miércoles, 24 de junio de 2015

La Carrera de Madrid Norte vs Sur

Como ya sabéis tenía en mente que antes de terminar mi temporada de carreras populares 2014/15 tenía que bajar de los 50 minutos en los 10 kilómetros, y este domingo llegó la carrera en la que tenía puestos todos los sentidos. Y sí, lo conseguí, el pasado domingo logré parar el crono en 48:32, mejorando mi mejor marca en 1:33. Vale que es una de las carreras más asequibles en las que he participado, y vale que muchos kilómetros eran con un perfil muy favorable, pero hasta cuesta abajo hay que mover las piernas, y además, tan fácil no debe ser cuando de los cuatro que íbamos fui el único que logró dejar el crono por debajo de los 50 minutos, y de los 6653 participantes, mi puesto fue el 2413, y ese puesto es teniendo en cuenta el tiempo desde que dan el pistoletazo de salida (51:16), no el tiempo real del chip (48:32), desde que tomo la salida hasta que cruzó la meta. Con lo cual es fácil que ganase varios cientos de posiciones.

Mis compañeros runners en esta carrera
Cómo ya sabéis los que me leéis a menudo, desde que terminé el Maratón tenía en mente esta carrera para bajar de esos 50 minutos, y los entrenamientos de las últimas semanas han ido dirigidos a ello, y esto no ha sido fácil. Ya lo comenté cuando hice la Liberty, pasar de entrenar fondo, con la mente puesta en los 42,195 kilómetros del Maratón, a entrenar velocidad y a bajar tiempo, ha sido complicado, a las piernas le ha costado asimilarlo, además de que ya se notan los más de 800 kilómetros recorridos desde que en septiembre empezase la temporada.

A todo ello hay que sumarle otro factor, últimamente no descanso bien, sí, el pequeñajo, que ya tiene siete meses, ha pasado de dar buenas noches y alguna mala, a dar alguna buena y la mayoría malas, raro es la noche que no se despierta llorando tres o cuatro veces… el pobre está con los dientes y él lo sufre, y mi mujer y yo también lo sufrimos con el sueño, y eso se nota, vaya si se nota. Tanto, que en esta ocasión en la meta no me estaban esperando mi mujer y el pequeñajo, la noche del sábado al domingo la dio muy mala, y para que yo descansase mi mujer se ocupó en mayor medida del pequeño, y a la mañana siguiente obviamente la pobre no estaba para acompañarme.

En lo que respecta a la carrera, era la primera vez que la hacía, el año pasado me pillaba muy cerca del triatlón y no la corrí, y este año que me encajaba bien, me apetecía. Carrera de 10 kilómetros, bastante asequible, aunque no tanto como indica la altimetría. En la que en los primeros cinco kilómetros hay un descenso de altitud de 50 metros, y es un poco rompepiernas con muchas subidas y bajadas, y en los siguientes 5 kilómetros se pierden casi 100 metros de altitud, siendo el recorrido prácticamente de bajada, pero eso sí, con tres repechos de subida bastante pronunciados. Nos acompañó una muy buena temperatura, estamos en una época en la que ya empieza a hacer calor temprano, pero en la que a las 9 de la mañana todavía se corre a gusto, y con un recorrido bonito, aunque no tan emblemático como otras.

Altimetría de la carrera
Como viene siendo habitual en las carreras populares suelo coincidir con algún amigo, familiar, o como ha sido en este caso, con un excompañero de trabajo, y dos amigos suyos. Los tres tienen bastante experiencia en el running, aunque ahora están en proceso de retomarlo tras haberlo dejado un poco parado por cuestiones familiares.

