miércoles, 29 de abril de 2015

EDP Rock´n´Roll Madrid Maratón 2015 - Parte II

Antes de continuar con el resto del Maratón, quiero felicitar a la organización, espectacular todo, Feria del corredor, instrucciones, ropero, señalizaciones, todo a la altura de una competición internacional. Felicitar también y dar las gracias a los voluntarios, fundamentales en un evento de esta envergadura. Y como no, a toda esa gente que, a pesar de la lluvia, te encontrabas a lo largo del recorrido animando y apoyando, y que te hacía sentir que estabas haciendo algo importante. Por último, un 10 al recorrido, creo que es difícil encontrar un recorrido que pase por sitios tan emblemáticos y bonitos como los que pasamos en esos 42.195 metros, aunque eso sí, tratándose de Madrid, un recorrido bonito, pero también duro y rompepiernas.

Altimetría del Maratón de Madrid 2015
Ahora continúo con el Maratón:

A partir del kilómetro 25 se puede decir que empezaba otra carrera, quedaban 17 kilómetros, y los iba a tener que hacer yo “solo”, pero no era algo nuevo para mí, había hecho quince duras semanas de entrenamiento, en las que había luchado solo contra todo, haciendo tiradas de fondo muy duras, en las que me había llovido y había tenido mucho viento. Ese entrenamiento, a partir de ese momento, se iba a poner a prueba, y no tanto física como mentalmente.

La alegría tras pasar la meta
Entre el kilómetro 25 y el 30, Paseo de la Florida, Cuesta de San Vicente y 4 kilómetros muy duros por la Casa de Campo. Duros no solo por el recorrido, que eran dos de subida y dos de bajada, y que conocía bastante bien, porque han sido muchas las ocasiones que he ido a correr y a montar en bici por allí, sino también porque es la única zona donde no hay casi gente animando y, porque si todo eso fuese poco, la climatología ya decidió no ponerse de nuestra parte. Empezó de nuevo a llover, pero ya no era la lluvia leve que nos había acompañado en distintos tramos del Maratón, ya era una lluvia abundante que hacía que todo resultase muy incómodo. En este tramo, avituallamiento de agua, bebida isotónica y gel en el kilómetro 26, aunque yo tomé mi propio gel, y nuevo avituallamiento en el kilómetro 30, donde dieron agua, bebida isotónica y plátano. El paso por ese kilómetro fue de 2:53:57 a un ritmo de 5:48 min/km, habiendo hecho en ese tramo una media de 5:56 min/km. Sin duda la Casa de Campo había hecho mella en mi ritmo.

A partir del kilómetro 30 llegaba lo inexplorado, nunca había pasado de esa distancia, así que no sabía muy bien como respondería, hasta ese momento salvo las leves molestias que he comentado, físicamente iba bastante bien, y mentalmente, aunque la Casa de Campo se me había hecho un poco dura, tampoco iba mal. Pero a partir de ese momento cualquier cosa podía pasar, por un lado estaba el temido muro que tanto comentan los maratonianos, y por otro estaba el muro que la organización nos había preparado con siete kilómetros de constante subida, que tenían dos rampas de bastante dureza, una justo al empezar (Calle Segovia), y otra para terminar (Calle Goya).

Luciendo medalla
Del 30 al 35 pasábamos de llegar al punto más bajo del recorrido a empezar, a partir del 33, la constante subida. En este tramo también hubo mucha zonas desangeladas, la lluvia apretaba cada vez más, y mi cabeza empezó a cometer errores. Seguía bien físicamente, pero en mi cabeza el mal tiempo, y la cantidad de kilómetros y de horas empezaban a pasar factura. Empecé a ver la meta como una necesidad, no como un triunfo, y empecé a descontar los kilómetros de uno en uno en lugar de ir centrado en correr, en sumar metros, olvidándome de lo que quedaba. Por suerte, seguía consciente de una cosa, no olvidarme de tomar los geles, así que en el kilómetro 32, en un nuevo avituallamiento liquido, cogí agua y me tomé el penúltimo gel.

Pasado el 33 comenzaba lo duro, ¡y de que manera!, terminando Virgen del Puerto giramos a la derecha y empezamos a subir la Calle Segovia, una cuesta que casi nos deja clavados a todos, como bajó el ritmo de todos los que nos encontrábamos en esa zona, como nos costó superar ese tramo. Recuerdo que en ese momento pensé “¿Será esto a lo que se refieren con el famoso muro?”. Por el kilómetro 35 el tiempo fue de 3:23:34, a un ritmo de 5:49 min/km, haciendo ese tramo a 5:56 min/km.

Kilómetro 35, estaba a tan solo 7.195 metros de la ansiada meta, cinco de ellos (hasta el 40), de constante subida, que se sumaban a los dos que llevábamos ya desde el 33. A pesar de notarme bien de piernas y de no sentir que estuviese sufriendo excesivamente, este tramo se me hizo muy duro. Los kilómetros pasaban muy lentos, cada vez llovía con más fuerza, llevaba la ropa empapada, y lo peor eran los calcetines y las zapatillas, ¡como pesaban!, cada zancada costaba la vida, y de verdad, insisto, no porque físicamente fuese mal, sino porque la subida y la lluvia complicaban enormemente todo. Desde Casa de Campo, ya había empezado a ver a corredores andando, pero fue en este tramo donde ese número se multiplicó, no voy a decir que había más personas andando que corriendo, pero si que ya eran muchas las que veían el final del Maratón muy cerca, y preferían terminar el recorrido andando, antes que abandonar. También en este tramo volvíamos a pasar por lugares emblemáticos de Madrid, Paseo de las Acacias, Glorieta de Embajadores, Ronda de Atocha, Paseo del Prado, Neptuno, Plaza de Cibeles, Paseo de Recoletos, Plaza de Colón y Calle Goya, de nuevo un bonito recorrido turístico por Madrid. Pero que diferente se ve todo cuando llevas tantos kilómetros y tantas horas corriendo, y sobre todo cuándo llueve tanto que estás calado hasta los huesos.

Contento por el reto de papá
En este tramo del 35 al 40, para mí fue lo más duro del Maratón. Por un lado tienes la cabeza que igual te anima cada vez que pasa un kilómetro, como que al momento te hunde por todas las circunstancias que llevas encima. Por otro lado teníamos el último tramo que aún quedaba de subida, la Calle Goya, otro repecho, este más largo que el de la Calle Segovia que dejó clavados a muchos corredores... por suerte yo no fui uno de ellos. En el lado positivo de este tramo, las fuerzas que me dio ver a Lucia y Javi, dos amigos que habían dicho que irían a animarnos, y que debido al tiempo sinceramente no esperaba que fuesen, pero sí, fueron. Me los encontré justo en la parada de Cercanías de Recoletos, su grito de “Manu, con dos cojones, vamos que lo tienes hecho”, me insufló una energía en las piernas difícil de explicar, fue como una corriente eléctrica que solo puedo definir como increíble y desde luego solo puedo darles las gracias por haberse desplazado hasta allí para animar. En el kilómetro 37,5 nuevo avituallamiento, en este caso solo líquido y último gel, éste también con cafeína. Por el kilómetro 40 el tiempo fue de 3:55:02 a un ritmo de 5:53 min/km, haciendo ese tramo en 6:18 min/km, sin duda se notó la dureza de este tramo también en el ritmo promedio.

