miércoles, 6 de abril de 2016

XVI Asics Medio Maratón Villa de Madrid 2016

Y llegó el día del Medio Maratón, ese para el que me había estado preparando durante ocho semanas, semanas que empezaron con muy buenas sensaciones, sensaciones que por motivos de salud que ya os fui contando, según se acercaba la fecha fueron cambiado a malas, pero que retornaron a buenas. La sinusitis desde el 24 de marzo no volvió a aparecer, y gracias al antibiótico la mucosidad desapareció, así que afronté la última semana al 100%. Esa semana como es habitual hice acopio de hidratos, y prácticamente a diario comía pasta o arroz, también hice dos salidas a un ritmo bastante suave, para mantener las piernas activas, y el sábado sesión de relax en las termas y el spa del gimnasio. El domingo un buen madrugón, a las seis y media estaba sonando el despertador, un desayuno ligero y que es el habitual cuando corro, (batido de plátano y chocolate, té verde y tostada), y a coger el cercanías.

Charly, José, David y yo
Pero antes de entrar en el detalle de la carrera, como siempre comentaros mi opinión sobre la organización, la bolsa del corredor y el recorrido.

Es un Medio Maratón con mucha experiencia, y de bastante prestigio tanto nacional como internacional, por lo que a la organización pocos puntos negativos se le pueden poner, aunque he de reconocer que hay una cosa que no me ha gustado este año, y es el cambio de nombre. Entiendo que quieran hacerse más internacionales, pero el cambio de Medio Maratón Villa de Madrid a Half Maratón Madrid, pues qué queréis que os diga, no me gusta, pero bueno, no es que sea muy importante más allá del sentimentalismo. También en la camiseta ha habido cambios, ya que este año han hecho dos colores, gris para hombres, naranja/rosa para mujeres, y además el símbolo del Medio Maratón ha quedado relegado a una esquina, tomando protagonismo en la camiseta la frase “WANT IT MORE”. Tampoco me gusta mucho ese detalle, pero al igual que el tema del nombre, más por lo sentimental.

La feria del corredor bastante completa y bien organizada, primero retirabas tu dorsal y luego la camiseta y la bolsa del corredor, en ella te incluían la revista del Medio Maratón, con distintos artículos y mapas del recorrido, zona de salida y meta, y en este caso, como regalos un zumo Don Simón, unos calcetines, unas semillas de quinoa y una caja de vitaminas. El tema de la camiseta, como es habitual en la mayoría de las carreras, da igual lo que hayas puesto al inscribirte, que allí elijes la talla, qué diferente al Medio Maratón de Córdoba, donde con tu dorsal ya te tenían preparada tu talla de camiseta. Por cierto, aprovechando que estaba el stand del Maratón de Sevilla, ya estuve pidiendo información para el del 2017. Creo que estoy un poco loco, aún no he empezado a preparar el Maratón de San Francisco, y ya estoy pensando en el de Sevilla...

Respecto al recorrido, este año había un par de variaciones respecto al año pasado, la primera era que no salíamos como el año pasado desde la calle Alcalá, sino que lo hacíamos unos metros más abajo, desde el Paseo del Prado. La segunda variación era que este año hacíamos toda la calle Príncipe de Vergara, mientras que el año pasado el recorrido en ese tramo iba serpenteando. Estos cambios no variaban la dureza del recorrido, sigue habiendo una primera parte donde la subida es prácticamente constante, y donde pasas de los 648 metros de altitud a los 747 metros de altitud cerca del kilómetro 10, desde ese momento y hasta poco más del kilómetro 18 se empieza a descender, hasta los 644 metros de altitud, aunque no es una bajada constante, ya que tiene varias subidas, desde ahí, hasta casi el kilómetro 21 está lo que para mí es la parte más dura, ya que vuelves a subir hasta los 685 metros, para ya afrontar el tramo final con un recorrido favorable hasta la meta en el que desciendes hasta los 673 metros de altitud. Lo que supone una diferencia de altitud entre la salida y la meta de 25 metros.

Altimetría del Medio Maratón
En esta carrera coincidía con muchos “conocidos virtuales” de Google + y de Instagram, a los que me fue imposible desvirtualizar, también con mi prima y su marido, a los que sí pude saludar en meta, y con mis compañeros de aventuras más habituales, David, Charly, y también coincidí con José, con quien ya corrí el Medio Maratón Villa de Madrid del 2014, y que llegaba a esta cita un poco justo por una tendinitis que le había tenido parado. Y bueno, nosotros éramos una diminuta parte de la masa que formábamos los, según la organización, 20.000 corredores inscritos.

Con mi prima y su marido
Para la carrera, y dado que me encontraba bastante bien la idea era el ritmo del plan de entrenamientos, 5:15 min/km, con ello me acercaría bastante a la marca del año pasado de 1:50:00. Además, aunque fui controlando el crono bastante, me marqué dos puntos de referencia el kilómetro 10 y el kilómetro 15, los tiempos que marcase en esos dos puntos me situarían bastante en la realidad. La idea era pasar en torno a 52:30 por el primero y en torno a 1:18:45 por el segundo.

El comienzo del Medio Maratón es muy duro, ya que empiezas en el Paseo del Prado ya con una ligera subida, que se acrecienta cuando encaras la calle Alcalá, y se suaviza algo cuando entramos en la calle Velázquez, pero que no da un verdadero respiro prácticamente hasta el kilómetro 3. Este terreno favorable duraba poco, ya que antes del kilómetro 4 volvíamos a subir, y ya prácticamente no dejaríamos de hacerlo hasta casi el kilómetro 10.

