El descanso es una parte muy importante en los planes de
entrenamiento, y muchas veces es una de las partes más olvidadas. No es la
primera vez que tengo un verano cargado de kilómetros, ya me pasó en 2016
cuando preparé el Maratón de San Francisco, o el año pasado, cuando preparé el
Maratón de Valencia (aunque en ambos casos solo hacía tres sesiones, en vez de
las cinco que tengo en este plan), por lo que correr con calor es algo a lo que
ya estoy más o menos acostumbrado.
A lo que no estoy
tan acostumbrado, o por lo menos lo he intentado evitar los dos años
anteriores, es a correr en horas en las que todavía la temperatura y el sol
están en pleno auge, aunque este año, me veo casi obligado a hacerlo. El motivo
no es otro que el horario laboral, y es que en marzo cambié de empresa, y en
este nuevo trabajo en julio y agosto tenemos jornada continua, cosa que no
tenía en la anterior empresa, así que mientras en años anteriores el horario
era de 9 a 18 horas, ahora es de 7 a 15 horas, esto supone levantarme a las 6
de la mañana, y no puedo hacer como hice el año pasado o el anterior, de salir
a correr pasadas las 8 de la tarde, incluso cerca de las 9 de la noche, ahora
toca salir antes, con el sol aún pegando fuerte, y eso se nota bastante.
También noto las
horas de sueño, levantándome a las 6 de la mañana, para cumplir con las 8 horas
de sueño, tendría que acostarme a la 10 de la noche, y eso me resulta
prácticamente imposible, como muy pronto consigo acostarme a las 11 de la
noche, aunque lo normal es que sea algo más tarde, así que tengo que recurrir a
algo tan típicamente español, como es la siesta, para intentar recuperar horas
de sueño.
Por lo tanto, a
pesar de que ya tengo la experiencia de haber preparado cinco maratones, la
preparación del Maratón de Berlín en muchos aspectos está siendo una novedad,
pero espero que todo esto no sea un inconveniente, y que simplemente me sirva
como una nueva experiencia, de la que tomar buena nota, y aprender un poquito
más.
Y ahora paso a
contaros los entrenamientos de esta semana.
Día 1.- 11 kilómetros de rodaje a ritmo entre 5:55 min/km y 5:25
min/km, más fortalecimiento.
Que duro se hizo el primer
entrenamiento de la semana, salí con el sol aún fuerte, y me pasé gran parte
del entrenamiento más pendiente de buscar las sombras que del ritmo, y con las
pulsaciones disparadas, a pesar de no llevar un ritmo excesivamente rápido. Aunque llevaba hidratación, tuve que parar un par de veces en fuentes que me
encontré en el camino, para sobre todo, refrescarme echándome un poco de agua en el cuello
y la cabeza. La parte final del rodaje se hizo más llevadera, pero en general,
fue un entrenamiento muy sufrido.
Ya en el gimnasio hice algunos
ejercicios de fortalecimiento, core y estiramiento.
Día
2.- 45 minutos de entrenamiento cruzado más fortalecimiento.
Sesión de entrenamiento cruzado
que en este caso hice en el gimnasio junto a mi mujer. Empecé con 20´ de elíptica, para
continuar con 25´ de bici estática, y continuar con ejercicios de
fortalecimiento de piernas en maquina, core, flexiones y estiramientos.
Acabé la sesión en casa con una sesión de foam roller.
Día
3.- 13 kilómetros con 3 repeticiones de cambios de ritmo de 3.000 a ritmo 16´,
15´30” y 15´, y 1.000 metros recuperando.
Tras las malas sensaciones de
la primera semana en la sesión de fartlek, para esta sesión tenía dudas, aunque
hice un par de cambios, con la idea de no pasarlo tan mal. El primero fue
retrasar la hora de salida, saliendo a entrenar pasadas las 8 de la tarde, y la
segunda llevar conmigo el cinturón de hidratación. Con estas dos medidas,
conseguí que el entrenamiento no fuese tan sufrido como el de la semana
anterior, y sobre todo con mejores sensaciones.
Esta sesión la acabé en casa
con ejercicios de estiramientos.
Día 4.- 17 kilómetros, repartidos en 8 km a 5:35 min/km, 4 km a 5:30 min/km, 3 kilómetros a 5:25 min/km y 2 km a 5:20 min/km.
Después de estar todo el día en
la piscina con la familia salí a hacer la sesión de fondo. Al principio noté
las piernas algo cargadas, sobre todo en el primer kilómetro, que hice a 6
min/km, pero poco a poco me fui sintiendo mejor, y los ritmos se fueron
adecuando a los marcados por el plan, consiguiendo acabar con muy buenas
sensaciones. Al acabar la sesión, que nunca falten los estiramientos.
Día
5.- 6 kilómetros de rodaje a ritmo entre 5:55 min/km y 5:25 min/km.
También otro día de piscina con la familia, y luego sesión de rodaje, que consistió en volver desde la piscina a casa corriendo
(dando un pequeño rodeo para hacer los kilómetros marcados). Hacía algo de calor
y la carga de la semana se notaba en las piernas, pero tras empezar con un
ritmo lento, poco a poco las piernas fueron respondiendo mejor, acabando a un
ritmo dentro de lo marcado.
Y así fue la segunda semana de entrenamientos, en la que sigo adaptándome al nuevo plan, a hacer más sesiones y más kilómetros de los que estoy habituado, y tratando de que el plan se adapte a mi día a día, que no me reste mucho tiempo, y que sume de cara a llegar en las mejores condiciones al Maratón de Berlín.
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