miércoles, 28 de junio de 2017

Cross Nocturno de Navacerrada

El pasado viernes, con el Cross Nocturno de Navacerrada, di por terminada la temporada 2016/17, una temporada en la que he hecho una carrera de seis kilómetros, seis carreras de diez kilómetros, tres Medio Maratones, dos Maratones, y he hecho mi debut en el trail, lo cual ha resultado una experiencia de lo más satisfactoria.

El Cross Nocturno de Navacerrada es la prueba pequeña de las tres que se celebraban ese fin de semana y que organiza la RSEA Peñalara, siendo las otras pruebas el Trail de Peñalara, de 63 km y +2700, y el Gran Trail de Peñalara de 114 km y +5100. Indicar que el nombre de la carrera lleva a engaño, ya que aunque lo denominan como cross, es un trail en toda regla, pero supongo que no usan esa denominación ya que un trail tiene un tope de 30% de asfalto, y esta carrera tenía 35% de asfalto, pero por lo demás tiene todas las características de un trail.


La organización bastante bien, recogida del dorsal el mismo día, y de manera muy fluida, la bolsa del corredor, como viene siendo habitual, bastante pobre, camiseta técnica y listo. Del avituallamiento en carrera digamos que bastante mejor organizado el del trail de Riaza, ya que allí te daban un vaso, bebías in situ, y lo depositabas en unos cubos, sin embargo en esta carrera se suponía que tú tenías que llevar el vaso y en el avituallamiento te lo llenaban, pero casi nadie llevaba el vaso, por lo que veías a la gente bebiendo a morro de las botellas… yo llevaba mi cinturón de hidratación y en el avituallamiento ni paré. El avituallamiento en meta fue mejor, bebidas isotónicas, refrescos, trozos de naranja y barritas de cereales.

El recorrido era de 11,800 km +480, y estaba compuesto por 4,1 km de asfalto, 2,3 km de pistas forestales y 5,4 km de senderos. Respecto a la dureza, un recorrido bastante duro, con una subida larga y constante entre el PK 4,17 y el PK 5,68, otra subida más corta y suave entre PK 5,94 y el PK 6,23, y lo más duro de todo era una subida entre el PK 6,70 y el PK 7,16, en la que en 460 metros ascendíamos 137 metros, con una pendiente media del 29,78%. Una vez coronada esta subida el resto del recorrido era de bajada, salvo una pequeña subida en los últimos 800 metros.

Recorrido CNN
En la carrera coincidí con el grupo de corredores con el que últimamente suelo ir a correr, por lo que me sentía bastante arropado, y sobre todo relajado, a pesar de mi inexperiencia y de que se trataba de una carrera de montaña nocturna.

Si en Riaza en la salida no me coloqué muy adelante, en esta ocasión entramos muy pronto al cajón, por lo que nos situamos muy adelantados, apenas teníamos cuatro o cinco filas de corredores delante, y creo que ese fue un pequeño error, ya que el primer kilómetro era prácticamente en bajada, y de ese kilómetro 800 metros se hacen por asfalto, por lo que al estar situado tan adelante el ritmo de salida fue muy rápido, y a ello debo añadir que me dejé llevar y que no controlé el ritmo, lo que supuso que hiciese el primer kilómetro en 4´29”, sin duda un ritmo alto para mí.

Altimetría CNN
Los tres kilómetros siguientes eran prácticamente llanos, con alguna pequeña subida y bajada, y en ellos bordeábamos el embalse de Navacerrada, un paisaje precioso el que atravesábamos en ese momento. En esta parte del recorrido mezclábamos asfalto y pista, y salvo alguna zona más estrecha, el camino era ancho, e invitaba a seguir a ritmo fuerte, aunque yo decidí ir más calmado, porque sabía que si seguía al ritmo del primer kilómetro, la carrera se me iba a hacer muy larga. Estos tres kilómetros los hice en 5´16” el kilómetro 2, en 5´17” el kilómetro 3, y en 5´35” el kilómetro 4.

Pasado el kilómetro 4, empezamos una constante subida de 1,5 km, en la que ascendíamos 110 metros, con una pendiente media de 7,28%, en este tramo, aunque la subida la empecé corriendo, pronto opté por andar y reservar fuerzas para lo que quedaba. Terminada la subida teníamos una pequeña bajada, para encarar una nueva subida, en esta ocasión más corta, de apenas 300 metros, y con una pendiente media del 6,90%. El kilómetro 5 lo hice en 6´43”, y el kilómetro 6 en 6´56”.