Recorrido del Medio Maratón
Los primeros kilómetros fueron bastante lentos, empezar la carrera con una subida hace que cueste un poco coger el ritmo, y tan solo en el tramo de bajada pudimos acelerar un poco el ritmo, incluso haciéndolo por debajo de los 5:00 min/km. Para el kilómetro 5 no me había marcado ninguna referencia, pero ya miré el crono e hice mis primeros cálculos, aunque ahí ya llevaba algo de desfase entre el GPS y los kilómetros marcados por la organización, según el GPS 27:01 min, según el punto kilométrico de la organización 27:36, la diferencia era poca, y el tiempo entraba dentro de la lógica. En ese kilómetro 5 primer avituallamiento, David se acercó a coger la botella, la cual compartimos, me mojé los labios, le di un pequeño sorbo y a seguir subiendo, que aún nos quedaba.

Cuando vas subiendo por la calle Bravo Murillo, y empiezas a ver las siluetas de las Torres Kio, y con ello la cercanía de Plaza de Castilla, y sobre todo el final de esa subida constante, el cuerpo se activa, es como una inyección de adrenalina, que en mi caso tiene un extra añadido, y es que ese es el punto al que mi mujer ha ido a verme en las anteriores ediciones, y en esta ocasión no iba a ser diferente. Y allí muy cerca del kilómetro 10 estaba mi mujer con el pequeñajo, un saludo rápido y a seguir, disparado por la alegría de verlos, y por el terreno, que empezaba a ser favorable. Desde ahí, y hasta que empezásemos la subida de Atocha al Retiro nos esperaban unos nueve kilómetros de mucha bajada, y algún que otro repecho. Por el kilómetro 10 pasábamos en 52:54 según el GPS, y 53:41 según el punto kilométrico de la organización. Guiándome por la organización estaba 1:11 por encima de la referencia que me había marcado, lo cual me pareció un tiempo recuperable en los siguientes kilómetros. En este kilómetro 10, segundo punto de avituallamiento, y misma táctica que en el anterior. Normalmente en este kilómetro me tomo un gel, pero en esta ocasión me sentía bastante bien, y no me lo tomé.



En los siguientes kilómetros se notó que el terreno era favorable, y prueba de ello es que todos los kilómetros desde el 10 al 18 incluidos, los hicimos por debajo de los 5:00 min/km. En el kilómetro 15 en el crono ya se notó esos kilómetros hechos a un buen ritmo. Según el GPS 1:17:30, según el punto kilométrico de la organización 1:18:27, es decir, en 5 kilómetros no solo habíamos recuperado el 1:11 que teníamos perdido, sino que también habíamos ganado 18 segundos al crono. En ese punto kilométrico, tercer avituallamiento, y además ya me tomé uno de los geles que llevaba.

Esas referencias que me había marcado, como he dicho anteriormente, eran para hacer el medio maratón a un ritmo de 5:15 min/km, con lo que lo acabaría en 1:50:46, por lo que ir por debajo de ese ritmo era una motivación, ya que suponía poder estar muy cerca de la marca de la pasada edición.

David y yo
El kilómetro 16 nos lleva a la inmediaciones del Retiro, de hecho prácticamente se pasa por la puerta por la que luego entraremos, recuerdo que en la primera edición ahí tuve un bajón anímico, supongo que fue por la novatada. Ahí se encuentra el terreno más favorable, y mi compañero David empezó a apretar más, pero yo le pedí un poco de tranquilidad, empezaba a notar los cuádriceps bastante cargados por lo que preferí utilizar ese terreno favorable para recuperar un poco e intentar afrontar con buenas garantías la última subida.

En el kilómetro 18, un poco antes de iniciar la última subida, y con ello el tramo final, y en el kilómetro 19, ya en plena subida, volví a tomar referencias, en este caso teniendo solo en cuenta los puntos kilométricos de la organización, 1:27:46 y 1:32:30, y pensé que muy mal se tendrían que dar los dos últimos kilómetros para que nos fuésemos por encima del 1:50:46, e incluso, tenía algo de margen para intentar mejorar el tiempo del 2015.

Los datos GPS
El tramo de la subida desde la calle Alfonso XII hasta la Puerta de Alcalá, y el tramo de la calle Alcalá hasta la entrada en Retiro, siempre es complicado, por un lado están los que ya van agotados y van andando, por otro lado los que van justitos y frenan el ritmo, y luego los que aun llevamos algo de fuerzas e intentamos acelerar el ritmo, lo cual a veces es imposible, ya que esa zona es una de las más estrechas del recorrido.

Cruzar la puerta de entrada al Retiro, es como cruzar el Arco del Triunfo, y hacer el paseo triunfal, no es la meta, aún queda casi un kilómetro, pero es una parte del recorrido para disfrutar, llevarte los aplausos del público, en mi caso volver a saludar a mi mujer y a mi pequeño, abrazarte con el compañero, y… esprintar, porque David miró el crono y me dijo, "si aceleramos bajamos del 1:50", así que esprintamos un poco y logramos parar el crono en 1:49:57, tiempo oficial del organizador.

Los datos de mi participación
Al final, una nueva emoción al cruzar la meta, la de mi cuarto Medio Maratón, bajando ya de la hora y cincuenta minutos, y además quitándome una espinita que tenía clavada desde el Medio Maratón de Córdoba, donde no pude rendir como me hubiese gustado. Y sobre todo una demostración más de que no hace falta hacer entrenamientos súper exigentes, ni cientos de kilómetros, con planes de entrenamientos militares. Con ocho semanas de entrenamiento, con tres sesiones a la semana, 35 kilómetros la semana de mayor volumen, y marcando un ritmo en el plan de 5:15 min/km, he hecho un Medio Maratón como el de Madrid a 5:13 min/km.

Y para terminar decir que cada día me gusta más esta distancia.
Con mi medalla

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