miércoles, 27 de marzo de 2019

V Met Life 15 km Madrid Activa

El pasado domingo participé en una nueva carrera, en esta ocasión en una distancia que apenas he corrido (solo dos veces), y que llevaba tiempo sin hacer (la última en el 2016), así que estaba ante una distancia atípica, a medio camino entre los 10 km y el Medio Maratón, en la que no sabía muy bien como me iba a manejar. 

Esta era la quinta edición de esta carrera, yo la había corrido en sus dos primeras ediciones, 2015 y 2016, y volvía a correrla con bastante ilusión ya que tiene un recorrido bastante bonito, pasando por muchas de las zonas emblemáticas de Madrid, aunque debo decir que hubo un detalle que hace que se te quiten las ganas de correr, y es que el día de la recogida del dorsal estuve una hora y cuarto haciendo cola para que me diesen el dorsal. No sé cuál fue el problema, pero está claro que la organización no puede planificar tan mal la recogida de dorsales, porque eso habla muy mal de ella. Decir también que la logística de las camisetas fue también bastante mala, yo fui el viernes y me dieron camiseta de manga larga y de la talla que había indicado en la inscripción, pero el sábado compañeros míos se encontraron con que les daban camisetas de manga corta, y además que no eran de la talla que habían indicado en la inscripción. La verdad es que la organización, aún tiene cosas que mejorar a pesar de llevar ya cinco ediciones. 


Por otro lado, lo bueno de esta carrera, para mí, es que es un buen test para los que están pensando en dar el salto del 10 km al Medio Maratón, o para los que, como yo, están preparando un Medio Maratón unas semanas después. Y lo mejor de la carrera es el recorrido, como he comentado anteriormente, es un recorrido turístico, para disfrutar visitando Madrid a golpe de zapatilla, y es que la carrera pasa por el Paseo de la Castellana, Paseo de Recoletos, Plaza de Cibeles, Puerta de Alcalá, Parque del Retiro, Paseo del Prado, Congreso de los Diputados, Puerta del Sol, calle Mayor, Catedral de la Almudena, Palacio de Oriente, Parque del Oeste, y meta en el Puente del Rey. Un recorrido bonito, bastante favorable, y que para nada se hace pesado. 

En esta carrera coincidí con muchos compañeros de entrenamiento de Adidas Runners Madrid, con los que estuve charlando y haciéndonos las correspondientes fotos, mientras esperábamos a que diesen la salida. 


La carrera era una nueva prueba para el método de entrenamiento que estoy llevando este año, un plan de entrenamientos en el que estoy haciendo menos kilómetros, pero más intensos, buscando más chispa a las piernas, y llegar menos cargado. El ritmo que tenía planeado era ir por debajo de 4:45 min/km, y ya que había un globo de 1 hora y 10 minutos, pensé en hacerla junto a él, lo cual suponía intentar ir a un ritmo de 4:40 min/km, que por los entrenamientos pensaba que podía ser accesible. 

En la salida me coloqué junto a una compañera de Adidas con la que comparto muchos kilómetros en los entrenamientos, y que tiene un ritmo algo mejor que el mío, y con ella hice los dos primeros kilómetros, en 4´17” y en 4´19”. A ese ritmo no tardamos ni un kilómetro en dejar el globo de 1h 10”, lo cual daba mucha moral, pero la duda era, ¿cuántos kilómetros sería capaz de aguantar ese ritmo?, decidí no saber la respuesta, y dejé ir a mi compañera, seguir a ese ritmo era un suicidio, y pasé a hacer el siguiente kilómetro en 4´32”, un ritmo más acorde al mío. 


Antes de pasar por el PK4, me pasaron otros dos compañeros de Adidas Runners, iban más rápido que yo, y por un momento estuve tentado de acelerar e ir con ellos, iba bien, las piernas me pedían más ritmo, pero preferí ser cauto, y mantener mi ritmo, que en ese kilómetro 4 fue de 4´30”. Un poco antes del kilómetro 5, giramos a la izquierda, hacía la Puerta de Alcalá, para encarar la primera subida, dejando atrás el terreno favorable que habíamos tenido hasta ese momento. Por el PK5 pasé en 22´18”, haciendo ese quinto kilómetro en 4´40”. 

La subida que iniciamos en la calle Alcalá, llegaba hasta la avenida de Menéndez Pelayo, en ese tramo intenté no perder demasiado el ritmo, pero también quise aprovechar para darme un pequeño respiro tras los primeros cinco kilómetros, haciendo el kilómetro 6 en 4´58”. 


La avenida Menéndez Pelayo, es una bajada que se puede hacer muy rápido, pero yo simplemente me deje llevar, intentando aprovechar ese terreno para recuperarme de la anterior subida, y en previsión a lo que vendría después, ya que tras llegar a Atocha, y encarar el Paseo del Prado (tramo de ligera subida), nos esperaba otra dura subida, la del Congreso de los Diputados, prácticamente ya en el kilómetro 10. 