Lo siguiente fue un momento increíble, una bajada de 450 metros, con un desnivel medio del 10%, por un pequeño sendero, en el que a veces apenas era más ancho que mi pie. No es que yo bajase excesivamente rápido, según el Garmin a 5:15 min/km, pero la sensación era completamente distinta, tenía la sensación de ir volando, y de que no podría frenar, ni rectificar ante cualquier imprevisto. Fue algo muy raro, una sensación de “miedo” ante lo imprevisible del terreno, pero a la vez de querer correr más y más.

La bajada terminaba en un pequeño muro de piedra que tuvimos que saltar, me tocó casi frenar en seco para no chocarme contra él. Tras saltar el muro empezaba la parte más dura de la carrera, poco menos de 500 metros de ascensión casi al 30% de inclinación. Como os podéis imaginar, desde el principio la subida la hice andando, bueno la hice andando yo, y todos los que tenía alrededor, así como, supongo, la gran mayoría de los que hicimos la carrera, y es que me cuesta imaginar, que haya alguien capaz de subir esa cuesta corriendo. El ritmo bajó tanto en esa subida, que hasta el Garmin que lo llevaba en parada automática en caso de pararme, se detuvo cuando el ritmo era de 14:10 min/km, y no se puso en marcha hasta que acabé la subida.


Cuando llegamos a la cumbre ya había caído la noche, por lo que empezaba una nueva experiencia, la de correr con el frontal, y además cuesta abajo, lo cual complicaba más las cosas. Teníamos por delante más de tres kilómetros de bajada, por senderos, por lo general anchos y de arena, aunque en algún caso, ni era tan ancho, ni era solo arena, ya que había algunas piedras y ramas. La bajada la empecé junto a un grupo, que nos pusimos en fila de a uno, pero del que pronto decidí descolgarme, el motivo era que la mezcla del polvo que se levantaba, con la oscuridad y la luz del frontal, hacía muy difícil la visibilidad. Al descolgarme del grupo lo hice en demasía por lo que me vi durante unos cientos de metros entre dos grupos, y sin tener referencia de ninguno de ellos, ya que los de delante se me habían escapado, y los de atrás no llegaban a cogerme. Ese momento fue de una libertad absoluta, corriendo por la montaña, de noche y “solo”, un momento increíble que solamente estropeaba el “miedo” a perder el camino y terminar perdido.

Tras la bajada, volvimos al asfalto y entramos de nuevo en el pueblo, en ese momento acabó mi soledad, ya que se me unieron varios corredores. Tras hacer poco más de un kilómetro por asfalto, volvíamos a salir a hacer 500 metros por senderos, bordeando de nuevo el embalse, aunque en esta ocasión al ser de noche no se disfrutaba de la misma vista.


Volvimos de nuevo al asfalto cuando apenas quedaban 800 metros, quedaba subir lo que bajamos en la salida, con menos fuerzas, pero con más ánimo. Fui chocando las manos de los niños, a la vez que buscaba entre la gente a mi mujer y a mi hijo. Cuando llegué a ellos, cogí al peque de la mano, y con él recorrí los últimos metros, cruzando una nueva meta.

La carrera la hice en 1 h 12´12”, puesto general 202 de 412, y en mi categoría el 71 de 143. Y gracias a un tiempo de paso que tenía la organización al poco de empezar la bajada, pude comprobar que la bajada sigue siendo un punto débil, ya que en la bajada perdí 11 puestos.


En este segundo trail he podido comprobar que el cinturón de hidratación para ritmos lentos no incomoda, pero si el ritmo es más rápido, bota demasiado y resulta incómodo, por lo que creo para el futuro deberé invertir en una mochila de hidratación. Lo mismo que el frontal, el que usé es un frontal de travesía, que funciona muy bien si vas andando, pero en zonas de montaña, sin iluminación y corriendo, se queda bastante corto, y puede hasta resultar peligroso, por lo que también deberé invertir en un frontal mejor. Las zapatillas usé el mismo modelo que en Riaza, y al igual que allí, también me funcionaron bien, por lo que en principio seguiré dándoles uso.

miércoles, 21 de junio de 2017

IX Norte vs Sur

La temporada 2016/17 está llegando a su fin, y el pasado domingo me puse el penúltimo dorsal de la temporada, fue en la carrera Norte vs Sur, carrera en la que hace dos años logré bajar por primera vez de los 50 minutos en los 10 kilómetros, y basándome en ello, este año me propuse intentar mejorar mi mejor marca, que es de 47´44”, aunque no tuve en cuenta una serie de circunstancias, que iban a complicar conseguir ese tiempo.


