lunes, 30 de diciembre de 2019

Hora de hacer balance de 2019

Ya estamos a poco más de 24 horas de acabar el 2019, aunque en lo que respecta a carreras ya di por cerrado el año el pasado 15 de diciembre, tras cruzar la meta de la San Silvestre de Alcorcón. Tras eso, salidas cortas para intentar no perder mucho ritmo, y sobre todo quemar los excesos de estos días navideños.


En lo que llevamos de año hasta hoy, llevo 1.487,30, aún queda un día, y subirá algo la cifra, pero no va a pasar de los 1.500 kilómetros, y me quedaré por debajo de los 1.705,08 kilómetros del 2017, o los 1.602,77 kilómetros del 2018.

Este año ha venido marcado claramente por el cambio en el método de entrenamientos, la idea era clara desde principios de 2019, menos cantidad de kilómetros, pero dar más calidad a esos kilómetros. Por supuesto, también venía marcado en rojo en el calendario el 13 de octubre, fecha en la que correría mi tercer major, tras Berlín y Nueva York, era el turno de Chicago. Preparar este maratón supuso que de nuevo tuve un verano de muchos kilómetros, siendo agosto, por segundo año consecutivo, el mes de mayor carga del año, con 219,97 kilómetros, aunque mereció la pena, ya que luego pude disfrutar de mi mejor Maratón, por marca, 3h 42´17", por sensaciones, por lo que pude disfrutar a lo largo de la carrera, y también sea dicho de paso, por lo que Chicago supone como organización de un Maratón, en todo momento, la organización raya la perfección.


En lo que respecta al Medio Maratón, la que es mi distancia preferida, he acabado el año con cuatro metas, en tres ciudades distintas (Madrid, Valladolid y Valencia). En esta distancia este año he conseguido acercarme al sub 1h 40´, lástima de flato que me entró en Madrid, sino, es muy posible que lo hubiese logrado, aún así, muy contento de haber dejado mi marca en 1h 40´47”, y haber hecho todas las carreras por debajo de 1h 43´. 


Este año, he podido volver a correr una distancia que no es habitual, el 15K, llevaba desde 2016 sin hacerlo, y me apetecía volver a hacer esa distancia, cerrando el año con dos carreras, una en Madrid y otra en Valencia, la primera era una preparación para el Medio Maratón de Madrid, y salió bastante bien, 1h 08´19”, la segunda, dentro de un fin de semana familiar en la playa, donde disfruté de 15k nocturnos por Valencia.


Como no, en el calendario también ha habido hueco para el 10K, este año han sido siete carreras, aunque una de ellas sufrió un cambio de recorrido de última hora, y al final no llego a los 10K. En esta distancia también se ha hecho notar el nuevo método de entrenamiento, ya que he acabado muchas carreras cerca de los 45´, y en dos de ellas incluso por debajo de 45´, llegando a mejorar mi marca en esta distancia, algo que hace un año veía difícil, dejándola en 44´10”.


Y como no, también he hecho montaña, aunque este año poca, solo una, y además muy sufrida, ya que me presenté en la línea de salida sin preparación, e infravalorando el recorrido, lo cual hizo que me llevase una bofetada de realidad, por otro lado bien merecida.


Este año, aparte del cambio de entrenamientos, he seguido con los entrenamientos de Adidas Runners Madrid, intentando ir siempre en grupos que me hiciesen salir de mi zona de confort, esa de la que cuesta salir cuando vas en solitario, y de la que te resulta más fácil salir cuando corres en grupo.

Y en lo que respecta a la salud, he tenido un buen año, atrás quedaron las molestias del psoas con las que cerré el 2018. Sigo complementando los entrenamientos con ejercicios de fuerza, core, y sobre todo con estiramientos y sesiones de foam roller, además de sesiones de fisio cuando noto demasiado cargados los músculos.

Y ahora toca empezar a planificar 2020, el cual de momento tengo bastante en el aire, tengo carreras en mente, pero no tengo definido a cuales iré o cuales no, en las próximas semanas, empezaré a definir las metas a cruzar, de momento, me limito a salir a correr sin presión, y como siempre, intentando disfrutar de cada zancada.


miércoles, 18 de diciembre de 2019

San Silvestre de Alcorcón 2019

El pasado domingo participé en la última carrera del 2019, cerrando así la temporada de carreras populares corriendo en casa, en un recorrido que pasaba por lugares por los que suelo entrenar a lo largo del año. 

 
La bolsa del corredor se retira junto a la pista de atletismo de Alcorcón, sin esperas, ya que no es una carrera multitudinaria, en ella te hacen entrega de la camiseta, el dorsal, y un tetrabrick de caldo Aneto, junto a una bolsa de la misma marca. 