Por el PK10 pasé con un tiempo de 45´49”, haciendo el kilómetro 7, en 4´35”, el 8, en 4´29”, el 9, en 4´30”, y el kilómetro 10 en 4´59”, notándose sin duda la subida del Congreso en las piernas y en el ritmo. 


Encarábamos los últimos cinco kilómetros, en los que los dos primeros íbamos a recorrer lugares emblemáticos de Madrid, como la Puerta del Sol, la Catedral de la Almudena y el Palacio de Oriente. En esos kilómetros en principio me tomé un respiro tras la subida del Congreso, haciendo el kilómetro 11 en 4´47”, para posteriormente volver a apretar el ritmo y hacer el kilómetro 12 en 4´30”. 

A la altura de Plaza de España, antes de encarar la subida de la calle Ferraz, que nos llevaría hasta la calle Pintor Rosales, pasé a mis compañeros de Adidas Runners que me habían pasado en el kilómetro 4, me puse a su lado, les saludé y les dejé atrás, ya que ellos habían bajado el ritmo, y yo me encontraba bastante bien. 


A la calle Ferraz, le seguía un falso llano en subida, ya en la calle Pintor Rosales, una zona que conozco bastante, ya que es uno de los lugares en los que entrenamos en Adidas Runners, por lo que sabía que tras ese falso llano, en cuanto girásemos a la izquierda dejando atrás Pintor Rosales, todo era terreno favorable, así que me tomé con calma ese tramo, haciendo el kilómetro 13 en 4´47”. 

Pasado el kilómetro 13, al comienzo de la bajada vi que unos metros más adelante estaba mi compañera de Adidas Runners, con la que empecé la carrera, eso me motivó para apretar más el ritmo e intentar alcanzarla, lo cual hice un poco antes del PK14, haciendo ese kilómetro en 4´27”. Me puse al lado de ella, la saludé con el dedo hacia arriba y me coloqué delante de ella, haciéndole de liebre, durante la calle Rosaleda y el Paseo del Rey, hasta que llegamos a la Cuesta de San Vicente, momento en el que me dio el relevo. Le seguí el ritmo hasta que dejamos la mencionada cuesta, y entrabamos en la zona de Madrid Río para encarar el Puente del Rey y la zona de meta, en ese momento me dediqué más a buscar a mi mujer y a mi hijo entre el público que a mantener el ritmo que llevaba mi compañera. 


En el Puente del Rey, unos metros antes de meta, estaba mi mujer y el niño, abrí los brazos, les sonreí, y continué hasta cruzar la línea de meta, contento por la carrera, y sobre todo por un dato que me marcó el crono, y es que hice el último kilómetro en 3´59”. 


La meta la crucé en un tiempo de 1h 08´19”, un tiempo bastante mejor del que me había propuesto al empezar la carrera, y es que como os conté anteriormente, en la salida me conformaba con hacer 1h 10´. Pero las piernas respondieron muy bien durante los 15 kilómetros, e incluso me pude permitir que el último kilómetro de la carrera fuese el kilómetro más rápido, además de que creo que fui bastante inteligente al no obcecarme al principio de la carrera con el ritmo de mis compañeros.


domingo, 3 de marzo de 2019

We Run Parla 2019

Con un poco de retraso, llega la entrada sobre la última carrera en la que me he puesto un dorsal, la We Run Parla 2019, en la cual participé el pasado 17 de febrero, siendo esta la tercera ocasión que corría en esta carrera, que tiene un recorrido bastante llano, pero que engaña, ya que la denominan como el 10k más rápido de Madrid, y eso no es así, conozco por lo menos un par de carreras que son bastante más rápidas.

 
Lo bueno de esta carrera, es que al no ser en Madrid, no es una carrera que atraiga a mucha gente, aunque con el eslogan cada año son más los que pican y van a Parla buscando mejorar sus marcas. A pesar de ello, sigue sin ser una carrera masificada, y se nota por ejemplo en la retirada del dorsal, que no pudo ser más rápida, llegamos, directos a por el dorsal, y luego a por la camiseta, sin esperar nada de cola. Eso sí, la bolsa del corredor de lo más pobre, camiseta y publicidad.
 
La carrera se hace por circuito urbano, algo estrecho en sus primeros kilómetros, bastante llano en su mayoría, aunque tiene un repecho en el kilómetro 3, y parte de los dos últimos kilómetros pican un poco para arriba. Por contra, no tienes bajadas, que es lo que más beneficia para que el recorrido sea rápido, y además tiene zonas de glorietas, giro de 180º, y zonas en las que te tienes que subir por las aceras que ralentizan. Tampoco es una carrera en la que puedes esperar mucha animación, la poca que hay está al inicio de la carrera y al final. 

