miércoles, 20 de noviembre de 2019

Derbi de las Aficiones Madrid 2019

Un año más, y van siete ediciones, acudo a mi cita con el Derbi de las Aficiones, una carrera especial, ya que en ella debuté en 2013, haciendo mi primer 10K, y enganchándome a hacer carreras populares. 

La organización para la retirada del dorsal, como siempre es muy cómoda, ya que se puede retirar el dorsal a lo largo de la semana, por lo que evitan de esta forma las aglomeraciones, además de que hay seis personas dando los dorsales. Aunque hay un pero y es que solo dos de ellos dan los dorsales para absolutos y/o carreras infantiles, y no te indican quienes son, por lo que creo que sería mejor indicar las dos personas que dan dorsales absolutos e infantiles, y de esta forma te colocas y los recoges de una sola vez, en lugar de tener que ir de una persona a otra. La bolsa del corredor, rácana, camiseta y publicidad, y ni siquiera posibilidad de ropero gratuito, si lo querías, tenías que pagar dos euros más. 

 
Este año había un cambio importante en el recorrido, no era salida en el Estadio Bernabéu y meta en el Estadio Calderón, ya que con la demolición de este último, la meta pasaba a ser en el Paseo del Prado, junto a la fuente de Neptuno. Esto suponía un importante cambio en la salida, ya que salíamos desde la Avenida de Concha Espina, con una importante cuesta, y los primeros kilómetros, pasaban a ser un continuo sube y baja, hasta que poco antes del kilómetro cinco, encarábamos el Paseo de la Castellana, ya sí con un perfil mucho más favorable. 

 
Con el cambio del recorrido, aparte de ser un perfil menos favorable, la carrera ha perdido mucho encanto, en cuanto a las zonas que atravesaba, ya que aunque se sigue pasando por la Plaza de Colón, Paseo de Recoletos, Plaza de Cibeles y Neptuno, la primera parte del recorrido no es nada bonito, y hemos perdido el pasar por la Carrera de San Jerónimo, Puerta del Sol, Plaza de la Villa o la Puerta de Toledo. 

El resto, igual que en ediciones anteriores, dos arcos de salida, merengues y colchoneros, salidas con marca de tiempo, pero sin nadie en la entrada que lo controle, lo que hace que como siempre, haya gente ansiosa por salir que se coloca fuera de sitio, y no hace otra cosa que estorbar, más cuando desde la salida ya encaran la cuesta andando, pero eso sí, saliendo en el cajón de menos de 42´. 


Antes de la salida, quedada con los compañeros de Adidas Runners Madrid, foto en grupo, y nos repartimos en grupos en función de lo que cada uno teníamos previsto para la carrera, en mi caso, me fui junto con otros tres compañer@s, que teníamos más o menos la misma idea. 

Tras el Medio Maratón de Valencia, he reducido mucho los kilómetros en los entrenamientos, aunque si he intentado meterle algo más de chispa a las piernas, por lo que para esta carrera iba con la idea de intentar bajar de 45 minutos, y en función de cómo se diese la primera parte del recorrido, quizás soñar con mejorar mi marca. Aunque esto último lo vería en carrera, según respondiesen las piernas. 

 
La salida es bastante dura, ya que empezamos subiendo la Avenida de Concha Espina, por lo que ahí, era importante salir bien, y no perder mucho tiempo. Para ello contábamos con un compañero que nos iba a hacer de liebre, su marca es sub 40´, pero no quería forzar en esta carrera, ya que corría el Maratón de San Sebastián una semana después. Con él como referencia hicimos la primera subida, y los primeros toboganes que teníamos a lo largo del primer kilómetro, que hicimos en un tiempo de 4´46”. 

Los siguientes kilómetros se hacían por calles cercanas al Paseo de la Castellana, en su mayoría anchas, por lo que se podía correr sin problemas, aunque el problema era el continuo sube y baja, con más subidas que bajadas. Al ser zonas anchas, era fácil mantener la referencia de mi compañero, e ir corriendo relativamente cerca de él, sin perderle mucho de vista, además nos habíamos colocado en fila de a uno, con lo cual era más fácil cuando había que adelantar, y si te retrasabas un poco, siempre tenías la referencia de alguno de los otros. Los tres kilómetros siguientes, que los hicimos todos por esa nueva zona del recorrido los hicimos en 4´27” el kilómetro 2, 4´38” el kilómetro 3, y 4´33” el kilómetro 4. 