Tiempos por tramos
Al coronar esa última cuesta podríamos decir que el Maratón había terminado, solo quedaba el último tramo, del 40 al 42,195, un tramo con un terreno favorable, un kilómetro de bajada y el resto llano. Pasé ese kilómetro de bajada tranquilo y sin forzar, encaré el 41 con el Retiro ya a la vista, y tras un leve giro a la derecha y otro a la izquierda se encontraba la entrada al Retiro, aunque antes de esa entrada un nuevo momento emotivo, otra amiga que fue a verme y animarme, Carmen, se encontraba junto a mi mujer y mi pequeñajo, y unos metros más adelante de nuevo mis amigos Javi y Lucia, todos ellos, a pesar de la lluvia, y a pesar del frío, estaban junto a la entrada del Retiro, para gritarme y darme el último empujón, y yo emocionado y casi llorando les levanté el brazo en señal de victoria. Entrando al Retiro, de nuevo levanté los brazos al cielo, y desde esa entrada hasta la línea de meta fue algo indescriptible, bajé el ritmo y me dediqué a disfrutar del momento, a ser consciente de que las duras sesiones de entrenamiento habían dado su fruto. ¡Lo había conseguido!, me había propuesto hacer un Maratón, y que ese, mi primer Maratón, fuese el de mi ciudad, Madrid, y ya me encontraba a escasos metros de conseguirlo. Eso había que saborearlo, había que disfrutarlo como era debido, y vaya si lo hice. Como podéis ver en el vídeo los últimos metros los hice al trote y con los brazos levantados. El tiempo final fue de 4:07:59 a un ritmo de 5:53 min/km, pero eso era lo de menos.



Mis compañeros también cruzaron la meta del Maratón. Charly lo hacía totalmente exhausto, pálido, pero lo había conseguido, había sacado fuerzas de flaqueza y había recorrido los 42.195 metros. David por su parte entraba más fresco, con una sonrisa, feliz por el logro que acababa de realizar, y junto a ellos cruzaba la meta Luis, el padre de David, el culpable de que nos embarcásemos en esta locura. Todos los retos tienen un inicio, un primer momento en el que empiezas a planteártelo, y el nuestro fue tras acabar el Asics Medio Maratón Villa de Madrid del 2014, cuando Luis nos preguntó si nos veíamos capaces de correr un Maratón, en ese momento nos reímos y dijimos que no, pero... esa misma pregunta nos la hizo unos meses después cuándo acabamos el Skoda Triathlon Series Madrid 2014, en esa ocasión acabábamos de nadar 750 metros, de hacer 23,1 km en bici y corrido 5 km, y hacer un Maratón ya no nos parecía una locura. Poco más de un mes después nos inscribimos en el Maratón de Madrid 2015.

Comentaros que Luis ha corrido 7 veces el Maratón de Madrid, hasta que, como dice su hijo, unos tendones con nombre de guerrero de la antigua Troya le hicieron colgar las zapatillas. El domingo su idea era entrar a correr con nosotros alrededor del kilómetro 30, para ayudarnos con el temido muro. Finalmente entró antes, en el kilómetro 26, con la intención de ayudar a Charly a superar su pájara. Sin duda su experiencia y sus consejos fueron de gran ayuda para que Charly, a pesar de ir al límite, cruzase la meta. Por mi parte, una pena no haber podido compartir unos kilómetros con una persona con tantos maratones a sus espaldas y, como he dicho antes, culpable de la locura que ese día estábamos corriendo.

Antes de terminar esta entrada quiero dar las gracias a mis amigos de Google + por su apoyo y sus consejos, también a las personas que leéis el blog y que me alentáis con vuestras visitas, a mis amigos que han aguantado en los últimos meses muchas conversaciones sobre Maratón, a todas esas personas que a lo largo de los 42.195 metros del recorrido, aún siendo nosotros personas anónimas nos daban ánimos, a los padres de David y su novia Barbará por estar apoyándonos en tantos puntos del recorrido, a mis amigos Carmen, Lucia y Javi, por venir a apoyarnos a pesar de la lluvia, a mis dos compañeros de locura, David y Charly,  por compartir esta experiencia tan increíble, y por supuesto a Natalia, mi mujer, por aguantar todas las sesiones de entrenamiento, por acompañarme en las sesiones de cinta y fortalecimiento en el gimnasio, por apoyarme en esta locura, y por estar en cada línea de salida y cada línea de meta que decido cruzar, este triunfo no es sólo mérito mío también es mérito tuyo, contigo nunca desfallezco.

Gracias a todos por estar ahí y por haber puesto vuestro granito de arena para que este reto saliese adelante.


PD.- El reto ha terminado, pero el blog sigue, aún quedan retos a los que apuntarse, y experiencias y consejos que compartir.

lunes, 27 de abril de 2015

EDP Rock´n´Roll Madrid Maratón 2015 - Parte I

Llegó el día del Maratón, ese al que me apunté allá por el mes de agosto, ese día que se veía tan lejano, ya llegó, y pasó… y pasó dejando muchos tipos de sentimientos y de emociones. Pero sobre todo dejando una tremenda alegría por haber conseguido superar un gran reto, cruzar la meta de un Maratón, un Maratón rompepiernas, según dicen muchos expertos, un Maratón de los más difíciles. A mis cuarenta y uno, casi cuarenta y dos años he hecho mi primer Maratón.

Cuando inicié el blog lo hice con dos ideas, la primera era llevar un diario de lo que iba a ser la experiencia de preparar el Maratón, y la segunda intentar que mi experiencia pudiese servir a otros runners aficionados, que sirviese para demostrar que no hacen falta planes de entrenamientos de seis días, que con un plan de entrenamiento de tres días, y sin dejar de lado trabajo, familia y amigos, se podía correr un Maratón… y si correr un Maratón se puede, no digamos ya una carrera de 5 km, 10 km o un Medio Maratón. Pero todo eso ya lo conté en A mis cuarenta y… la primera entrada del blog, que podéis leer pinchando aquí.

Y llegó el domingo 26 de abril, decir que a pesar de los nervios pude descansar bastante bien, no dormí del tirón, pero bueno eso no lo hago desde que nació el pequeñajo, pero a pesar de ello descansé bastante bien. Desayuno habitual y a vestirse, con un cambio respecto a lo que tenía pensado, mi primera idea era correr en pantalón corto, pero para la hora del Maratón daban lluvia, así que opté por las mallas piratas, ya que el pantalón mojado podía ser bastante más incómodo.

Me fui hasta la estación de cercanías, y ya desde allí me empecé a encontrar mucha gente que, al igual que yo, se desplazaban hasta Atocha, y de ahí a Retiro, a dejar las cosas en el ropero. Y allí cambio de zapatillas (tengo la manía de no llevar puestas las zapatillas de correr), y a quitarme chubasquero y chándal, pero antes había que buscar una zona más o menos seca para poder cambiarme. Por otro lado, a Charly, uno de mis compañeros de reto, el metro le dejaba tirado en Ópera, y le tocaba irse hasta Cibeles andando, lo cual no es mucho, pero ese día ya te trastoca.

