relax en las termas y el
spa del gimnasio. El domingo un buen madrugón, a las seis y media estaba
sonando el despertador, un desayuno ligero y que es el habitual cuando corro,
(batido de plátano y chocolate, té verde y tostada), y a coger el cercanías.
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Charly, José, David y yo |
Pero antes de entrar en el detalle de la carrera,
como siempre comentaros mi opinión sobre la organización, la bolsa del corredor
y el recorrido.
Es un Medio Maratón con mucha experiencia, y de
bastante prestigio tanto nacional como internacional, por lo que a la
organización pocos puntos negativos se le pueden poner, aunque he de reconocer
que hay una cosa que no me ha gustado este año, y es el cambio de nombre. Entiendo que quieran hacerse más internacionales, pero el cambio de Medio
Maratón Villa de Madrid a Half Maratón Madrid, pues qué queréis que os diga, no
me gusta, pero bueno, no es que sea muy importante más allá del
sentimentalismo. También en la camiseta ha habido cambios, ya que este año han
hecho dos colores, gris para hombres, naranja/rosa para mujeres, y además el
símbolo del Medio Maratón ha quedado relegado a una esquina, tomando
protagonismo en la camiseta la frase “WANT IT MORE”. Tampoco me gusta mucho ese
detalle, pero al igual que el tema del nombre, más por lo sentimental.
La feria del corredor bastante completa y bien organizada, primero retirabas tu dorsal y luego la camiseta y la bolsa del
corredor, en ella te incluían la revista del Medio Maratón, con distintos
artículos y mapas del recorrido, zona de salida y meta, y en este caso, como
regalos un zumo Don Simón, unos calcetines, unas semillas de quinoa y una caja de vitaminas. El tema de
la camiseta, como es habitual en la mayoría de las carreras, da igual lo que
hayas puesto al inscribirte, que allí elijes la talla, qué diferente al Medio
Maratón de Córdoba, donde con tu dorsal ya te tenían preparada tu talla de
camiseta. Por cierto, aprovechando que estaba el stand del Maratón de Sevilla, ya estuve pidiendo información para el del 2017. Creo que estoy un poco loco, aún no he empezado a preparar el Maratón de San Francisco, y ya estoy pensando en el de Sevilla...
Respecto al recorrido, este año había un par de
variaciones respecto al año pasado, la primera era que no salíamos como el año
pasado desde la calle Alcalá, sino que lo hacíamos unos metros más abajo, desde
el Paseo del Prado. La segunda variación era que este año hacíamos toda la calle
Príncipe de Vergara, mientras que el año pasado el recorrido en ese tramo iba
serpenteando. Estos cambios no variaban la dureza del recorrido, sigue habiendo
una primera parte donde la subida es prácticamente constante, y donde pasas de
los 648 metros de altitud a los 747 metros de altitud cerca del kilómetro 10,
desde ese momento y hasta poco más del kilómetro 18 se empieza a descender,
hasta los 644 metros de altitud, aunque no es una bajada constante, ya que
tiene varias subidas, desde ahí, hasta casi el kilómetro 21 está lo que para mí
es la parte más dura, ya que vuelves a subir hasta los 685 metros, para ya
afrontar el tramo final con un recorrido favorable hasta la meta en el que
desciendes hasta los 673 metros de altitud. Lo que supone una diferencia de
altitud entre la salida y la meta de 25 metros.
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Altimetría del Medio Maratón |
En esta carrera coincidía con muchos “conocidos
virtuales” de Google + y de Instagram, a los que me fue imposible
desvirtualizar, también con mi prima y su marido, a los que sí pude saludar en
meta, y con mis compañeros de aventuras más habituales, David, Charly, y
también coincidí con José, con quien ya corrí el Medio Maratón
Villa de Madrid del 2014, y que llegaba a esta cita un poco justo por una
tendinitis que le había tenido parado. Y bueno, nosotros éramos una diminuta
parte de la masa que formábamos los, según la organización, 20.000 corredores
inscritos.
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Con mi prima y su marido |
Para la carrera, y dado que me encontraba
bastante bien la idea era el ritmo del plan de entrenamientos, 5:15 min/km, con
ello me acercaría bastante a la marca del año pasado de 1:50:00. Además, aunque
fui controlando el crono bastante, me marqué dos puntos de referencia el
kilómetro 10 y el kilómetro 15, los tiempos que marcase en esos dos puntos me
situarían bastante en la realidad. La idea era pasar en torno a 52:30 por el primero y
en torno a 1:18:45 por el segundo.
El comienzo del Medio Maratón es muy duro, ya que
empiezas en el Paseo del Prado ya con una ligera subida, que se acrecienta cuando
encaras la calle Alcalá, y se suaviza algo cuando entramos en la calle Velázquez,
pero que no da un verdadero respiro prácticamente hasta el kilómetro 3. Este
terreno favorable duraba poco, ya que antes del kilómetro 4 volvíamos a subir,
y ya prácticamente no dejaríamos de hacerlo hasta casi el kilómetro 10.
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Recorrido del Medio Maratón |
Los primeros kilómetros fueron bastante lentos, empezar
la carrera con una subida hace que cueste un poco coger el ritmo, y tan solo en el
tramo de bajada pudimos acelerar un poco el ritmo, incluso haciéndolo por
debajo de los 5:00 min/km. Para el kilómetro 5 no me había marcado ninguna
referencia, pero ya miré el crono e hice mis primeros cálculos, aunque ahí ya
llevaba algo de desfase entre el GPS y los kilómetros marcados por la organización,
según el GPS 27:01 min, según el punto kilométrico de la organización 27:36, la diferencia era
poca, y el tiempo entraba dentro de la lógica. En ese kilómetro 5 primer
avituallamiento, David se acercó a coger la botella, la cual compartimos, me
mojé los labios, le di un pequeño sorbo y a seguir subiendo, que aún nos
quedaba.
