jueves, 16 de abril de 2015

Carrera por el Planeta

El domingo participé en la Carrera del Planeta, una carrera solidaria en la que se promovía el respeto hacía nuestro entorno, además de colaborar con las comunidades más pobres de Myanmar (Birmania), con el importe de la inscripción que era de 10 euros.

La carrera era en el Parque Juan Carlos I, y el tiempo, aunque los días de antes no fue muy bueno, cambió casi radicalmente, y nos deparó un día soleado y no muy caluroso, perfecto para correr. Así que una vez más el ambiente que se respiraba era espectacular, y dado que también había carreras para los pequeños de la casa, en esta ocasión había un ambiente de familias completas disfrutando de una afición tan sana como la de correr.


Mi familia
Había dos modalidades para los adultos, una carrera de 10 kilómetros y otra carrera de 4 kilómetros. Yo me inscribí en la carrera de 10 kilómetros junto con mi amigo David, uno de mis dos compañeros en el reto del Maratón. Mi mujer por su parte, que sigue con su preparación para la Carrera de la Mujer del próximo 10 de Mayo, se inscribió en la carrera de 4 kilómetros.

El recorrido de la carrera lo conocía, ya que en el 2014 había hecho dos carreras en el Parque Juan Carlos I, ambas con el mismo recorrido, y que también coincidía con el recorrido de la Carrera del Planeta, por lo que al ver la altimetría del recorrido no me cuadró mucho, ya que el recorrido es un constante subir y bajar, con alguna cuesta importante. En cambio la altimetría que mostraba la organización era bastante llano, supongo que sería culpa de la escala utilizada.


Altimetría Carrera por el Planeta
Ya la carrera en sí, muy bien, no habíamos planeado ningún ritmo, simplemente tomarnos esa carrera como parte del entrenamiento del Maratón. Pero la verdad es que ambos nos sentíamos bien, con buenas sensaciones y casi desde el primer kilómetro llevamos un buen ritmo (5:28 min/km), y eso que fue una salida lenta, ya que de nuevo nos encontramos con el problema que tiene el Parque Juan Carlos I, y es que es un parque, con aceras relativamente pequeñas y que se ven sobrepasadas si hay muchos corredores, además de que es una zona de olivos que tienes que ir esquivando constantemente.

En el segundo kilómetro el ritmo fue aún mejor (5:15 min/km), y a partir de ahí los kilómetros estaban mal marcados, ya que el tercer kilómetro que tenía mucha bajada nos fuimos por encima de los 6:00 min/km y el cuarto kilómetro en cambio lo hicimos en torno a 3:30 min/km. En el kilómetro 5 estaba el avituallamiento, y el crono marcaba poco más de 25 minutos, las sensaciones eran muy buenas, no íbamos apretando y en cambio estábamos en un ritmo de poco más de 5 min/km, así que seguimos igual para el resto de carrera, aunque esta vez a ciegas, ya que no volvimos a ver marcados los kilómetros hasta el 8.



Quedaban dos kilómetros y seguíamos en un ritmo cercano a los 5 min/km, y así se mantuvo hasta el kilómetro 9, en el que el tiempo era de 45:17, y ahí llego la duda, ¿apretábamos y buscábamos bajar de 50 minutos por primera vez o manteníamos el ritmo?, en ese último kilómetro nos esperaba una cuesta arriba, y luego todo terreno llano. David me dejó a mí la decisión, él estaba fresco, mientras que yo había corrido 16 kilómetros el viernes por la tarde, y creo que actué razonablemente. El reto de bajar de 50 minutos está ahí, y hay muchas carreras para intentar bajarlo una vez pasado el Maratón, pero éste está a la vuelta de la esquina, Llevamos meses preparándolo y no era plan de forzar el ritmo y terminar lesionándonos, así que mantuvimos el ritmo y al final hicimos un tiempo de 50:05 minutos, que comparado con las dos carreras del año pasado (54:39 y 54:33), significaba una mejora de 4:30 minutos.


David y yo
Una vez terminada la carrera quedaban poco más de 40 minutos para la salida de la carrera de 4 kilómetros, y como me encontraba bastante bien, decidí correrla junto con mi mujer, y así le hacía un poco de guía…

Mi mujer estaba más nerviosa que en la anterior carrera, algo que a lo mejor no es normal, pero que debo de reconocer que a mí también me pasa a veces. Tal vez por esos nervios en esta ocasión llevó peor el ritmo de la respiración, lo que hizo que a mitad de carrera le entrase flato y tuviésemos que frenar un poco el ritmo, que hasta el kilómetro 2 era de 6:15 min/km. Teniendo en cuenta que esos dos primeros kilómetros eran los más duros del recorrido, estaba bastante bien, lástima de ese maldito flato que le entró, y que hizo que al final el ritmo fuese peor y que mi mujer no terminase con las mismas buenas sensaciones que en la anterior carrera. Pero lo importante, es que ya ha hecho su segunda carrera, que la termino en 25:37, a un ritmo de 6:24 min/km, y que bajó su ritmo por kilómetro en 21 segundos.


El pequeñajo y yo
Y después de esta carrera a cada uno nos toca centrarnos en nuestros próximos retos, en el caso de mi mujer la Carrera de la Mujer del próximo 10 de Mayo, y en mi caso el Maratón de Madrid del próximo 26 de abril.

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