Ya en la zona de salida, música rock de fondo, miles de personas de diversas nacionalidades y edades, unos con mucha experiencia, otros, como nosotros, novatos, pero todos con la misma afición y el mismo objetivo, correr el Medio Maratón o el Maratón de Madrid, en resumen un ambiente increíble. Ahí, tocaba hacer los últimos estiramientos, apaciguar los nervios, echarnos alguna foto para el recuerdo, y por supuesto, echar un vistazo al cielo, que de momento nos estaba dando una tregua.


David, Charly y yo antes de la salida
Dan el pistoletazo de salida, y como era de esperar pasan muchos minutos desde que sale la élite, hasta que salimos nosotros que estábamos en el cajón 4, casi diez minutos, en los que vas avanzando por el Paseo del Prado, y en los que, por si no te has dado cuenta ya, te vas concienciando de que ya estás ahí, en la salida del Maratón.



Los primeros kilómetros del Maratón transcurrían por zonas muy emblemáticas de Madrid, Plaza de Cibeles, Paseo de Recoletos, Plaza de Colón, Paseo de la Castellana, Nuevos Ministerios, Estadio Santiago Bernabeu, Plaza Castilla, llegando hasta las Cuatro Torres, algo más de seis kilómetros, todos ellos de continua subida, haciendo que el comienzo del Maratón ya nos mostrase que no iba a ser fácil, y más cuando la lluvia empezó a hacer acto de presencia, siendo ya una constante en todo nuestro recorrido.

El paso por el kilómetro 5 fue lento, 31:39 a 6:20 min/km. Ese ritmo hacía que notase muy tirantes los isquiotibiales, y no me encontraba a gusto, pero quedaba mucho, la carretera era una constante subida, y mis compañeros preferían ser precavidos. Pasado el kilómetro 5 estaba el primer punto de avituallamiento, la carrera estaba recién comenzada, aún íbamos mucha gente junta, y además habíamos tomado juntos la salida los del Medio Maratón y los del Maratón, con lo cual fue una autentica locura.

Desde poco más del kilómetro 6 y hasta el 8, esta parte del recorrido era de falso llano, y de ahí a l kilómetro 10, de bajada. En ese momento dejamos de ir en paralelo, me puse por delante de mis compañeros y apreté un poco el ritmo, era cuesta a bajo, y aunque mis compañeros seguían pidiendo ser precavidos, seguir con el mismo ritmo lento, hubiese sido una tortura para las piernas. Así llegamos al kilómetro 10, nuevo avituallamiento, ya no solo de agua, también de bebida isotónica, donde lo hicimos mejor, uno cogió bebida isotónica y otros agua y nos lo repartimos, yo además aproveche para tomarme mi primer gel, en cambio mis compañeros optaron por esperar. En ese kilómetro el tiempo fue de 1:00:07 a 6:01 min/km, por lo que del 5 al 10 habíamos llevado un ritmo de 5:42 min/km, no excesivamente rápido, pero si más adecuado.

Los siguientes cinco kilómetros fueron de continuos toboganes, lo mismo ibas en llano, que subíamos que bajábamos, aunque la tónica era más de bajada. También en ese tramo, alrededor del kilómetro 14, nos despedimos de nuestros compañeros del Medio Maratón, ellos ya se dirigían hacía el Retiro, a nosotros en cambio aún nos quedaban muchos kilómetros hasta esa meta de Retiro. Las sensaciones seguían siendo buenas, tal vez también ayudado por el perfil de la carrera, por lo que el kilómetro 15 lo pasamos con un tiempo de 1:28:08 a 5:53 min/km, pero ese tramo ya lo hicimos a un ritmo de 5:37 min/km. Y en el kilómetro 15 nuevo avituallamiento, de nuevo agua y bebida isotónica, de nuevo nos repartimos para coger las distintas botellas, de nuevo me tomé un gel, el segundo, y para mi sorpresa de nuevo mis compañeros de fatiga optaron por no tomar el gel… mala idea pensé…

Desde poco antes del kilómetro 15 y hasta poco después teníamos un repecho muy duro, aunque conocido para mí, ya que hacía poco lo había subido en el Asics Medio Maratón, así que como lo conocía, relajé el ritmo, reduje la zancada, y a tirar para arriba, sabiendo que una vez pasásemos ese repecho tocaba terreno favorable y emblemático. Íbamos a pasar por la Glorieta de Quevedo, Calle San Bernardo, Gran Vía, Plaza de Callao, Calle Preciados, Puerta del Sol, Calle Mayor, Catedral de la Almudena, Palacio de Oriente, Jardines de Sabatini y Plaza de España, ahí es nada, ¡una buena ruta turística!. En ese tramo, decir que casi lloré, no soy de lagrima fácil, pero hay ciertas emociones que son difíciles de controlar y me sacan alguna lágrima, y en este tramo por un lado estaba la increíble cantidad de gente que te muestra su apoyo, te alienta, te choca la mano, y te hace sentir que estás haciendo algo importante, llevándote en volandas. Por otro lado, curiosidades del destino, pasamos por la zona en la que se inició en gran medida mi relación con mi mujer, la esquina de Gran Vía y San Bernardo (GranSan para nosotros), por allí pasaba la carrera y allí estaba mi mujer con el niño esperando a que pasásemos, sin importarle el frío y la lluvia que nos acompañaba esa mañana, y no pude más que pararme y darle un beso.


David y yo, con Charly al fondo
Y tras ese recorrido turístico llegamos al kilómetro 21,097, el Medio Maratón, con un tiempo de 2:02:26 a 5:49 min/km, que lejos quedaba de mi 1:50:00 que hice en el Asics Medio Maratón. Esos 6, 097 kilómetros los habíamos hecho a 5:38 min/km. Un poco antes de ese punto habíamos tenido un nuevo avituallamiento, en el que al líquido se sumaba también el plátano, cogí un poco de plátano, un vaso de bebida isotónica, y una botella de agua, que usé un poco más adelante para tomar junto con el gel, en este caso me tomé el primero de los dos que llevaba con cafeina. Aquí David ya optó por tomarse un gel, pero Charly no, decía que aún no lo necesitaba, y fallo colosal, el gel no se toma cuando el cuerpo te lo pide, el gel se toma antes, para evitar que el cuerpo te lo pida mediante una pájara.

Desde el punto del Medio Maratón, hasta el kilómetro 25, salvo un repecho de la calle Ferraz, el terreno fue favorable, pero eso en mi caso empezaba a no ser de ayuda, ya que me empezaron a dar punzadas en el tobillo derecho cada vez que el terreno era cuesta abajo, no era un dolor muy fuerte, pero si lo suficiente como para que la pisada no fuese la correcta. Por suerte solo me pasó en ese tramo, quedándose en un pequeño susto. También en este tramo se empezó a producir un cambio importante en nuestro grupo, desde prácticamente el kilómetro 8 habíamos dejado de ir en paralelo, pero aún así, íbamos pegados, pero en este tramo ya íbamos completamente en línea y con cierta distancia, Charly cada vez se quedaba más atrás, y David hacía la goma acercándose a mí y a Charly, para intentar mantener el contacto, aunque sin conseguirlo. El kilómetro 25 ya lo pasé yo solo, David se acercó a mi y me dijo que Charly no podía seguir el ritmo, que tirase para adelante que se quedaba con él, y debo de reconocer que en ese momento fui un poco egoísta, teníamos la ilusión de pasar juntos la meta, pero me sentía bien de piernas, el ritmo lento me molestaba en los isquiotibiales, y aunque me sabía un poco mal, por fin llevaba un ritmo en el que me sentía muy cómodo, así que lo mantuve y ellos se quedaron atrás. El tiempo en el kilómetro 25 fue de 2:24:20 a 5:47 min/km, habiendo hecho el tramo en 5:37 min/km.