Recogiendo el dorsal
La primera circunstancia que no tuve en cuenta fue que no preparé debidamente la carrera para bajar esa marca, y es que tras el Maratón de Madrid he estado más centrado en el cambio del asfalto por la montaña, que en mejorar mi marca en los 10 kilómetros.

La segunda circunstancias la carga de kilómetros que llevo en las piernas, encaré la carrera con 1.265 kilómetros en las piernas, cuando hace dos años lo hacía con algo más de 800 kilómetros.

La tercera circunstancia el calor, estamos pasando una importante ola de calor, y el domingo a las 9 de la mañana ya teníamos más de 26 grados.

Y la última, es que la carrera era la misma, pero el recorrido era diferente, y ya no era un terreno tan favorable como el anterior, y ni mucho menos como lo publicitaba la organización.

Recorrido Norte Vs Sur

Respecto a la organización, bastante descontento, no sé el motivo, pero el cambio de recorrido ha sido a peor, es más duro que el anterior, y lo malo no es eso, lo malo es que te siguen vendiendo la carrera como si tuviese el anterior recorrido que era bastante más asequible, aparte de que te venden que atraviesas zonas emblemáticas de Madrid, cuando es de las carreras por las que menos zonas emblemáticas pasas. La organización para retirar el dorsal muy buena, ya que tenías casi diez días para ir a retirarlo, y además se hacía solicitando cita, por lo que la espera en esta ocasión fue cero, y un cero también a la bolsa del corredor, ya que tratándose de una de las carreras más caras de 10 kilómetros que hay en Madrid (15 € la inscripción), solo traía la camiseta, el dorsal y punto, en esta ocasión por no haber, no había ni publicidad. Qué diferencia con la bolsa del corredor que nos dieron en el Trail de Riaza.

Altimetría Norte Vs Sur
El recorrido un auténtico rompepiernas, el primer kilómetro prácticamente de subida, el segundo falso llano, en el tercero y el cuarto más favorables, pero con varios toboganes, que se harían aún más frecuentes en los cuatro kilómetros siguientes, para encarar los dos últimos kilómetros que volvían a ser favorables.

En esta carrera, como viene siendo habitual, coincidí con el grupo con el que estoy saliendo a correr últimamente, además de con mi prima y su marido, y de algún que otro conocido más de Instagram


Junto a los Running Forrest Gump Team
En la salida me coloqué junto al globo de los 50´, mi idea era que me marcase el ritmo de esos dos primeros kilómetros que prácticamente eran de subida, intentando hacerlos en 10 minutos, y a partir de ahí, una vez superado el que pensaba que iba a ser el peor tramo, apretar llevando un ritmo en torno a 4´40”. La teoría no era mala, lo malo fue que el globo iba más lento de lo que yo esperaba, y por el PK 1 pasé en un tiempo de 5´20”, así que a partir de ahí me olvidé del globo y empecé a apretar. En el kilómetro 2, tuvimos que pasar por debajo de un túnel, lo recorrimos durante 400 metros, que se hicieron muy pesados por lo cargado que estaba el ambiente en el túnel y el calor que pasamos mientras lo atravesábamos, a mi parecer, una mala idea ese paso por el túnel. Por el PK 2 pasé en 10´19”, había cedido 19” más de lo que tenía planeado, lo bueno es que ese segundo kilómetro lo había hecho en 4´59”.

En los dos siguientes kilómetros empezábamos a bajar, y también empezaban los toboganes, lo bueno es que había conseguido poner un buen ritmo, lo estaba consiguiendo mantener, y hasta ese momento me encontraba bastante cómodo, lo malo es que el ritmo no era tan bueno como debía de haber sido en esos kilómetros, y es que por el PK 4 pasé en 19´46”, habiendo hecho esos dos kilómetros en 4´48” y 4´39”, cuando ambos ya los debía de haber hecho en 4´40”.