La última vez que corrí esta carrera fue en 2017, y respecto a esa edición (y anteriores), se ha producido un importante cambio, y es que se estrenaba un nuevo recorrido. Por lo demás, el formato era el mismo, un recorrido de 5 kilómetros, en el que sobre la marcha, cada uno decide si quiere hacer 10 kilómetros, dando dos vueltas, o dar solo una vuelta, y quedarse en 5 kilómetros. Además el circuito está homologado, y sirve para acreditar marca en la San Silvestre Vallecana. 

 
El recorrido es duro, ya que no hay apenas zonas llanas, con zonas de mucho tobogán, y dos zonas de largas subidas, que se notan en las piernas y en el ritmo, ya que apenas te dan respiro, en resumen, un recorrido bastante rompepiernas. 

En esta carrera, me presentaba tras casi dos semanas sin entrenar, eso sí, por voluntad propia, ya que quería descansar mente y piernas, por lo que tenía muy claro que no me encontraba en mi mejor momento, así que me presenté en la línea de salida con una idea muy clara, la de disfrutar de la última carrera del año, además de un año que se ha dado bastante bien. 

 
La carrera empezaba con un ligero desnivel favorable, por una larga recta, que solo se veía cortada por una glorieta poco antes del PK1. El ritmo en ese kilómetro fue algo más alto de lo esperado, sin duda ayudado por el desnivel, que hizo que hiciese ese primer kilómetro en 4´36”. Tras la recta, girábamos 360º para luego girar a la derecha, y dejar atrás el terreno favorable y empezar la primera subida, corta, pero intensa, y tras dos giros a la izquierda, bajar por la calle paralela, la cuesta que habíamos subido. 

Posteriormente, tras dos giros a la derecha, volvíamos a subir, en esta ocasión una cuesta más larga, que se iba notando en las piernas. El PK2 se encontraba cerca del comienzo de esta subida, y en el crono se notó tanto giro cerrado y las subidas y bajada, haciendo ese segundo kilómetro en 4´46”. 

El tercer kilómetro se hacía casi todo en subida, es una subida larga que apenas da descanso, pero como en el recorrido hacíamos una especie de S, nos encontramos con un tramo de bajada, que nos daba un pequeño respiro, antes de volver a encarar la subida. A pesar de la subida, pude llevar un ritmo bueno, haciendo ese tercer kilómetro en 4´41”. 


La subida era larga, por lo que parte del cuarto kilómetro también se encontraba dentro de ella, hasta que por fin giramos a la derecha, y nos encontramos, primero con un falso llano en bajada, para luego girar a la izquierda, y encontrarnos ahora sí, con terreno favorable, y con el PK4. Ese cuarto kilómetro lo hice en 4´50”, sin duda había pesado en el ritmo el final de la subida. 

El kilómetro cinco, era con perfil favorable, pero con un continuo sube y baja, bastante rompepiernas, que hacía imposible llevar un ritmo constante. Poco antes de la meta, unos voluntarios indicaban pasar por la zona derecha del arco de meta, a los que fuesen a hacer cinco kilómetros, o por la izquierda a los que íbamos a dar dos vueltas y hacer los diez kilómetros. 

El kilómetro cinco lo hice en 4´36”, pasando por el arco de meta en 23´29”. 


Tocaba encarar la segunda vuelta, en ella empecé a notar el parón y la falta de entrenamientos, haciendo la mayoría de los kilómetros unos segundos más lento que en la primera vuelta. El sexto kilómetro lo hice en 4´42”, más lento que en la primera vuelta en 6”, el séptimo kilómetro lo hice en 4´53”, más lento en 7”, y el octavo kilómetro noté bastante la subida y lo hice 15” más lento que en la primera vuelta, es decir en 4´56”. 

Los siguientes dos kilómetros, mejoré con respecto a la primera vuelta, pero no en unos tiempos que hiciesen recuperar el terreno perdido en los tres anteriores. El noveno kilómetro lo hice en 4´47”, mejorando en 3”, y el último kilómetro lo hice en 4´34”, mejorando en 2”, el tiempo de la primera vuelta, y siendo mi mejor kilómetro en todo el recorrido. 

Crucé la meta con un tiempo de 47´21”, lo cual teniendo en cuenta el momento de forma en el que estaba, el recorrido, y que en ningún momento forcé para ir a tope, me parece bien, y sobre todo teniendo en cuenta que me tomé la carrera para disfrutar de correr en mi ciudad, por las zonas que entreno, pero con dorsal.