Continuará...

sábado, 25 de abril de 2015

Y llega el día del Maratón

El día anterior a una carrera, muchos salen a correr un poco para activar las piernas, yo no, yo prefiero ese día descansar y estar relajado. Lo único que voy a hacer es acercarme al gimnasio y aprovechar la zona de termas para relajarme y meterme en el tanque de agua fría y en el de agua caliente, para descargar y recuperar los músculos.

Siempre dejo toda la ropa preparada el día antes de la carrera, y en esta ocasión no va a ser una excepción, todo bien preparado para que a la mañana siguiente solo tenga que coger la mochila y marcharme al punto de encuentro.

Obviamente, la noche de antes intentare acostarme pronto y espero que los nervios no me jueguen una mala pasada, y pueda descansar.

¿Qué desayuno el día D?, hay muchas páginas en las que puedes encontrar los desayunos ideales para antes de una carrera, aunque en este aspecto, lo mejor es ser un animal de costumbres, y a no ser que estés acostumbrado a alguno de esos desayunos, es recomendable que no introduzcamos cambios que puedan afectar a nuestro estómago. En mi caso, el desayuno suele constar de un batido de plátano con canela y una tostada con mermelada, eso recién levantado, unas dos horas y media antes de la carrera, y justo antes de salir de casa suelo tomar un té verde y en el camino al metro una barrita energética.

Ya estamos en la salida del Maratón, nuestro primer Maratón, sin duda en nuestro cuerpo habrá una mezcla de nervios y de entusiasmo, totalmente lógico teniendo en cuenta el reto al que nos enfrentamos, pero eso no debe nublarnos la mente y debemos tener muy claro como correr los primeros kilómetros. Esto será un primer paso muy importante para empezar bien el Maratón y alcanzar la meta, lo cual será una gran recompensa al duro trabajo de entrenamientos que hemos realizado.


En carreras como el Medio Maratón o el Maratón, se suele tardar mucho desde que se da la salida hasta que cruzas la línea de salida, sin ir más lejos, este año en el Asics Medio Maratón Villa de Madrid 2015 tarde 7:27 minutos desde que dieron la salida, hasta que yo cruce la linea de salida. Ese tiempo lo podemos aprovechar para ir andando tranquilamente hasta la salida, relajar la respiración, y trotar un poco para terminar de calentar. No olvidemos que nuestro tiempo empieza a contar desde que cruzamos la línea de salida, por lo que nada ganamos peleándonos con otros corredores por salir antes que ellos, salvo ponernos más nerviosos.

Una vez tomada la salida, nos enfrentamos al primer kilómetro del Maratón, es el momento de controlar nuestra adrenalina, puede que muchos de los corredores de nuestro alrededor salgan disparados, pero nosotros debemos ceñirnos a nuestro plan, manteniendo un buen ritmo para no cansarnos. Nos espera un largo recorrido y no hay que gastar fuerzas innecesariamente en el primer kilómetro.

Durante la carrera hay algo que me tengo que grabar en la memoria,  ya que es clave, la hidratación. El año pasado en el Asics Medio Maratón Villa de Madrid 2014, tomé agua en los avituallamientos del kilómetro 5 y 10, pero no la tomé en el kilómetro 15 ya que los padres de mi colega nos iban a llevar una bebida isotónica y la prefería a tomar de nuevo agua, pero con el montón de espectadores que había en el tramo que habíamos quedado, no los vimos y ese último avituallamiento que rechacé lo eché luego en falta. Además de la hidratación, tampoco puedo olvidarme de los geles energéticos y de tomarlos en cada avituallamiento junto con el agua.

A lo largo del Maratón, por muy buena forma física que tengamos y por muy buen plan de entrenamiento que hayamos completado, es inevitable que tengamos síntomas de agotamiento. El Maratón va a ser una lucha física sobre todo en los kilómetros finales y una lucha mental, según comentan en torno al kilómetro 25, por lo que debemos tratar de engañar a nuestra mente para que podamos superar esa lucha psicológica. Yo nunca suelo ver las carreras en su global, sino que las divido, en el caso del Medio Maratón suelo pensar en ella como dos carreras de 10 kilómetros, y me olvido de mirar el crono hasta el kilómetro 5, es a partir de ese kilómetro cuando empiezo a tomar referencias. Para el Maratón la idea es tomar el primer tramo como un Medio Maratón, tomando la primera referencia del crono a los 10 kilómetros. El resto del Maratón, para no hacérnoslo muy largo, pensar en dos carreras de 10 kilómetros, disfrutando en la medida de lo posible los 2195 metros que quedarían hasta la meta.


Y una vez entremos en el Retiro, apenas nos quedará un kilómetro por recorrer, ese último tramo debemos de disfrutarlo, sentir los aplausos de la gente que esté en la línea de meta, y ser conscientes de que todo el esfuerzo ha merecido la pena, y que hemos acabado nuestro primer Maratón.

miércoles, 22 de abril de 2015

La realidad a la que te enfrentas al correr un Maratón

Hay una realidad muy clara cuando afrontas un Maratón, mucho o poco vamos a sufrir,  vamos a correr con las piernas cansadas, vamos a sentir agotamiento físico y mental, además de agotamiento de reservas, pero todo ello merecerá la pena, ya que terminar un Maratón será un acontecimiento muy especial para nosotros.

Para tener éxito en el Maratón y no sufrir, excesivamente, debemos respetar la distancia, no confiarnos en ningún momento y correr a un ritmo que nos sea asequible durante la mayor parte de la carrera. Hay que ser paciente e inteligente, sabiendo que quienes han corrido ya un Maratón comentan que los últimos kilómetros de la carrera suelen ser impredecibles.


Para un debutante en un Maratón, como es mi caso, éste no se va a parecer en nada a las carreras que haya hecho antes, incluso con un Medio Maratón la diferencia es evidente ¡21 kilómetros más!, y aunque tengamos la experiencia de correr fatigados los últimos kilómetros de un Medio Maratón, o de sufrir en una carrera corta por llevar un ritmo rápido, ese sufrimiento siempre será por menos tiempo, mientras que en el Maratón el sufrimiento va a ser prolongado.

Ya lo he comentado en muchas ocasiones, el Maratón supone un desgaste físico, pero también mental, y por ello debemos evitar la desconcentración y, sobre todo, los pensamientos negativos. No debemos pensar en los kilómetros que faltan, en la fatiga y el sufrimiento físico que llevamos acumulados, y sobre todo evitar que el cansancio mental nos haga sentir más cansados de lo que estamos y evitar a toda costa las ganas de pararnos.

Mentalmente también, según se va acercando el Maratón, o a veces incluso durante el plan de entrenamiento, vamos a tener que luchar con distintos temores y dudas, que creo, todos los debutantes tenemos, pero que no debemos dejar que nos venzan.

Una duda/temor  que yo tengo es cómo voy a correr 42 kilómetros, si el máximo que he hecho han sido 30, vale que en el Medio Maratón del 2014 no corrí 21 kilómetros antes de la carrera, pero llegué a 18, que es una cifra muy cercana.

