El pasado domingo participé en una nueva carrera, en esta ocasión en una distancia que apenas he corrido (solo dos veces), y que llevaba tiempo sin hacer (la última en el 2016), así que estaba ante una distancia atípica, a medio camino entre los 10 km y el Medio Maratón, en la que no sabía muy bien como me iba a manejar.
Esta era la quinta edición de esta carrera, yo la había corrido en sus dos primeras ediciones, 2015 y 2016, y volvía a correrla con bastante ilusión ya que tiene un recorrido bastante bonito, pasando por muchas de las zonas emblemáticas de Madrid, aunque debo decir que hubo un detalle que hace que se te quiten las ganas de correr, y es que el día de la recogida del dorsal estuve una hora y cuarto haciendo cola para que me diesen el dorsal. No sé cuál fue el problema, pero está claro que la organización no puede planificar tan mal la recogida de dorsales, porque eso habla muy mal de ella. Decir también que la logística de las camisetas fue también bastante mala, yo fui el viernes y me dieron camiseta de manga larga y de la talla que había indicado en la inscripción, pero el sábado compañeros míos se encontraron con que les daban camisetas de manga corta, y además que no eran de la talla que habían indicado en la inscripción. La verdad es que la organización, aún tiene cosas que mejorar a pesar de llevar ya cinco ediciones.
Por otro lado, lo bueno de esta carrera, para mí, es que es un buen test para los que están pensando en dar el salto del 10 km al Medio Maratón, o para los que, como yo, están preparando un Medio Maratón unas semanas después. Y lo mejor de la carrera es el recorrido, como he comentado anteriormente, es un recorrido turístico, para disfrutar visitando Madrid a golpe de zapatilla, y es que la carrera pasa por el Paseo de la Castellana, Paseo de Recoletos, Plaza de Cibeles, Puerta de Alcalá, Parque del Retiro, Paseo del Prado, Congreso de los Diputados, Puerta del Sol, calle Mayor, Catedral de la Almudena, Palacio de Oriente, Parque del Oeste, y meta en el Puente del Rey. Un recorrido bonito, bastante favorable, y que para nada se hace pesado.
En esta carrera coincidí con muchos compañeros de entrenamiento de Adidas Runners Madrid, con los que estuve charlando y haciéndonos las correspondientes fotos, mientras esperábamos a que diesen la salida.
La carrera era una nueva prueba para el método de entrenamiento que estoy llevando este año, un plan de entrenamientos en el que estoy haciendo menos kilómetros, pero más intensos, buscando más chispa a las piernas, y llegar menos cargado. El ritmo que tenía planeado era ir por debajo de 4:45 min/km, y ya que había un globo de 1 hora y 10 minutos, pensé en hacerla junto a él, lo cual suponía intentar ir a un ritmo de 4:40 min/km, que por los entrenamientos pensaba que podía ser accesible.
En la salida me coloqué junto a una compañera de Adidas con la que comparto muchos kilómetros en los entrenamientos, y que tiene un ritmo algo mejor que el mío, y con ella hice los dos primeros kilómetros, en 4´17” y en 4´19”. A ese ritmo no tardamos ni un kilómetro en dejar el globo de 1h 10”, lo cual daba mucha moral, pero la duda era, ¿cuántos kilómetros sería capaz de aguantar ese ritmo?, decidí no saber la respuesta, y dejé ir a mi compañera, seguir a ese ritmo era un suicidio, y pasé a hacer el siguiente kilómetro en 4´32”, un ritmo más acorde al mío.
Antes de pasar por el PK4, me pasaron otros dos compañeros de Adidas Runners, iban más rápido que yo, y por un momento estuve tentado de acelerar e ir con ellos, iba bien, las piernas me pedían más ritmo, pero preferí ser cauto, y mantener mi ritmo, que en ese kilómetro 4 fue de 4´30”. Un poco antes del kilómetro 5, giramos a la izquierda, hacía la Puerta de Alcalá, para encarar la primera subida, dejando atrás el terreno favorable que habíamos tenido hasta ese momento. Por el PK5 pasé en 22´18”, haciendo ese quinto kilómetro en 4´40”.
