miércoles, 20 de junio de 2018

V EDP San Fermín Medio Maratón

El Medio Maratón de Pamplona, es de esas carreras que no entran en tus planes, pero que de repente el azar la pone en tu camino, y es que este año he tenido la suerte de correr dos carreras gracias a EDP, y al sorteo de dorsales que hace para sus clientes.

Retirada de dorsal con la meta al fondo
El de Pamplona ha sido mi sexto Medio Maratón de asfalto de 2018, y son siete si sumamos el Medio Maratón de montaña que hice en mayo, el Andromeda trail. Pamplona también ha supuesto la quinta ciudad de España en la que he hecho Medio Maratón este año, junto con Madrid, Salamanca, Segovia y Valencia, una buena mezcla de carreras y turismo llevo este año.

El EDP San Fermín, consta de varias modalidades, carrera de 10,700 kilómetros, Medio Maratón, Maratón y Maratón por relevos, todos ellos en el mismo recorrido, dando una, dos o cuatro vueltas dependiendo de la modalidad, no estando homologadas las distancias. También había una carrera de 5 kilómetros que se disputaba con anterioridad.

La retirada del dorsal se podía hacer desde casi dos semanas antes de la carrera, en mi caso como llegué a Pamplona el viernes por la noche, no pude hacerlo hasta el sábado por la mañana, y para ello me desplacé hasta la plaza de toros, que además era el lugar de la meta. Al haber tantos días para poder retirar el dorsal y la camiseta, la retirada fue de lo más fluida, sin ningún tipo de espera. Comentaros que en ese momento solo entregaban camiseta y dorsal, la bolsa del corredor la entregaban al acabar la carrera.

Recorrido de la carrera
El recorrido, como os he comentado era un circuito no homologado, al que había que dar dos vueltas, para completar los 21,200 metros (103 metros más de los que consta un Medio Maratón homologado), de los que constaba la prueba. El recorrido tenía un poco de todo, zonas estrechas, avenidas anchas, curvas cerradas, largas rectas, zonas de ida y vuelta, y un bonito recorrido alrededor de la Ciudadela y el casco antiguo, y llano, salvo un par de pequeñas subidas, era completamente llano.

Altimetría de la carrera
Desde que hiciese el Medio Maratón del 22 de abril, no he hecho entrenamiento específico, ni series, ni tiradas largas, me he limitado a hacer entrenamientos de fuerza con Adidas Runners, y rodajes de entre 8 y 10 kilómetros, y hace un par de semanas dos entrenamientos de 13 kilómetros, por lo que era consciente de que no llegaba a la carrera con la suficiente preparación como para afrontar grandes retos, pero sí con la confianza de disfrutar de una nueva ciudad, y cruzar la meta del Media Maratón, en la plaza de toros de Pamplona, lugar donde acaban los conocidos encierros de San Fermín. Además la carrera fue el sábado a las 20 horas, y habíamos pasado parte del día haciendo turismo, viendo la ciudad, lo que suponía un hándicap a la hora de tener frescas las piernas.

A esta carrera me desplacé con mi mujer y el peque, pero eso no quiere decir que no me encontrase con algún conocido de las redes sociales, en este caso de Instagram, y la verdad es que fue muy curioso, ya que cuando salí me lo encontré con su mujer hablando con mi mujer, mientras su hijo y el mío jugaban, los había reconocido por las fotos que comparto de ellos.

Foto familiar
La salida de la carrera es desde la bonita Plaza del Castillo, y se realizaba por cuatro cajones de tiempos, el primero con ritmo menor a 4 min/km, el segundo de 4 a 4:45 min/km, el tercero de 4:45 a 5:30 min/km y el último más de 5:30 min/km. Como veis los intervalos de ritmos en los cajones eran tan grandes, que la verdad no ayudaba mucho.  

Una vez dado el chupinazo de salida, se produce un tremendo tapón originado por dos motivos, los corredores de todas las distancias salimos juntos, y además en apenas cincuenta metros tras la salida nos encontramos con una curva a izquierda y otra a derecha, y entre medias hay que bajar un bordillo. Resultado, algo que nunca me había pasado, y es que hice esos primeros cincuenta metros andando.

