Como siempre, tras contaros mi experiencia en el
Maratón de Valencia, (parte I y parte II), toca sacar conclusiones de todo lo
que ha sido la experiencia de este, mi quinto Maratón, y también de paso, del
hecho de hacer tres maratones en menos de un año, nueve meses para ser exactos,
del 19 de febrero (Sevilla), al 19 de noviembre (Valencia).
La primera conclusión es que con el mismo plan de
Sevilla, de catorce semanas, tres entrenamientos a la semana, y sin tiradas
excesivamente largas (las que más, medio maratón), apretando un poco más en los
ritmos, e intentando hacer el mayor número de kilómetros de calidad, he
conseguido bajar de las 3 horas y 50 minutos. El total de kilómetros en este
plan fue de 596,27 km, siendo la semana más dura la cuarta, que hice un total
de 54,76 kilómetros. Una vez más, me
reitero en que no hace falta hacer un entrenamiento militar para hacer un
Maratón, a mí con un entrenamiento más corto, pero más inteligente ya lo habéis
visto, me ha dado para mejorar incluso lo que me propuse al iniciar el plan,
que era estar más cerca de las 3 horas 50 minutos que de las 4 horas.
Con las medallas de los tres Maratones |
Respecto al plan de entrenamientos, sin duda ha
sido muy positivo el apretar un poco más en los ritmos y buscar más kilómetros
de calidad en las sesiones de rodaje. Con ello, no solo he conseguido dejar mi
marca personal en un Maratón en 3h 49´30”, bajando en más de seis minutos mi
marca anterior, sino que también he conseguido bajar mi marca en los 10
kilómetros, dejándola en 44´28”, bajándola más de tres minutos, y también mi
marca en el Medio Maratón, dejándola en 1h 45´20”, bajándola casi tres minutos.
Otra modificación que he hecho en este plan respecto
al de Sevilla, ha sido el meter un entrenamiento semanal con el grupo de Adidas
Runners, y allí, aunque no me notase del todo bien, siempre me metía en el
segundo grupo, consiguiendo llevar un buen ritmo en el entrenamiento, y también
sufriendo en los días que no iba fino, pero al final conseguir acabar el
entrenamiento muy contento por no darme por vencido.
Sobre las tiradas de fondo que hago, muchos con
los que he hablado se quedan extrañados porque no haga más kilómetros, e
incluso me han llegado a decir que pueden quedarse cortas, pero la realidad es
que no, ahí están los maratones de Sevilla y Valencia, que los he completado
sin mayor problema que la fatiga normal, y sin llegar a hacer kilómetros por
encima de los 6 min/km.
Mi conclusión sobre las tiradas largas, es que si
nunca has hecho un maratón, y tu tope es el Medio Maratón, sí que recomiendo
hacer una tirada de 30 kilómetros y un par de tiradas de 25 kilómetros, pero si
ya has hecho maratones no veo ni productivo, ni beneficioso física y
mentalmente hacer tiradas tan largas, en las que todo el cuerpo sufre mucho
desgaste. Con las sesiones a ritmo progresivo, no solo acortas el desgaste, y las
articulaciones sufren menos, sino que a tu cuerpo le estás obligando a dar más
de sí, cuantos más kilómetros tienes, y a reaccionar mejor a la fatiga.
Panel con los nombres de todos los maratonianos inscritos |
Es sorprendente, pero en cada Maratón voy
descubriendo algo nuevo, en este caso he visto como tu propio cuerpo, o más
concretamente la mente, te puede poner trampas y jugar en tu contra, por muy
bien que vayas hasta ese momento. Posiblemente haya sido el Maratón que más
haya entrenado el trabajo funcional, así como el core, y me haya preocupado de
darme masajes con el foam roller, llegando de esta forma en perfectas condiciones al día del
Maratón, y consiguiendo no tener ni un solo problema físico el día de la
carrera. Pero es increíble como mi mente durante muchos kilómetros me fue
jugando malas pasadas recordándome malos momentos de otros maratones (San
Francisco y Madrid), inventando molestias (si veía a alguien parado estirando),
ganas de orinar (si veía gente que se salía para ir a hacer sus necesidades), o
ganas de ponerme a andar (cuando pasado el km 30 empiezas a ver a muchos
andando), que para nada eran reales, y es que esto es el Maratón, y es difícil que todo vaya bien durante tantos kilómetros.