Otra duda/temor, que supongo será muy común, es si mi entrenamiento habrá sido el correcto, he hecho un plan de entrenamiento basado en mi, en mi estado de forma y dedicándole el mayor tiempo posible, dentro de mis posibilidades. He diferenciado varias partes dentro del plan, y he hecho salidas largas todas las semanas, pero ¿será suficiente?, sinceramente creo que sí, que he entrenado para hacer un Maratón digno, pero la duda siempre está ahí, y estará hasta que cruce la línea de meta.

Y una última duda/temor, ¿qué problemas físicos puedo tener a lo largo del Maratón?, porque está claro que estamos ante una carrera muy exigente para el cuerpo y siempre corremos el riesgo de lesionarnos, de tener calambres, contracturas, y no solo eso, hay una serie de problemas, que si te ocurren durante carreras cortas, en menor o mayor medida, los sobrellevas, pero que en un Maratón pueden ser una verdadera tortura.

Me refiero a:

- Pezones irritados. Supongo que seréis muchos los que lo habéis sufrido, y sabréis que es algo muy incómodo, a la vez que doloroso. Por suerte hace años que no lo he sufrido, para ello suelo usar una camiseta técnica como primera capa, ya sea de manga larga en invierno o sin mangas en primavera-verano. Otra opción es la vaselina o unas tiritas para evitar el roce.

- Ampollas. Si aparecen durante la carrera podemos prepararnos para una tortura el resto del Maratón, poco más podremos hacer, pero para evitarlas si podemos echarnos vaselina en las zonas de mayor roce de la zapatilla, así como unos calcetines que nos cubran por completo el píe.

- Molestias estomacales. Los nervios, un desayuno al que no estemos habituados, el consumo de geles y bebidas isotónicas a las que no estemos acostumbrados, nos pueden generar molestias estomacales que nos hagan detenernos y buscar un baño de forma urgente. Para evitarlos, como ya hemos comentado en muchas ocasiones, en el desayuno no debemos probar nada que no hayamos probado con anterioridad, y aprovechar las tiradas largas para ir probando el consumo de geles energéticos.

Por último, una realidad que se da en todas las carreras de media y larga distancia, la gasolina. Nuestras reservas de glucógeno, sin duda se van a agotar, por lo que la suplementación durante el Maratón será muy importante. También podemos hacer por alargar nuestras reservas de glucógeno si evitamos correr a gran intensidad al principio de la carrera, de esta forma el cuerpo tiende a gastar más energía a través de las grasas que del glucógeno. Además de la falta de gasolina, con el paso de los kilómetros nuestro cuerpo aumentará su temperatura y empezaremos a transpirar más, por lo que será muy importante no saltarnos los puntos de avituallamiento, para mantener una adecuada hidratación.

En resumen, la realidad a la que te enfrentas al correr un Maratón, como he dicho al principio, es que debes ir preparado para sufrir tanto física como mentalmente, pero no debemos olvidarnos de otra gran realidad, y es que correr los 42 kilómetros 195 metros de un Maratón es un gran logro que hay que disfrutar tal y como se merece una prueba tan dura y mítica como es el Maratón.

domingo, 19 de abril de 2015

Decimoquinta semana de entrenamientos, a una del Rock ´n´Roll Maratón de Madrid 2015

Y hemos completado la última semana de entrenamientos, lo que hace quince semanas parecía tan lejano (8 de enero), ha llegado ya a su fin y ya nos encontramos a tan solo una semana del gran reto que me he fijado, correr un Maratón. Y no uno cualquiera, sino el de Madrid, el que según me han comentado varios maratonianos es uno de los más complicados, debido a la orografía de Madrid.

Atrás han quedado quince semanas de entrenamientos, cuarenta y tres sesiones (solo he perdido dos sesiones de entrenamiento), alrededor de 500 kilómetros, muchas horas de running en los que he tenido todo tipo de climatología, viento, lluvia, frío, sol… Sesiones cortas e intensas de series, sesiones largas de fondo, en las que no solo entrenaba las piernas sino también la mente… Varias carreras populares, el Asics Medio Maratón, y unos entrenamientos en los que empecé con mallas de invierno, camiseta térmica, cortavientos, gorro y guantes, y que lo he terminado en manga corta, pantalón corto y gorra… Cuando empecé los entrenamientos mi pequeñajo tenía poco más de mes y medio y hoy, justo hoy, ha cumplido ya cinco meses, y he de agradecerle lo bien que se porta, ya que salvo en noches contadas, el niño es un cielo. Y también como no, agradecerle a mi mujer la paciencia que ha tenido con mis entrenamientos, y por su apoyo, no han sido muchos, pero he tenido días de bajón en los que su apoyo me ha ayudado a no decaer.

En lo que al plan de entrenamientos propiamente dicho se refiere, tres partes muy diferenciadas, una primera en la que vas sumando kilómetros y ritmo, una segunda parte muy dura sobre todo a lo que a las sesiones de fondo se refiere, y en las que la mente juega un papel muy importante, sobre todo en mi caso, en el que he hecho todas las sesiones solo, y en las que en las salidas de mayor duración, me acompañó el viento, lo cual hizo aún mucho más duro esos entrenamientos. Y por último, una tercera parte, en la que las sesiones de fondo han ido disminuyendo, pero que, en cambio, han aparecido las sesiones más intensas, aunque no han sido tan duras como esas sesiones de fondo de entre dos y tres horas. Con esto he terminado la primera parte del Maratón, ahora toca la segunda, que es la carrera. ¿Y por qué digo primera parte?, porque sin duda el Maratón no son solo esos 42,195 kilómetros, el Maratón tiene una preparación tanto física como mental muy dura, en la es muy fácil terminar echándose atrás, sin ni siquiera llegar a la línea de salida.

A 42,195 kilómetros de la meta
La semana de entrenamientos ha consistido:

Día uno, sesión a ritmo de maratón. Para la última sesión dos sorpresas, por un lado la climatológica, ya que había hecho varias sesiones lloviendo, esta última sesión a ritmo de Maratón no iba a ser menos, y lo que empezó siendo solo chispeo, a mitad de sesión se convirtió en un buen chubasco que me acompañó más o menos desde los veinte minutos de sesión hasta la cerca de una hora que duró esta sesión. Llegué a casa empapado, para meterme directo en la ducha con ropa incluida. La segunda sorpresa, de nuevo el gps, si la semana pasada me había marcado cerca de 50 kilómetros más de los que hice, en esta ocasión se quedó en la mitad del camino, así que me tocó tirar de nuevo de Wikiloc para calcular los kilómetros. Para esta última sesión tenía que hacer 25 minutos a 6:30 min/km y 35 minutos a 5:30 min/km, hice 57:40 a un ritmo de 5:31 min/km para un total de 10,87 km. Como me falló el gps no puedo saber los parciales.