Los dos siguientes kilómetros fueron un poco de quiero y no puedo, intentaba apretar el ritmo, lo iba consiguiendo, y de repente nos encontrabamos con dos repechos largos de subida, que obligaban a bajar algo el ritmo, y que obviamente, te lo rompían, y lo peor de todo, empezaban a pasar factura a las piernas, sin olvidarnos del calor que ya empezaba a notarse bastante. El kilómetro 5 lo hice en 4´57”, pasando por mitad de carrera en 24´43”, cuando mi idea era haberlo pasado en 24´. En este kilómetro llegó el avituallamiento, y para mí un nuevo fallo de la organización, hacía mucho calor, todos estábamos ansiosos por llegar al avituallamiento, y solo había mesas en un lado, lo que provocó una gran cantidad de gente desesperada que se abalanzó a las mesas, con el riesgo que eso tiene. En mi caso, dos pequeños sorbos a la botella, y gran parte de la botella fue a parar a la cabeza y al cuello. Por el PK 6 pasé en 29´46”, haciendo ese último kilómetro en 5´03”, muy lejos del ritmo que me había propuesto.

A partir de ese momento decidí olvidarme del crono, entrabamos en un terreno en el que aún quedaba algo de toboganes, pero en el que sobre todo íbamos a bajar, así que decidí olvidarme del crono, y dedicarme a correr, intentando llevar un ritmo rápido, pero en el que, sobre todo, fuese cómodo.



Por el PK 7 pasé en 34´37”, haciéndolo en 4´51”, por el PK 8 pasé en 39´20”, haciendo ese kilómetro en 4´43”, y por el PK 9 pasé en 43´58”, haciéndolo en 4´38”. En ese punto, quedando ya solo un kilómetro, decidí apretar un poco más intentando dar todo lo que me quedaba dentro, y aprovechando que el terreno era más favorable, y la verdad que no se me dio muy mal, ya que el último kilómetro lo hice en 4´29”, entrando en meta con un tiempo de 48´27”.


Comentaros que en una carrera de 10 kilómetros no es muy habitual encontrarte gente andando, y mucho menos que lo hagan desde el kilómetro 3, como ha pasado en esta carrera, aunque lo peor no fue eso, sino que me encontré a varias personas con lipotimias o golpes de calor. Esto, obviamente no es achacable a la organización, hacía bastante calor, y al tratarse de una carrera con un recorrido “favorable” es mucha la gente que se pone al límite, pero lo que no puedo entender, es que en una carrera por la que has pagado 15 euros, que en la bolsa del corredor (una de plástico de toda la vida) solo te den la camiseta y el dorsal, y que el día de la carrera en meta solo te den un plátano y agua, creo que como mínimo, teniendo en cuenta el calor que hizo, y lo que se paga, debían de habernos dado una bebida isotónica.



Ya solo me queda una carrera para acabar la temporada, será el próximo viernes 23 de junio, el Cross Nocturno de Navacerrada, a ella voy junto con el grupo que salgo a correr y voy con un solo reto, disfrutar de la experiencia.

miércoles, 14 de junio de 2017

Cross running vs trail running

Tras el buen sabor de boca que me dejó mi debut en el trail, ya tengo prevista mi segunda incursión en la montaña, será el próximo 23 de junio, en esta ocasión la distancia será de 11,800 km y el desnivel será de +450, aunque lo más novedoso respecto al anterior será que es nocturno, tomaremos la salida a las 21:30 horas, y el tiempo máximo será de 1 h 45´. Pero lo que más me ha llamado la atención es que la carrera no la denominan como trail, sino como cross, y eso me ha llevado a buscar las diferencias entre el trail y el cross.


La definición que he encontrado de Cross, es que se trata de carreras de campo a través, en las que se recorren distancias en circuitos no urbanos, relativamente cortos, (entre uno y tres kilómetros), normalmente en zonas abiertas, boscosas, con obstáculos naturales, y en un perfil altimétrico con poco desnivel.

Respecto al trail, la definición que le da la Asociación Internacional de Trail Running, es que se trata de carreras que se llevan a cabo en terrenos naturales, como bosques o montañas, por caminos o sendas que son inaccesibles por carretera y no deben de tener más del 30% de asfalto. La distancia del trail puede variar mucho incluso llegando a la distancia de ultra trail, suelen ser recorridos de gran dificultad e intenso desnivel.

Es por tanto la distancia y el recorrido una de las cosas que diferencian el trail del cross, ya que el primero suele ser un circuito circular al que se le da una vuelta, mientras que en el cross suele ser un circuito relativamente corto al que se le dan varias vueltas, no teniendo las carreras, por lo general, más de diez kilómetros, mientras que en el trail, nos podemos encontrar carreras de más de 100 kilómetros.