Tras el atasco de la salida, encaramos dos kilómetros de zona ancha en la que se podía correr e ir adelantando corredores que iban a un ritmo más lento, pero tras ello, entramos en una zona muy bonita, pero de nuevo estrecha, ya que empezamos a correr alrededor de la Ciudadela, por un estrecho camino, en el que apenas entrabamos tres o cuatro corredores a la vez, así que ya podéis imaginar el resultado, un nuevo frenazo. Una vez bordeamos la Ciudadela volvimos a salir a una zona amplía en la que de nuevo pude volver a acelerar el ritmo, y a correr más cómodo. Por el PK5 pasé con un tiempo de 25´11”, a un ritmo de 5:02 min/km, y eso a pesar de que el kilómetro 2 y el kilómetro 5 los hice en 4´43” y 4´51”.

Listo para la salida
Tras varias zonas anchas por las que correr bien, pero en las que tuvimos giros de 180º entramos en los Jardines de la Taconera donde, por momentos, la zona se estrechó, y tras salir de ellos hicimos parte del camino de ronda de la muralla de Pamplona, para tras un giro de 90º entrar en el casco antiguo de la ciudad.

Esta parte del casco antiguo es muy bonita, y muy animada, ya que se agolpa bastante más gente que en el resto del recorrido, pero claro, tiene sus inconvenientes, zonas estrechas, curvas muy cerradas y adoquines. Además tuvimos un pequeño contratiempo, ya que nos tuvimos que pegar a la pared en una de las calles para dejar pasar a una ambulancia que con las luces y las sirenas puestas nos pedía paso. Por el PK10 pasé con un tiempo de 50´08”, a un ritmo de carrera de 5:01 min/km.

Desvirtualizando a Juankar
En la segunda vuelta los kilómetros no coincidían, es decir, el uno no coincidía con el 11, el 2 con el 12… ya que como he comentado anteriormente, la vuelta tenía una distancia de 10,500 km. En esta segunda vuelta se notó por un lado que ya habían acabado los corredores de la distancia 10,700 km, y también que había menos público animando a lo largo del recorrido, incluida la zona del casco antiguo.

En el principio de esta segunda vuelta me sentí bastante bien, y al haber menos corredores se corría bastante mejor, incluso en las zonas estrechas, pero aún así, esto no evitó que la zona de la Ciudadela se me volviese a atragantar, no resultaba cómodo correr por sus adoquines, y aunque éramos menos corredores, esa zona seguía siendo demasiado estrecha, ya que como he comentado antes, apenas daba para tres o cuatro corredores. Y de nuevo una vez acabamos la Ciudadela, zona amplía para correr y acelerar un poco el ritmo. Por el PK15 pasé con un tiempo de 1h 14´56”, a un ritmo de 5 min/km



El kilómetro 16 fue el último que logré hacer por debajo de cinco minutos (4´54”), el kilómetro 17 lo hice en 5´04”, y a partir de ahí ya las sensaciones fueron malas, las piernas muy cargadas, y sin ser capaz de acelerar el ritmo. En cada giro cerrado me costaba volver a arrancar, y el ritmo cada vez era más cansino, llegando a hacer el kilómetro 20 en 5´35”, para un tiempo total de 1h 41´06”, a un ritmo de carrera de 5:03 min/km.

Por suerte, de la vuelta anterior, ya tenía el recorrido en la cabeza, y cuando vi la pequeña subida que nos llevaba a la Plaza del Castillo, sabía que la meta ya estaba cerca, así que apreté un poco, pasé por la Plaza del Castillo, y tras un nuevo giro de 90º me dirigí hacia la plaza de toros donde estaba situada la meta, que crucé con un tiempo de 1h 46´49”.

Clasificación
Tras cruzar la meta me sentí muy contento, no llevaba entrenada la carrera, las horas antes no había estado descansando, sino haciendo turismo, y aún así las piernas aguantaron bien hasta el kilómetro 18, y entré con una marca más que aceptable para mí.


Con la medalla de finisher

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