La subida que iniciamos en la calle Alcalá, llegaba hasta la avenida de Menéndez Pelayo, en ese tramo intenté no perder demasiado el ritmo, pero también quise aprovechar para darme un pequeño respiro tras los primeros cinco kilómetros, haciendo el kilómetro 6 en 4´58”.
La avenida Menéndez Pelayo, es una bajada que se puede hacer muy rápido, pero yo simplemente me deje llevar, intentando aprovechar ese terreno para recuperarme de la anterior subida, y en previsión a lo que vendría después, ya que tras llegar a Atocha, y encarar el Paseo del Prado (tramo de ligera subida), nos esperaba otra dura subida, la del Congreso de los Diputados, prácticamente ya en el kilómetro 10.
Por el PK10 pasé con un tiempo de 45´49”, haciendo el kilómetro 7, en 4´35”, el 8, en 4´29”, el 9, en 4´30”, y el kilómetro 10 en 4´59”, notándose sin duda la subida del Congreso en las piernas y en el ritmo.
Encarábamos los últimos cinco kilómetros, en los que los dos primeros íbamos a recorrer lugares emblemáticos de Madrid, como la Puerta del Sol, la Catedral de la Almudena y el Palacio de Oriente. En esos kilómetros en principio me tomé un respiro tras la subida del Congreso, haciendo el kilómetro 11 en 4´47”, para posteriormente volver a apretar el ritmo y hacer el kilómetro 12 en 4´30”.
A la altura de Plaza de España, antes de encarar la subida de la calle Ferraz, que nos llevaría hasta la calle Pintor Rosales, pasé a mis compañeros de Adidas Runners que me habían pasado en el kilómetro 4, me puse a su lado, les saludé y les dejé atrás, ya que ellos habían bajado el ritmo, y yo me encontraba bastante bien.
A la calle Ferraz, le seguía un falso llano en subida, ya en la calle Pintor Rosales, una zona que conozco bastante, ya que es uno de los lugares en los que entrenamos en Adidas Runners, por lo que sabía que tras ese falso llano, en cuanto girásemos a la izquierda dejando atrás Pintor Rosales, todo era terreno favorable, así que me tomé con calma ese tramo, haciendo el kilómetro 13 en 4´47”.
Pasado el kilómetro 13, al comienzo de la bajada vi que unos metros más adelante estaba mi compañera de Adidas Runners, con la que empecé la carrera, eso me motivó para apretar más el ritmo e intentar alcanzarla, lo cual hice un poco antes del PK14, haciendo ese kilómetro en 4´27”. Me puse al lado de ella, la saludé con el dedo hacia arriba y me coloqué delante de ella, haciéndole de liebre, durante la calle Rosaleda y el Paseo del Rey, hasta que llegamos a la Cuesta de San Vicente, momento en el que me dio el relevo. Le seguí el ritmo hasta que dejamos la mencionada cuesta, y entrabamos en la zona de Madrid Río para encarar el Puente del Rey y la zona de meta, en ese momento me dediqué más a buscar a mi mujer y a mi hijo entre el público que a mantener el ritmo que llevaba mi compañera.
En el Puente del Rey, unos metros antes de meta, estaba mi mujer y el niño, abrí los brazos, les sonreí, y continué hasta cruzar la línea de meta, contento por la carrera, y sobre todo por un dato que me marcó el crono, y es que hice el último kilómetro en 3´59”.
La meta la crucé en un tiempo de 1h 08´19”, un tiempo bastante mejor del que me había propuesto al empezar la carrera, y es que como os conté anteriormente, en la salida me conformaba con hacer 1h 10´. Pero las piernas respondieron muy bien durante los 15 kilómetros, e incluso me pude permitir que el último kilómetro de la carrera fuese el kilómetro más rápido, además de que creo que fui bastante inteligente al no obcecarme al principio de la carrera con el ritmo de mis compañeros.