Día dos, sesión de fartlek. Al final le he cogido el gusto a estas sesiones, y eso que me daban mucho respeto, tampoco es que hayan sido sesiones a ritmo de sprint corto en el que se me saliese el corazón por la boca, más bien ha sido de poner un ritmo rápido y continuo durante cerca de un kilómetro, para que las piernas respondan a un ritmo fuerte y continuado, y viendo las últimas carreras en las que he participado, eso lo he conseguido. Como siempre primera parte a ritmo tranquilo, segunda parte de series, y tercera parte a ritmo tranquilo, para terminar el entrenamiento con unos ejercicios de fortalecimiento. En esta última sesión de series tenía que hacer 5 minutos a 6:30 min/km, 30 minutos alternando series de 4:00 minutos a ritmo 5:00 min/km, y 2:00 minutos a 7:30 min/km, y por último 3 minutos a 6:30 min/km, e hice lo que marcaba el plan, para un total de 6,55 kilómetros.

Día tres, sesión de fondo. Última sesión de fondo, aunque ya sin duda no tan fuerte como las de las semanas 6 a 10, y sin duda bastante más cómoda. Para esta última sesión de fondo, con la que además he cerrado las quince semanas de entrenamiento, tenía que hacer más de 1 hora y 15 minutos a un ritmo promedio entre 6:15 min/km y 7:00 min/km, he hecho 13,19 kilómetros en 1:19:19 a un ritmo promedio de 6:01 min/km.

Y ya encaramos la última semana antes del Maratón, estamos a siete días de la gran cita, en una semana a estas horas ya estaré en casa asimilando, espero, el haber cruzado la meta de un Maratón, y conociéndome, seguro que pensando en próximos retos. Entre este domingo y el próximo toca intentar repetir la rutina de comidas que tuve en la semana del Asics Medio Maratón de Madrid, intentar descansar lo máximo posible, hacer un par de salidas cortas a ritmo tranquilo para mantener las piernas activas, y toca sesión de termas para descargar, en la medida de lo posible, las piernas…. Y después a tomar la salida, a esperar que todo se de bien, y a contároslo a todos vosotros, a todos los que me habéis seguido en este blog, y a todos los que a través de Google + me habéis dado tanto apoyo.

Semana 15
Día 1
Día 2
Día 3
Plan Entrenamiento
25 min a 6:30 min/km
35 minutos a 5:30 min/km

5 min a 6:30 min/km
Insertar 30 minutos
4:00 min a 5:00 min/km
2:00 min a 7:30 min/km
3 min a 6:30 min/km
>1 hora y 15 minutos
Ritmo entre 6:15 y 7:00 min/km

Realizado
57:40 min a 5:31 min/km
10,87 km
Fortalecimiento en gimnasio y 38 minutos de series según plan
6,55 km
1:19:19 minutos
Ritmo 6:01 min/km
13,19 km

jueves, 16 de abril de 2015

Carrera por el Planeta

El domingo participé en la Carrera del Planeta, una carrera solidaria en la que se promovía el respeto hacía nuestro entorno, además de colaborar con las comunidades más pobres de Myanmar (Birmania), con el importe de la inscripción que era de 10 euros.

La carrera era en el Parque Juan Carlos I, y el tiempo, aunque los días de antes no fue muy bueno, cambió casi radicalmente, y nos deparó un día soleado y no muy caluroso, perfecto para correr. Así que una vez más el ambiente que se respiraba era espectacular, y dado que también había carreras para los pequeños de la casa, en esta ocasión había un ambiente de familias completas disfrutando de una afición tan sana como la de correr.


Mi familia
Había dos modalidades para los adultos, una carrera de 10 kilómetros y otra carrera de 4 kilómetros. Yo me inscribí en la carrera de 10 kilómetros junto con mi amigo David, uno de mis dos compañeros en el reto del Maratón. Mi mujer por su parte, que sigue con su preparación para la Carrera de la Mujer del próximo 10 de Mayo, se inscribió en la carrera de 4 kilómetros.

El recorrido de la carrera lo conocía, ya que en el 2014 había hecho dos carreras en el Parque Juan Carlos I, ambas con el mismo recorrido, y que también coincidía con el recorrido de la Carrera del Planeta, por lo que al ver la altimetría del recorrido no me cuadró mucho, ya que el recorrido es un constante subir y bajar, con alguna cuesta importante. En cambio la altimetría que mostraba la organización era bastante llano, supongo que sería culpa de la escala utilizada.


Altimetría Carrera por el Planeta
Ya la carrera en sí, muy bien, no habíamos planeado ningún ritmo, simplemente tomarnos esa carrera como parte del entrenamiento del Maratón. Pero la verdad es que ambos nos sentíamos bien, con buenas sensaciones y casi desde el primer kilómetro llevamos un buen ritmo (5:28 min/km), y eso que fue una salida lenta, ya que de nuevo nos encontramos con el problema que tiene el Parque Juan Carlos I, y es que es un parque, con aceras relativamente pequeñas y que se ven sobrepasadas si hay muchos corredores, además de que es una zona de olivos que tienes que ir esquivando constantemente.

En el segundo kilómetro el ritmo fue aún mejor (5:15 min/km), y a partir de ahí los kilómetros estaban mal marcados, ya que el tercer kilómetro que tenía mucha bajada nos fuimos por encima de los 6:00 min/km y el cuarto kilómetro en cambio lo hicimos en torno a 3:30 min/km. En el kilómetro 5 estaba el avituallamiento, y el crono marcaba poco más de 25 minutos, las sensaciones eran muy buenas, no íbamos apretando y en cambio estábamos en un ritmo de poco más de 5 min/km, así que seguimos igual para el resto de carrera, aunque esta vez a ciegas, ya que no volvimos a ver marcados los kilómetros hasta el 8.



Quedaban dos kilómetros y seguíamos en un ritmo cercano a los 5 min/km, y así se mantuvo hasta el kilómetro 9, en el que el tiempo era de 45:17, y ahí llego la duda, ¿apretábamos y buscábamos bajar de 50 minutos por primera vez o manteníamos el ritmo?, en ese último kilómetro nos esperaba una cuesta arriba, y luego todo terreno llano. David me dejó a mí la decisión, él estaba fresco, mientras que yo había corrido 16 kilómetros el viernes por la tarde, y creo que actué razonablemente. El reto de bajar de 50 minutos está ahí, y hay muchas carreras para intentar bajarlo una vez pasado el Maratón, pero éste está a la vuelta de la esquina, Llevamos meses preparándolo y no era plan de forzar el ritmo y terminar lesionándonos, así que mantuvimos el ritmo y al final hicimos un tiempo de 50:05 minutos, que comparado con las dos carreras del año pasado (54:39 y 54:33), significaba una mejora de 4:30 minutos.


David y yo
Una vez terminada la carrera quedaban poco más de 40 minutos para la salida de la carrera de 4 kilómetros, y como me encontraba bastante bien, decidí correrla junto con mi mujer, y así le hacía un poco de guía…

Mi mujer estaba más nerviosa que en la anterior carrera, algo que a lo mejor no es normal, pero que debo de reconocer que a mí también me pasa a veces. Tal vez por esos nervios en esta ocasión llevó peor el ritmo de la respiración, lo que hizo que a mitad de carrera le entrase flato y tuviésemos que frenar un poco el ritmo, que hasta el kilómetro 2 era de 6:15 min/km. Teniendo en cuenta que esos dos primeros kilómetros eran los más duros del recorrido, estaba bastante bien, lástima de ese maldito flato que le entró, y que hizo que al final el ritmo fuese peor y que mi mujer no terminase con las mismas buenas sensaciones que en la anterior carrera. Pero lo importante, es que ya ha hecho su segunda carrera, que la termino en 25:37, a un ritmo de 6:24 min/km, y que bajó su ritmo por kilómetro en 21 segundos.