Como siempre, antes del Maratón, me había
propuesto varios objetivos:
- El primero (cruzar la meta en la Ciudad de las Artes y las Ciencias), lo logré.
- El segundo (sufrir lo menos posible), sufrir no es que sufriese mucho, pero sí que los kilómetros en los que la mente me jugaba malas pasadas, no fueron muy cómodos.
- El tercero (disfrutar lo máximo posible), pues debo decir que me sentí muy bien en gran parte del Maratón, pero creo que iba tan pendiente de no dejarme llevar y perder ritmo, que no disfruté tanto como podría haber disfrutado.
- El cuarto (mejorar mi marca de 3h 56´01”), lo conseguí con creces, y de hecho en ningún momento del Maratón pensé que no pudiese conseguirlo, ni siquiera en esos malos momentos mentales, incluso ahí, haciendo un cálculo conformista, mejoraba mi marca.
- Y el último (bajar de 3h 50´), lo conseguí con un margen escaso, solo 30 segundos, pero lo conseguí, e incluso me permití el lujo de pararme en el kilómetro 41 a abrazar y besar a mi familia.
- El primero (cruzar la meta en la Ciudad de las Artes y las Ciencias), lo logré.
- El segundo (sufrir lo menos posible), sufrir no es que sufriese mucho, pero sí que los kilómetros en los que la mente me jugaba malas pasadas, no fueron muy cómodos.
- El tercero (disfrutar lo máximo posible), pues debo decir que me sentí muy bien en gran parte del Maratón, pero creo que iba tan pendiente de no dejarme llevar y perder ritmo, que no disfruté tanto como podría haber disfrutado.
- El cuarto (mejorar mi marca de 3h 56´01”), lo conseguí con creces, y de hecho en ningún momento del Maratón pensé que no pudiese conseguirlo, ni siquiera en esos malos momentos mentales, incluso ahí, haciendo un cálculo conformista, mejoraba mi marca.
- Y el último (bajar de 3h 50´), lo conseguí con un margen escaso, solo 30 segundos, pero lo conseguí, e incluso me permití el lujo de pararme en el kilómetro 41 a abrazar y besar a mi familia.
Ya sabéis que hasta el último momento estuve
dudando del ritmo que llevar en el Maratón, al final opté por un término medio,
por miedo a que si era muy agresivo de inicio lo terminase pagando en los
kilómetros finales, a día de hoy creo que podía haber llevado algo más de ritmo
de inicio y que no me hubiese supuesto mucha pérdida al final, pero
sinceramente no creo que hubiese sido capaz de bajar de las 3h 45´, que os
reconozco era un sueño optimista que tenía. Por otro lado, decir que el desfase
que a cada kilómetro iba acumulando el GPS respecto a los kilómetros reales era
algo que no me beneficiaba, ya que yo me iba marcando el ritmo por el GPS, y
eso al final eran segundos que a cada kilómetro se iban sumando en mi contra.
Para acabar, comentaros que la experiencia de
hacer tres Maratones en un mismo año es bastante agotadora física y
mentalmente, pero que el llevar un plan con menos carga de entrenamientos y
kilómetros que los que llevan otros populares, me ha ayudado a que el desgaste
sea menor, aun así he de decir que este año voy camino de los 1.700 km, cuando
en el 2016 hice 1.285 km. También ha sido muy positivo de cara a encarar este
último Maratón, el descanso activo que me tomé cuando terminé el Maratón de Madrid,
desde entonces y hasta que empecé el plan para Valencia, todos los
entrenamientos que hice fueron sin fijarme un ritmo y para disfrutar, así como las
carreras y los trail que hice, todo con vistas a desconectar y disfrutar de
correr.
Ahora dejo aparcado el Maratón por un año, me voy
a dedicar a 10 kilómetros, Medio Maratón y trail, y si todo va bien, en
noviembre de 2018 volveré a asaltar un Maratón, en esta ocasión cumpliendo el
sueño de correr en Nueva York.