Pero esto, es algo que no se cumple en el Cross de Navacerrada, ya que nos encontraremos con un circuito circular de una sola vuelta, y con una distancia de casi 12 kilómetros, por lo que en ese aspecto, se parece más a un trail que a un cross.

Teniendo en cuenta la distancia, eso afecta también al tiempo de carrera, y es que en el cross, lo más lógico es que la duración de la carrera sea entre media hora y poco más de una hora, mientras que en el trail la duración de las carreras es mucho mayor, y más cuando de ultras hablamos. Y a este respecto, volvemos a encontrarnos con que el Cross de Navacerrada, por su duración se parece más a un trail, que a un cross.

El perfil altimétrico es otro de los aspectos que diferencian al cross del trail, en el primer caso, al tratarse de un circuito al que se le dan varias vueltas, nos encontramos con un perfil cíclico, mientras que en el trail, debido al desnivel, se van a ver uno o varios puntos muy por encima del resto, así como un perfil mucho más irregular que en el cross. En este perfil, también se va a ver que la diferencia de desnivel acumulado entre un cross y un trail es bastante importante, en el cross el desnivel acumulado de la carrera apenas es de cien metros, mientras que en un trail tiene un gran desnivel acumulado.

Y leído esto, y una vez visto el perfil del Cross Nocturno de Navacerrada (foto superior), vuelvo a ver que mi próxima carrera en montaña, se parece más a un trail que a un cross, a pesar de que eso es lo que indica el nombre de la carrera.

Y lo último que he encontrado que los diferencia es el material que se usa en una u otra competición, en el cross la indumentaria de los participantes es muy básica, camiseta, pantalón, zapatillas y crono (más o menos lo que un corredor de asfalto), mientras que en el trail, se necesita de un material más específico, y mucho más, según la distancia del trail sea mayor, por lo que es fácil encontrarte a los corredores equipados con chubasquero o cortavientos, bastones, cinturones o mochilas de hidratación, mantas térmicas, frontales, etc. Que en muchos casos es obligatorio.

Y de nuevo, en este último punto, vuelvo a no encontrar muy lógico la denominación de cross para el Cross Nocturno de Navacerrada, ya que habrá que llevar obligatoriamente zapatillas de trail, frontal y un vaso para el avituallamiento, además de que tratándose de una carrera nocturna, y teniendo en cuenta que subiremos casi hasta los 1.400 metros de altitud, se me antoja que llevar un cortavientos será muy necesario.

Dicho esto, creo que más o menos soy capaz de distinguir un cross de un trail, aunque sigo sin tener muy claro el motivo por el cual mi próxima carrera en montaña se denomina Cross Nocturno de Navacerrada en lugar de Trail Nocturno de Navacerrada, aunque tal vez se deba al porcentaje de asfalto, que en esta carrera es del 35%.

miércoles, 7 de junio de 2017

IV Trail de Riaza

El pasado sábado llegó mi debut en un trail, y pude comprobar de primera mano lo que muchos me habíais comentado, que era una experiencia espectacular, muy divertida, y que me iba a gustar, y sin duda así ha sido. Pero antes de ponerme a contar mi experiencia, quiero comentaros que si ya veía con una gran admiración a las personas que se embarcaban a hacer maratones de montaña, o más aún, ultras de montaña, mi admiración ha crecido aún más por esas personas que se lanzan a esas aventuras.

El Trail de Riaza cumplía su cuarta edición, y forma parte de un circuito de varias pruebas de trail en distintas localidades, denominado Trail Challenge. La prueba tenía distintas distancias, 11 km +290, 20 km +929, 40 km +2089 y 60 km +3045, para mi debut yo había decidido empezar por lo “fácil”, haciendo el de 11 km con 290 metros de desnivel positivo.


El mapa de mi primer trail
La organización, muy bien, el dorsal se podía retirar el viernes y el sábado antes de la carrera, que fue cuando yo lo retiré, y fue prácticamente de manera inmediata, con muy poca espera, y muy fluido. A esto ayuda tener las bolsas preparadas, de manera que los voluntarios están a dar las bolsas en lugar de a prepararlas, como pasó en la X Carrera Liberty. La bolsa del corredor fue una sorpresa para bien, últimamente la bolsa del corredor parece más un buzón a la vuelta de las vacaciones de verano, por la cantidad de propaganda que te meten, que una bolsa del corredor con detalles y obsequios de los patrocinadores. En este caso la bolsa del corredor llevaba la camiseta conmemorativa, una manta térmica, una toalla, una muestra con dos tortitas de arroz, una bolsa de cereales y una muestra de protector solar.