Cuando vas subiendo por la calle Bravo Murillo, y empiezas a ver las
siluetas de las Torres Kio, y con ello la cercanía de Plaza de Castilla, y
sobre todo el final de esa subida constante, el cuerpo se activa, es como una
inyección de adrenalina, que en mi caso tiene un extra añadido, y es que ese
es el punto al que mi mujer ha ido a verme en las anteriores ediciones, y en esta
ocasión no iba a ser diferente. Y allí muy cerca del kilómetro 10 estaba mi
mujer con el pequeñajo, un saludo rápido y a seguir, disparado por la alegría
de verlos, y por el terreno, que empezaba a ser favorable. Desde ahí, y hasta
que empezásemos la subida de Atocha al Retiro nos esperaban unos nueve
kilómetros de mucha bajada, y algún que otro repecho. Por el kilómetro 10 pasábamos
en 52:54 según el GPS, y 53:41 según el punto kilométrico de la organización.
Guiándome por la organización estaba 1:11 por encima de la referencia que me
había marcado, lo cual me pareció un tiempo recuperable en los siguientes
kilómetros. En este kilómetro 10, segundo punto de avituallamiento, y misma
táctica que en el anterior. Normalmente en este kilómetro me tomo un gel, pero
en esta ocasión me sentía bastante bien, y no me lo tomé.
En los siguientes kilómetros se notó que el
terreno era favorable, y prueba de ello es que todos los kilómetros desde el 10
al 18 incluidos, los hicimos por debajo de los 5:00 min/km. En el kilómetro 15
en el crono ya se notó esos kilómetros hechos a un buen ritmo. Según el GPS
1:17:30, según el punto kilométrico de la organización 1:18:27, es decir, en 5
kilómetros no solo habíamos recuperado el 1:11 que teníamos perdido, sino que
también habíamos ganado 18 segundos al crono. En ese punto kilométrico, tercer
avituallamiento, y además ya me tomé uno de los geles que llevaba.
Esas referencias que me había marcado, como he
dicho anteriormente, eran para hacer el medio maratón a un ritmo de 5:15 min/km,
con lo que lo acabaría en 1:50:46, por lo que ir por debajo de ese ritmo era
una motivación, ya que suponía poder estar muy cerca de la marca de la pasada
edición.
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David y yo |
El kilómetro 16 nos lleva a la inmediaciones del
Retiro, de hecho prácticamente se pasa por la puerta por la que luego
entraremos, recuerdo que en la primera edición ahí tuve un bajón anímico,
supongo que fue por la novatada. Ahí se encuentra el terreno más favorable, y
mi compañero David empezó a apretar más, pero yo le pedí un poco de
tranquilidad, empezaba a notar los cuádriceps bastante cargados por lo que preferí
utilizar ese terreno favorable para recuperar un poco e intentar afrontar con
buenas garantías la última subida.
En el kilómetro 18, un poco antes de iniciar la
última subida, y con ello el tramo final, y en el kilómetro 19, ya en plena
subida, volví a tomar referencias, en este caso teniendo solo en cuenta los
puntos kilométricos de la organización, 1:27:46 y 1:32:30, y pensé que muy mal se tendrían que dar los dos últimos
kilómetros para que nos fuésemos por encima del 1:50:46, e incluso, tenía algo de margen
para intentar mejorar el tiempo del 2015.
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Los datos GPS |
El tramo de la subida desde la calle Alfonso XII
hasta la Puerta de Alcalá, y el tramo de la calle Alcalá hasta la entrada en
Retiro, siempre es complicado, por un lado están los que ya van agotados y van
andando, por otro lado los que van justitos y frenan el ritmo, y luego los que
aun llevamos algo de fuerzas e intentamos acelerar el ritmo, lo cual a veces es
imposible, ya que esa zona es una de las más estrechas del recorrido.
Cruzar la puerta de entrada al Retiro, es como
cruzar el Arco del Triunfo, y hacer el paseo triunfal, no es la meta, aún queda
casi un kilómetro, pero es una parte del recorrido para disfrutar, llevarte los
aplausos del público, en mi caso volver a saludar a mi mujer y a mi pequeño,
abrazarte con el compañero, y… esprintar, porque David miró el crono y me dijo, "si aceleramos bajamos del 1:50", así que esprintamos un poco y logramos parar el
crono en 1:49:57, tiempo oficial del organizador.
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Los datos de mi participación |
Al final, una nueva emoción al cruzar la meta, la
de mi cuarto Medio Maratón, bajando ya de la hora y cincuenta minutos, y además
quitándome una espinita que tenía clavada desde el Medio Maratón de Córdoba,
donde no pude rendir como me hubiese gustado. Y sobre todo una demostración más
de que no hace falta hacer entrenamientos súper exigentes, ni cientos de
kilómetros, con planes de entrenamientos militares. Con ocho semanas de
entrenamiento, con tres sesiones a la semana, 35 kilómetros la semana de mayor volumen,
y marcando un ritmo en el plan de 5:15 min/km, he hecho un Medio Maratón como
el de Madrid a 5:13 min/km.
Y para terminar decir que cada día me gusta más
esta distancia.
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Con mi medalla |
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