El pequeñajo y yo
Y después de esta carrera a cada uno nos toca centrarnos en nuestros próximos retos, en el caso de mi mujer la Carrera de la Mujer del próximo 10 de Mayo, y en mi caso el Maratón de Madrid del próximo 26 de abril.

lunes, 13 de abril de 2015

Decimocuarta semana de entrenamientos, a dos del Rock´n´Roll Maratón de Madrid 2015

De nuevo me retraso un día con la entrada de la semana, debería haberla escrito ayer, pero es que hacía tan buen tiempo, que aprovechamos para estar casi todo el día fuera de casa con el pequeñajo, porque aunque algunos lo piensen, no solo de correr vivimos.

Esta semana he completado las tres sesiones de entrenamientos, aunque como ya hice con el Asics Medio Maratón de Madrid, he tenido un entrenamiento en competición, y de nuevo con buenas sensaciones. No sé cómo se dará el Maratón, son muchos kilómetros y muchas horas corriendo, pero lo que está claro es que el entrenamiento para el Maratón, de cara a carreras menores me está ayudando mucho, ya que estoy consiguiendo mejores ritmos, menos fatiga y en general, mejores sensaciones. Aunque siendo sincero, esto se quedará en nada si el día del Maratón fracaso.

Aunque lo que más moral me ha dado no solo esta semana, sino desde que empecé a entrenar ha sido el gps que uso cuando salgo a correr. El viernes salí a hacer la sesión de fondo, había tenido buen ritmo y me había encontrado muy bien durante la hora y media de recorrido, lo mejor fue cuando paré la aplicación y vi los kilómetros y el ritmo, según la aplicación había hecho 68,72 km a un ritmo de 1:20 min/km, está claro que ya no me basta con terminar el Maratón, tengo que salir ¡a ganarlo!, jajajaja.

Por lo demás, el domingo participé en la Carrera del Planeta, una nueva carrera solidaria, en la que hice la sesión a ritmo de Maratón, y en la que participé en ambas distancias, los 10 km con mi amigo David, con el que correré el Maratón, y la de 4 km con mi mujer, que hizo su segunda carrera con un mejor ritmo que la anterior. Aunque esto ya lo contaré en una entrada dedicada a la carrera esta semana.

David, mi mujer y yo
La semana de entrenamiento ha sido:

Día uno, sesión fartlek. En principio cuando preparé el plan, estas sesiones eran de las que pensaba que más me iba a costar ya que nunca había hecho ese tipo de entrenamiento, pero  que al final me he adaptado bien al entrenamiento, y no me han parecido tan duras. El plan para esta semana era de 5 minutos a 6:30 min/km, 28 minutos alternando 5 minutos a 5 min/km y 2 minutos a 7:30 min/km, para terminar con 3 minutos a 6:30 min/km. Cumplí lo que marcaba el plan, para un total de 6,28 kilómetros, y tras ello, los correspondientes ejercicios de fortalecimiento.

Día dos, sesión de fondo. Sesión que normalmente hago los fines de semana y que esta semana la pase la viernes, para hacer la sesión a ritmo de Maratón el domingo. Me encontré bastante bien durante todo el recorrido, y dado que era poco el tiempo que tenía que hacer apreté un poco más de lo que venía haciendo hasta ahora, la sorpresa llegó al acabar y ver que el gps me había fallado, así que tuve que recurrir a Wikiloc, y meter ahí la ruta, para saber los kilómetros que había hecho. Según el plan tenía que hacer más de hora y media a un ritmo promedio entre 6:15 min/km y 7:00 min/km, según el recorrido en Wikiloc hice una ruta de 16,19 kilómetros, en 1:31:23, a un ritmo promedio de 5:39 min/km.

Día tres, sesión a ritmo de Maratón. Esta sesión la realicé en la Carrera del Planeta, haciéndolo en dos partes, la primera corriendo la carrera de 10 kilómetros y luego la carrera de 4 kilómetros. Según el plan tenía que hacer 20 minutos a 6:30 min/km y 60 minutos a 5:30 min/km, y yo hice 25:37 minutos a 6:24 min/km y 50:05 minutos a 5:01 min/km, para un total de 14 kilómetros.

Y ya estamos a menos de quince días del Maratón, estamos ante la última semana de entrenamiento, que obviamente no va a ser dura, y después ya llega la semana del Maratón que habrá que tener las piernas activas pero sin ser exigentes. Ahora también a estar pendiente del tiempo, en principio debería de hacer bueno, pero esperemos que no haga un calor excesivo, ya que teniendo en cuenta a la hora que podamos terminar, como haga mucho calor, puede ser bastante duro, así que a cruzar los dedos y que luzca el sol, pero que el día sea más bien fresquito.

Semana 14
Día 1
Día 2
Día 3
Plan Entrenamiento
5 min a 6:30 min/km
Insertar 28 minutos
5:00 min a 5:00 min/km
2:00 min a 7:30 min/km
3 min a 6:30 min/km
>1 hora y 30 minutos
Ritmo entre 6:15 y 7:00 min/km

20 min a 6:30 min/km
60 minutos a 5:30 min/km

Realizado
Fortalecimiento en gimnasio y 40 minutos de series según plan
6,28 km
1:31:23 minutos
Ritmo 5:39 min/km
16,19 km
25:37 min a 6:24 min/km
50:05 min a 5:01 min/km
14,00 km

sábado, 11 de abril de 2015

Si yo soy imbécil por correr ¿usted qué es?

Esta entrada llevo unos días queriendo escribirla, pero por unas cosas u otras no he podido, hoy por fin he tenido tiempo para escribirla y publicarla.
           
Con la bolsa del corredor del Medio Maratón, nos entregaron un librito con consejos, el recorrido y algunos artículos, uno de ellos se titulaba “El respeto al corredor”, y hablaba sobre la gente que no comprendía a las personas que corremos, haciendo una especial mención a un tal Salvador Sostres que había escrito un artículo en El Mundo, en el que entre otras cosas, decía que la gente que corre somos unos imbéciles, y pedía que rezasen por nosotros (podéis leer su “artículo” pinchando aquí). Por ello, esta entrada va dedicada a todos aquellos que no entienden por qué nos ponemos las zapatillas y salimos a correr, y en particular a ese personaje llamado Salvador Sostres.

El “Señor” Sostres llama imbéciles a los corredores por correr o hacer deporte buscando, según él, generar endorfinas. Pero sin duda está muy equivocado, no corremos por generar endorfinas, corremos por que nos gusta, igual que a él le gusta ir a misa o comer en caros restaurantes, cada cual allá con su afición. Nosotros los corredores disfrutamos con la nuestra, es una afición que nos lleva a disfrutar de cada zancada, a disfrutar de la sensación de libertad, de los paisajes que recorremos corriendo, del silencio, de la naturaleza, o incluso de las ciudades, porque correr por el Paseo de la Castellana o por la Puerta del Sol, u otros lugares emblemáticos de cualquier ciudad del mundo es algo que no tiene precio.