Respecto al recorrido, había de todo, algo menos de dos kilómetros transcurrían por asfalto, algo más de un kilómetro transcurría por pista de gravilla, y el resto transcurría por senderos con piedras, rocas, raíces, árboles… vamos, lo que comúnmente se ha venido llamando un camino de cabras. Respecto a dureza, tiene sobre todo tres kilómetros durillos, del Pk 1 al PK 4, en los que se sube la mayor parte del desnivel acumulado, los siguientes kilómetros, hasta el pk 9, tienen algo de llano y mucha bajada, en el pk 10, volvíamos a subir, y el último kilómetro era prácticamente llano y por asfalto.

Recorrido Trail de Riaza
En esta carrera coincidía con mi prima, que ya tiene un año de experiencia en el mundo del trail, y por ello iba a hacer la carrera de 20 kilómetros, pero ambos salíamos juntos, y este hecho me ayudó a la hora de estar más relajado, ya que estuvimos hablando tranquilamente, y esos últimos instantes antes del pistoletazo de salida, se pasaron con menos nervios. Antes de la salida mi prima me aconsejó que si iba a ir rápido, intentase salir lo más adelante posible, ya que en el trail hay zonas en las que el sendero se hace muy estrecho, y tienes que ir en fila de a uno, por lo que si delante de ti tienes gente que va despacio, estás obligado a ir a su ritmo. Como yo para nada tenía pensado ir rápido, y mi prima tampoco, no nos pusimos muy adelante.

El primer kilómetro del trail es muy rápido, ya que se hacen 800 metros bajando, y todos ellos por asfalto, aunque yo fui controlando bastante el ritmo, lo que hizo que mucha gente me pasase. Terminado el asfalto entrabamos a un sendero que poco a poco se iba estrechando, e inclinando hacía arriba. Ese primer kilómetro lo hice en 5´27”.

Altimetría Trail de Riaza
Los tres kilómetros siguientes eran de continua subida, con un desnivel positivo de 230 metros, la mayoría de ellos por senderos estrechos en los que íbamos en fila de a uno. En esos tramos estrechos me acordé de lo que me comentó mi prima en la salida, ya que en muchos momentos me vi detrás de algún corredor que iba bastante despacio, y tenía que esperar que se ensanchará un poco el sendero para adelantarle y avanzar más rápido. Gran parte de esta subida la hice andando pero a un ritmo alto, y en algunos momentos en los que la inclinación no era tan fuerte corría un poco, aunque fue lo menos. En estos kilómetros estábamos rodeados de árboles, y en alguna ocasión hasta teníamos que agacharnos un poco para poder pasar, además de ir con cuidado por las ramas y las piedras que había en el suelo.

En este tramo de subida, dejé a mi prima atrás, e hice un gran tramo de la subida con un corredor detrás de mí, que me subió mucho la moral. Al tenerle detrás le comenté que si me echaba a un lado para dejarle que me adelantase, pero él me dijo, que no, que yo estaba subiendo a buen ritmo, y que prefería ir detrás, así que me iba animando por mi nombre (lo llevo en la parte de atrás de la camiseta), me decía “vamos Manu, que estás subiendo muy bien, o “ahora adelanta, que aquí se puede”… con él detrás coroné la subida, y en paralelo hicimos el tramo de llano que había. Los tres kilómetros de subida los hice en 7´34” el kilómetro 2, en 8´31” el kilómetro 3, y en 7´22” el kilómetro 4.

Con mi prima en la línea de salida
Comentaros que las vistas una vez coronamos eran impresionantes, con montañas a nuestro alrededor, todo verde, y transmitiendo una gran tranquilidad, a pesar de los corredores que allí nos hallábamos, la verdad que daban ganas de pararte y ponerte a hacer fotos, en lugar de seguir corriendo.