Antes de salir al Paseo de la Castellana, pasamos por el avituallamiento, en el que mis compañeros cogieron una botella, pero yo decidí no hacerlo, salvo que haga mucho calor, en un 10K, no suelo beber en carrera. En ese momento el grupo se estiró bastante, yo me adelanté con el compañero que hacía de liebre, mientras que una compañera y otro compañero, se quedaban algo atrás. 

Encaramos el Paseo de la Castellana, y pasamos por el PK5, en un tiempo total de 22´53”, haciendo ese quinto kilómetro en 4´29”. 

 
Desde antes de entrar en el Paseo de la Castellana, salvo el compañero que nos hacía de liebre, los otros dos se empezaron a quedar un poco atrás, durante un momento frenamos algo, girándonos para mirar atrás e intentar reagruparnos, y tras dudar si frenar o seguir, le dije a mi compañero que me veía bien, y que iba a tirar. Empezaba el terreno favorable, la calzada era ancha, y me encontraba bastante bien de piernas, por lo que tocaba empezar a recuperar tiempo si quería estar por debajo de los 45´, me coloqué a la izquierda de la calzada, y empecé a acelerar el ritmo. 

Por el PK6, ya pasé solo, sin ninguno de mis compañeros, lo hice con un tiempo de 27´07”, haciendo el kilómetro en 4´14”. Sin duda se notaba el cambio de recorrido y se notaba que había acelerado el ritmo. 

Los kilómetros que estábamos haciendo, y los que quedaban hasta la meta, eran parte del recorrido antiguo, con la salvedad que antes los hacías entre el uno y el seis, y ahora entre el cinco y el diez, con lo cual ahora se podía apretar a tope, cosa que en anteriores ediciones por ese punto ibas pensando que aún quedaban kilómetros de carrera. 

Seguí aprovechando el terreno favorable para seguir acercándome a mi primer objetivo, bajar de 45 minutos, pasando por el PK7 en 31´27”, haciendo el kilómetro en 4´20”. 

 
En ese momento hice un cálculo mental, quedaban tres kilómetros, si me salía una media de 4´30” en esos kilómetros, serían 13´30”, con el tiempo que llevaba me iría a 44´57”, es decir tenía en mis manos, o mejor dicho en mis piernas el bajar por tercera vez de 45 minutos en una carrera, e incluso intentar mejorar mi marca, pero no podía dormirme si quería conseguirlo. 

El kilómetro ocho lo hice en 4´17”, pasando por el PK8 en un tiempo de 35´44”, y en ese momento, unos cientos de metros por delante de mí, pude ver el globo de 45´, había salido antes que yo, y haberle recuperado era una motivación, además era una referencia, se supone que su ritmo debía de ser de 4´30”, y recuperarle significaba ir por debajo de ese ritmo. 

Por el PK9 pasé en 40´00”, haciendo el kilómetro en 4´16”, en ese momento el cálculo era fácil, si hacía el último kilómetro por debajo de 4´28”, haría mi mejor marca, así que apreté un poco más, pasé al globo de 45´, chute de moral, pasé por la Plaza de Cibeles, para mí una de las más bonitas de Madrid, encaré el Paseo del Prado, desde donde ya se veía la meta, y antes de ella, un nuevo subidón, mi mujer y el peque, animando y dándome el último empujón. 

Finalmente el kilómetro 10 lo hice en 4´10”, para un tiempo total en meta de 44´10”, a un ritmo de 4:25 min/km, es decir, mejoré mi anterior marca que era de 44´28”, en 18”. Ese mismo tiempo, fue el que hizo mi compañera y el compañero que nos hizo de liebre, por lo que ella también consiguió su reto de bajar de 45 minutos, mi otro compañero se quedó con la miel en los labios, ya que le sobraron 10” para bajar de 45 minutos. 

 
Y tras nuestra carrera, era el turno de los pequeños, en las carreras infantiles, donde el peque participaba ya por cuarta vez, disfrutando toda la familia de la experiencia, el corriéndola, y mi mujer y yo de verle como corre y las ganas que le pone. 


1 comentario:

  1. Hola José Luis,

    Lo primero perdona por haber tardado en publicar el comentario y contestarte, pero he estado un poco desconectado de todo, necesitaba descansar.

    Muchas gracias por el comentario, como bien dices, cruzar una meta siempre es una satisfacción, sin duda debe ser el primer objetivo para nosotros, los populares.

    Espero que tengas mucha suerte en tu primer maratón, y si mi experiencia te puede ayudar en algo, aquí estoy.

    Un saludo.

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