El
fin de semana pasado estuve viendo un documental que me recomendó un compañero
de equipo, se llama Running: la gran obsesión, es un documental de casi una
hora, en el que hablan Martín Fiz e Iván Raña, además de, que es lo
que para mí da más valor al documental, varios corredores populares que cuentan
sus historias. Si tenéis tiempo, os recomiendo verlo, porque merece mucho la
pena.
Viendo
las historias que contaban esos corredores populares, me daba cuenta de lo
obsesivo que puede llegar a ser para algunas personas el running y el mundo de
las carreras populares. Bajo mi punto de vista, realmente me parece de locos
algunas de las cosas que contaban los corredores populares en el documental,
aunque lo positivo de ello, es que no me sentía identificado con ellos, sin
duda, su forma de vivir el running dista mucho de la mía.
Viviendo
el running como yo lo vivo, es difícil imaginar cómo la obsesión del running te
puede llegar a afectar en los distintos aspectos de tu vida. Laboral, hacer
tres días de series a la semana (entiendo que esta persona entrena seis días a
la semana), llegando a planificar el trabajo y las reuniones en función de los
entrenamientos. Amistad, vivir fuera de tu ciudad de origen, que sea tu
cumpleaños, amigas de tu ciudad vengan a pasar el fin de semana contigo, y
pierdas tiempo de estar con ellas, por no perder tu plan de entrenamientos. Familiar,
que planifiques un viaje con la familia, y lo primero que hagas es ver si hay
carreras en el lugar al que vas. Salud, preparar un Maratón, estar lesionado
desde el primer kilómetro, en el 30 estar en camilla, y aun así, seguir y
acabar el Maratón, eso sí, a costa de pasar dos meses lesionado.
En
el aspecto de los viajes, he de decir que en un momento me sentí identificado,
aunque bien es cierto que con una salvedad, en mi caso no planifico un viaje, y
una vez tengo el destino veo si hay carreras, eso nunca lo he hecho. En mi caso
he planificado un viaje, en función de una carrera que tengo pensado hacer y
que antes he comentado con mi mujer, como fue el caso de San Francisco,
Córdoba, Sevilla, Ávila o Valencia. Si planifico un viaje familiar, es eso, un viaje
familiar para hacer turismo y disfrutar con la familia, no para buscar una
carrera por la zona y hacerla.
La
obsesión por el running, lleva en muchas ocasiones a meternos en planes de
entrenamiento para marines, llevando nuestros cuerpos al límite y sin pararnos
a pensar en si realmente ese plan nos viene bien, simplemente lo hacemos
porque lo hemos visto o leído en alguna página de running o web de carreras. Ese
tipo de obsesión, lo veo más como un fallo de novato, en mi caso he ido
aprendiendo y adecuando los entrenamientos a mí mismo, dándole más valor a la
calidad de los kilómetros que a la cantidad, y sobre todo complementando el
correr con ejercicios de fortalecimiento y core. Lo tengo muy claro, entreno
mejor, para correr más, pero no más rápido, sino, más años.
En
el documental, Iván Raña habla de las frases o expresiones que se encuentran en
perfiles de corredores populares, hace una crítica de ese tipo de frases, y
sobre todo del hecho de tenerlas como una guía a la hora de encarar retos, sin
pensar en si realmente estamos capacitados para afrontar los retos que nos
fijamos.
Frases
motivadoras hay muchas, algunas muy bonitas, y que incluso pueden darte un
empujón a motivarte, pero hay frases o expresiones, que como dice Iván Raña,
hacen mucho daño, en ese aspecto yo tengo tres expresiones que no me gustan
nada, y que os cuento a continuación.
- Un
segundo menos. No creo que lo más bonito del running sea hacer mejor marca en
cada carrera que haces, yo lo tengo claro, disfruto de cada meta que cruzo,
haga mejor o peor tiempo, y si tengo la posibilidad de cruzarla con mi peque
aún más, o me puedo parar en el kilómetro 41 de un maratón a darle un beso a mi
mujer, aunque me suponga acabar con unos segundos más. Además pararos a
pensar en esos runners que se obsesionan con buscar siempre un segundo menos,
como se sienten cuando no lo consiguen??, y el día que su cuerpo ya no les dé
para mejorar más, que harán?, dejarán el running y buscarán otra afición??. Sin
duda mi lema es una meta más, no un segundo menos.
- Where
is the limit?. Lo que en español es Donde está el límite?, pues sinceramente no
practico running para buscar mi límite, no quiero saberlo, prefiero quedarme
con la duda, que encontrarlo y acabar lesionado, o lo que es peor con un ataque
al corazón, como lo que cuenta uno de los corredores populares en el
documental. Buscando el límite, lo primero es que vas a sufrir más que
disfrutar, y si el running es una afición, que ganamos sufriendo más que
disfrutando??, no busquemos nuestro límite, no forcemos a nuestro cuerpo a llegar a zonas en
las que no sabemos cómo va a reaccionar.
- No
pain, no gain. Traducido al español sin dolor, no hay gloria, y sin duda para mí,
una de las peores frases, y que más daño puede hacer. El cuerpo tiene una forma
de decirnos que algo no va bien, y es sin duda con el dolor, tenemos que tener
muy claro, que si duele es por algo, no es porque estemos bien. De verdad merece la pena hacer un
maratón lesionado desde el kilómetro uno, y acabarlo a costa de estar dos meses
lesionado?, o casos como el de un runner de Instagram que tiene una vértebra
movida, le recomiendan que deje el running, y va de médico en médico hasta que
uno le dice que puede correr… puede que siga corriendo ahora, pero y dentro de
unos años?? Carreras hay muchas, pero cuerpo solo tenemos uno y debemos de
cuidarlo, y si no podemos correr pues a montar en bici o a nadar, pero lo que
no podemos es forzar la máquina, y empeorar una lesión, por forzar.
Hay
otra expresión que también me resulta un poco odiosa, y que es que en el día
hay tiempo para todo. Es cierto, hay tiempo para todo, pero a base de quitarle
tiempo a otras cosas, y es que teniendo en cuenta que la jornada laboral (desde
que nos levantamos hasta que volvemos a casa del trabajo), se lleva casi la
mitad del día, y que ahí poco o nada podemos hacer, si queremos sacar tiempo
para todo hay que quitárselo a la familia o a dormir, y como el descanso y dormir
es necesario, y a la familia, bastante tiempo le quito ya los días que entreno,
sinceramente, no hay más de donde sacar tiempo.
En
resumen, mi punto de vista lo tengo claro, el running es una afición, no me
gano la vida con ello, y no voy a darle más importancia de la que tiene, y por
supuesto, no voy a quitarle tiempo a mi familia por hacer mejores marcas, o por
buscar mi límite. Corro porque me gusta, porque disfruto haciéndolo, y porque me gusta el buen ambiente que hay en torno al running y las carreras, y el día
que no disfrute o que correr se vuelva una obsesión que afecte a mi vida, hago
como hice cuando jugaba en el equipo de fútbol con los amigos del barrio, lo dejo y me busco otra afición.
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