La parte más difícil, en lo que a subida se refiere, ya la habíamos pasado, ahora encarábamos un tramo más accesible, un tramo de bajada que aunque no peligroso, si había que tener cuidado con alguna que otra roca. En este tramo se notó mi poca experiencia, y mi compañero en la subida vio que mi ritmo de bajada no era tan bueno y decidió despedirse de mí, desearme suerte y comenzar a bajar más rápido. Terminada la bajada salimos a una pista de gravilla en la que nos separamos los que íbamos a hacer los 11 kilómetros de los que iban a hacer los 20 kilómetros.

Más o menos el kilómetro siguiente transcurría por esta pista, que me recordaba mucho a la zona del Parque Polvoranca, donde he entrenado para este trail, aunque según avanzábamos por la pista, la gravilla iba dejando paso a piedras cada vez más grandes y sueltas, y en alguna ocasión no pisé bien, y el tobillo se quejó de ello. El kilómetro 5 lo hice en 5´19”, notándose el tramo de bajada, y el kilómetro 6 en 5´26”. En el PK 6 se encontraba el avituallamiento, donde nos daban un vaso de agua que tenías que beberte allí mismo, depositando el vaso en los cubos de basura habilitados. En mi caso, el agua no me la bebí, si no que me la eché por la cabeza, ya que el calor empezaba a notarse, y además prefería beber de la bebida isotónica que llevaba en los bidones del cinturón de hidratación.


Con mi mujer, mi gran punto de apoyo
Los siguientes kilómetros tenían mucha bajada, con algunos tramos difíciles, ya que en la bajada el terreno era prácticamente o roca cortada o grandes piedras, y a ello había que sumar que la noche anterior había llovido, por lo que yo decidí tomármelo con calma y bajar con bastante cuidado, tal vez demasiado, es posible que a pesar de la inexperiencia pudiese haber bajado más rápido, pero no quería arriesgar y acabar por los suelos en mi primer trail, por lo que preferí ir más despacio, asegurando la pisada. El kilómetro 7 lo hice en 5´56”, el kilómetro 8 en 6´25”, y el kilómetro 9 en 6´32”.

El kilómetro 10 era el último antes de volver al asfalto, y para despedirnos, teníamos una nueva subida, aunque nada que ver con la subida del inicio del trail, de hecho hice más rápido este kilómetro, en 6´01”, que los anteriores que habían sido en bajada. En ese momento me acordé de un consejo que me dieron, y fue que no me extrañase si en algún tramo de bajada iba más lento que en algún tramo de subida, como así fue.

Imagen Trail de Riaza
Una vez ya en el asfalto, debo decir que me sentí algo raro, un camino tan liso, después de los kilómetros que había hecho, resultó hasta extraño, y también debo decir que por segunda vez (la primera fue a los 800 metros, para ver cuánto habíamos hecho de asfalto antes de empezar los senderos), miré el Garmin para ver lo que marcaba.

Los que me seguís, ya sabéis que para mí cada meta que cruzo es especial, haga el tiempo que haga, todas son importantes, y esta no iba a ser menos, era mi primer trail, y que mejor que compartirla con mi peque. Ya he cruzado un par de metas con él en brazos, pero en esta ocasión, y dado que no había la aglomeración que hay en una carrera de asfalto, lo hice “corriendo” de la mano con él. Un momento inolvidable, para mi primer trail.


Al final crucé la meta en 1 h 09´28”, puesto general 87 de 263, y en mi categoría el 62 de 122. La verdad, que muy contento con el debut, e incluso sorprendido porque pensaba que se me iba a dar peor, de hecho hubo tramos en los que no veía a nadie detrás de mí, y pensaba que iba el último.

Clasificación Trail de Riaza
Comentaros, que para este debut mi desembolso en material específico ha sido cero, la diferencia con una carrera de 10 kilómetros en asfalto es que he llevado el cinturón de hidratación que en carreras de asfalto nunca lo llevo (mientras que la mayoría de la gente llevaba mochilas de hidratación), y las perneras y un gel, que en asfalto para carreras de esta distancia no llevo nunca. Las zapatillas he usado unas Adidas Marathon 10, fueron mis primeras zapatillas de running, pero hace años las dejé de lado por otras zapatillas más específicas de running, y ahora al tener la suela taqueada me han venido muy bien para mi aventura en el trail, ya que en ningún momento noté que no agarrasen o me resbalase.

En resumen, una experiencia muy buena, he disfrutado mucho, por momentos me recordó a mi infancia, cuando saltaba y corría por los alrededores del chalet que mis tíos tenían junto al río Tajo, y desde luego tengo muy claro que repetiré experiencia.