Nosotros, los corredores, aunque usted no lo crea, también tenemos familia, amigos, y otras aficiones que nos proporcionan buen humor, porque nuestra vida no es solo correr. Yo a correr durante la semana apenas le dedico seis horas, menos que una jornada diaria de trabajo, y a parte de correr, a mí, personalmente me encanta viajar. Disfruto mucho viajando, y también comiendo, aunque yo no necesito de grandes restaurantes, puedo estar de buen humor comiendo  en cualquier puesto callejero de Nueva York, Berlín, Paris o Bangkok. Por cierto, si a usted escribir buenos artículos le produce estar de buen humor, ya entiendo por qué tiene esa cara de vinagre, y vive enfrentado a todo el mundo…

No es el Sr Sostres, pero tiene un gran parecido
Si, tan confundido está al pensar que los corredores solo corremos por las endorfinas, no menos equivocado está en que los corredores solo comemos verdura. Está claro que usted en esto del deporte se quedo en la época Neandertal. Para hacer ejercicio el cuerpo no puede vivir solo de verdura, ni siquiera de pasta y arroz, también hay que tomar vitaminas, grasas y proteínas, es decir, llevar una dieta equilibrada, comiendo de todo, lo hayas matado antes o no. 

En mi caso, como y puedo comer de todo, ya sea un chuletón, una dorada, una paella, una pizza o una hamburguesa, tal vez por genética o tal vez porque he hecho deporte desde que tengo uso de razón. Pero a pesar de ser una persona que come de todo y que no engordo, respeto al que le gusta ser vegetariano, y no me parece triste que tengan esa elección, lo triste es su caso “Señor” Sostres, lo triste es que tenga que recurrir a dietas milagrosas porque al estar tan gordo como un cerdo no sea capaz de dar dos pasos sin ahogarse, o simplemente, no pueda verse el pene cuando mea.

Siguiendo con la comida, ya he comentado que como de todo y que puedo estar de buen humor comiendo en cualquier lugar. Por ejemplo en Nueva York, puedo comer tanto en un puesto callejero como en el restaurante giratorio del Hotel Marriot, no necesito como usted, de grandes restaurantes para disfrutar de la comida, ni necesito reventar comiendo, solo para que mis amigos no me quiten mi porción de trufa blanca.

Para los corredores, el  deporte es parte de nuestras vidas, una vida intensa, una vida con retos, una vida con fuerza de voluntad, una vida en la que te emocionas y en la que lloras por cualquier éxito por muy pequeño que sea. Pero a usted, que nunca ha cruzado la meta ni siquiera de una carrera popular de 5 kilómetros, aunque le explique estas sensaciones, nunca lo entenderá. 

Por mi parte, yo tampoco entiendo su fe, su necesidad de acudir a una iglesia a escuchar un mitin en contra del derecho al aborto, de tener la sexualidad que uno quiera o a que me cuenten historias de hace miles de años donde a un guerrillero lo convierten en un mesías que multiplica los peces y el vino, o que anda por encima de las aguas… De verdad que, no sé si vacío, pero si hay que estar muy necesitado para creerse ese tipo de historias, pero yo, al contrario que usted, no llamo imbéciles a quién cree las historias de la Biblia, los respeto siempre que a mí me respeten.

Sorprendente es que usted piense que la gente que tiene la afición de correr sean unos holgazanes que se quejan y siempre buscan lo fácil, que no tienen jerarquía, ni rigor. Imagino que eso que escribe es un chiste, pero un chiste que no firmaría ni el peor humorista, y es que si lo piensa de verdad, es porque usted es un demente, ya que no puede estar más lejos de la realidad. Los corredores nunca buscan lo fácil, por ello siempre van a más, un día se calzan las zapatillas y salen a correr un rato, cada día aumentan la distancia, y empiezan a buscar retos (no solo endorfinas), una carrera de 5 km, luego de 10, un Medio Maratón, y si te ves capaz un Maratón. Los corredores saben sufrir para conseguir sus retos, saben que no se lo van a poner en bandeja, saben ser  rigurosos, y desde el corredor que solo hace 5 kilómetros, hasta el que hace una Maratón, todos tienen una gran fortaleza mental.

Pero no crea que le voy a rebatir en todo, le voy a dar la razón en algo, los corredores somos una legión, en cualquier carrera popular, un domingo cualquiera, son cientos las personas que se reúnen, de todas las edades, de todos los sexos e incluso religión, para compartir la misma afición, y ya si hablamos de la Media Maratón de Madrid que corrí el pasado 29 de marzo, hablamos ya de 20.000 personas, más que una legión de la antigua Roma.

Por suerte, no solo para los corredores, sino para la gran mayoría de los seres humanos, no solo tenemos iglesias, grandes restaurantes, hoteles prominentes y majestuosos bares, que es por lo que usted está agradecido, y que a mí me parece de una gran simpleza. También existen escuelas y universidades, en los que educar y formar personas, hospitales, en los que curar y tratar a los enfermos, y centros deportivos, en los que, aunque a usted no le guste, podamos hacer deporte y disfrutar no solo de las endorfinas, sino también de nuestras aficiones.

Respecto a si jugamos con nuestros hijos, le diré que tengo un hijo de poco más de cuatro meses con el que de momento jugar lo que se dice jugar es difícil, pero al que dedicaré todo el tiempo posible para educarlo y que no se convierta en alguien como usted, un hijo al que inculcaré mi amor por la familia, el deporte y el respeto a los demás, y con el que sueño poder cruzar un día la meta de algún Maratón, y desde luego llorar emocionado abrazado a él.

De lo que dice de que su hija no crezca huérfana… utilizando el refranero español, “Más vale sola que mal acompañada”, y es que teniendo en cuenta sus comentarios durante la pausa del programa Alto y Claro de Telemadrid, en el que confesaba su preferencia por las niñas de 17 y 18 años, porque tienen unas vaginas que aún no huelen a ácido úrico, que aún están limpias, y que tienen olor a santidad del primer rasurado, casi mejor no preguntarle a que juega usted con su hija… ahora entiendo que agradezca que haya iglesias, así tiene un lugar al que ir a confesarse,  un lugar en el que el cura de turno le perdone sus pecados a cambio de rezar unos padrenuestros y unos avemarías. (Podéis ver a este personaje en su verdadera versión pinchando aquí).

No pida que recen por los corredores, pida que recen por su hija, por la mala suerte que ha tenido por tener un padre como usted, pero tenga cuidado a quien le pide que rece por nosotros, porque es muy probable que entre esas personas a las que pide que recen por los imbéciles que corremos, haya mujeres que recen para que sus maridos se conviertan en corredores, que recen para que el tiempo que dedican a emborracharse en los bares, o el tiempo que dedican a jugarse el sueldo en las máquinas tragaperras, o el tiempo que dedican a ir de putas, para luego llegar a casa y liarse a ostias con ellas y los niños, lo dediquen a una actividad tan sana y saludable como es la de correr.

También puede pedir que recen por esos niños de los que sus queridos curas se aprovechan, o por esos pobres niños que mueren de hambre, o por esas familias que no tienen que llevarse a la boca… hay muchas cosas por las que rezar, como para pedirle a la gente que rece por las personas que salimos a correr. 

Y una vez terminada esta entrada, me voy a ir con mi mujer y con mi hijo a dar un paseo, y a tomarme un buen plato de jamón acompañado de una copita de vino de Ribera del Duero, el champán y la trufa blanca se la dejo a usted, para que con esos “manjares” disfrace su ridícula existencia.