 
Este principio de año he cambiado los entrenamientos, estoy haciendo entrenamientos con menos kilómetros, pero más intensos, lo que supone meter más ritmo a las piernas, por lo que para esta carrera me había propuesto llevar un ritmo rápido y mejorar el crono del año pasado, que fue de 46´56”, en un minuto, algo bastante exigente, pero por intentarlo no iba a ser.

 
En esta carrera coincidía un año más con mi primo, el cual acababa de salir de un resfriado, y el ritmo que le propuse le pareció excesivo. También coincidí con compañeros de Forrest Gump Team, y en este caso sí que hubo uno de ellos que sí tenía previsto llevar un ritmo al que yo tenía previsto correr, así que juntos nos fuimos al cajón que teníamos asignado, que en este caso era el de menos de 50´. 

Dentro del cajón intentamos situarnos lo más adelante posible, para estar más pegados a los corredores de ritmo 45´ que a los corredores de ritmo 50´, y de esta forma pudimos hacer una salida rápida, que era importante si queríamos coger un buen ritmo desde el principio, y sobre todo dejar atrás a los corredores que se meten en cajones que no son los suyos, y que van demasiado lentos. El primer y el segundo kilómetro se hacen por zonas estrechas, y no te puedes limitar a usar solo la calzada, también hay que hacer uso de las aceras, y eso es lo que hicimos nosotros, usar las aceras, para intentar ir a nuestro ritmo, en lugar del ritmo que te pongan los corredores que tengas delante, lo malo, el tener que ir esquivando mobiliario urbano, y tener que subir y bajar bordillos. El PK1 lo pasamos en 4´39”, y el PK2 en 9´18”, lo que significaba que los dos primeros kilómetros lo hicimos a 4:39 min/km. 

 
Ya en el kilómetro 3 se dejan atrás las zonas estrechas, y encaramos una larga y ancha recta, que acaba en una pequeña subida, de la cual avisé a mi compañero, ya que él era la primera vez que corría en Parla. No es una subida dura, pero si que se nota en el ritmo y en las piernas. Por el PK3 pasamos con un tiempo de 13´57”, a un ritmo de 4´39”, calcando el ritmo de los dos anteriores. 

La larga recta y subida, acababa en un giro a la derecha, y es donde el recorrido nos daba un pequeño respiro con una leve bajada, en esa bajada, pasábamos por el PK4, y entrábamos en una zona, donde nos cruzábamos con otros corredores, y es que un poco antes del PK5, teníamos una glorieta donde hacíamos un giro de 180º. El kilómetro 4 lo hicimos en 4´33”, y el kilómetro 5 en 4´34”, pasando por la mitad de la carrera con un tiempo de 23´04”. 

 
Los siguientes dos kilómetros son un continuo zigzag, pequeñas rectas, seguidas de giros de 90º, en el que vas corriendo un poco a tirones, en el kilómetro 6, eso no nos afectó mucho e incluso hicimos el mejor ritmo de todo lo que llevábamos de carrera hasta ese momento, haciéndolo en 4´32”, pero el kilómetro 7 fue distinto. Ese kilómetro fue el peor de los 10, y es que a los continuos zigzag, hubo que sumarle que me encontré primero con un corredor que conocí por el Maratón de Nueva York, al que saludé y con el que hice unos metros corriendo, posteriormente me encontré con un antiguo compañero de trabajo, de nuevo saludo, y unos metros corriendo juntos, y por último mi compañero de carrera, empezó a quedarse atrás, y bajé el ritmo para acompasarlo, pero él me dijo que tirase, que no podía seguir el ritmo. Todo ello sumado, hizo que el kilómetro 7 lo hiciese a un ritmo de 4´45”. 

 
El kilómetro 8, ya lo hice solo, y decidí aprovechar que pasábamos por una zona amplia, recta y donde se podía correr cómodamente, así que apreté, y si anteriormente había hecho el que sería el peor kilómetro de los 10, en esta ocasión hice el mejor ritmo de toda la carrera, pasando por el PK8 en 36´48”, haciendo ese kilómetro en 4´27”. 

Los dos últimos kilómetros, sobre todo el 10, se me hicieron un poco largos, no conseguía llevar el ritmo ligero que quería, tenía en la mano, o mejor dicho en las piernas, el reto que me había marcado, pero no terminaban de responder y empezó a ser un quiero y no puedo, dificultado también porque en ese tramo la carrera picaba ligeramente hacía arriba. Esos dos últimos kilómetros los hice en 4´35” el kilómetro 9, y en 4´40” el kilómetro 10. 


El tiempo en meta fue de 46´03”, no había conseguido bajar ese minuto que me había propuesto, pero sí había conseguido bajarlo en 53”, lo que supone más de 5” por kilómetro, y es para estar contento, después de solo un mes y medio con el método de hacer menos kilómetros, pero más intensos.