Com mi excompañero Miguel
Ya metidos en la carrera, el hecho de quedar con estos compañeros runners, hizo que cometiese un error, y es que me coloqué con ellos en la salida, y eso supuso estar bastante atrás, tanto que tardé en salir casi tres minutos, y eso hizo que los dos primeros kilómetros fueran muy estresantes, porque si quería bajar de los 50 minutos no podía ceder mucho tiempo al principio de la carrera, tiempo que luego me pudiese costar recuperar. Así que me encontré con que la salida transcurría por algunas zonas bastantes estrechas, metido en medio del grupo y con la intención de correr rápido, a la vez que buscaba zonas para meterme entre la gente que iba más lenta, teniendo que optar en la mayoría de los casos por correr por la acera en lugar de por la calzada. Me llevé un par de sustos en el tobillo, por culpa de bordillos, árboles y demás mobiliario urbano, pero, o lo hacía así, o podía olvidarme de mejorar mi marca. Aun así, los dos primeros kilómetros los hice en 10:10, a una media de 5:05 min/km. No estaba mal, ya que la idea era estar en torno a los 5:00 min/km en los primeros 5 kilómetros.

Entre el kilómetro 3 y el 4 estaba la parte más dura del recorrido, dos repechos largos de subida y como no, también bajada, pero lo bueno es que gracias a esos repechos y a que la calzada se ensanchaba, se empezaron a abrir espacios, y ya se podía correr más cómodo, sin la necesidad de ir buscando huecos. Mirando al crono también me llevé una alegría, 19:58, lo que suponía estar por debajo de los 5:00 min/km de media, y en el kilómetro 5, que era bastante favorable, con un pequeño repecho de subida, y mucha bajada, aún más alegría al ver el crono, 24:34, a 4:55 min/km, es decir, a mitad de carrera ya iba a ritmo de bajar de los 50 minutos.

Lo que quedaba por delante era bastante factible, pero eso sí, había que ser cuidadoso, ya que había mucha bajada, alguna bastante pronunciada, y en ese tipo de tramo es muy fácil pisar mal y lesionarse, como le pasó a un hombre ya casi en la línea de meta, y también tener calma en una zona que se convirtió en embudo, cuando dejamos la calle Serrano, muy ancha, para pasar por el puente de la M-30 que lleva a la Glorieta de Rubén Dario (bastante más estrecho), para girar 180 grados y volver por el puente de nuevo a la calle Serrano. En ese tramo del puente, visto que era difícil hacerse con huecos para adelantar, opté por acomodar el ritmo y recuperarme un poco, ya que el siguiente kilómetro, del 6 al 7, era prácticamente de bajada y podía venirme bien esa recuperación. Al pasar por el kilómetro 7, mi tiempo era de 34:15 a 4:54 min/km.

Lo que quedaba era un kilómetro de subida y bajada, entre el 7 y el 8, un kilómetro de subida, entre el 8 y el 9, y un kilómetro de bajada, entre el 9 y el 10, así que una vez salvase el kilómetro 9 ya solo tendría que dejarme llevar y en la medida de lo posible intentar acelerar, aunque esto último no lo pude hacer tanto, ya que las piernas las notaba muy cargadas del esfuerzo que estaba realizando. Y es que salvo en los dos primeros kilómetros, en los ocho restantes mi tiempo siempre fue inferior a los 5:00 min/km.

Por el kilómetro 8, mi tiempo fue de 38:53, en el kilómetro 9, fue de 43:46, y en la meta mi tiempo fue de 48:32, a un ritmo de 4:51 min/km.

Contento en la entrada en meta
Así que os podéis imaginar, cuando crucé la meta estaba más que contento, el año pasado (2013/14), mi mejor tiempo fue de 53:35, esta temporada mi primera carrera la hice en 55:08, y aunque el gran reto de esta temporada era hacer el Maratón, el conseguir bajar de 50 minutos en los 10 kilómetros es para mí un éxito extra, sobre todo teniendo en cuenta lo que me ha costado reponerme del Maratón, y cambiar el chip de los entrenamientos.

Y después de un gran logro, a pasar un día de relax y tranquilidad en la piscina, el primer día de piscina en la vida del pequeñajo.

El pequeñajo, disfrutando de un día de piscina
Ahora me queda una última carrera, es una carrera solidaria, que promueve el Hospital Ramón y Cajal y la Fundación Educación Activa, es su primera edición y tiene un recorrido de 15 kilómetros, en el que no me propongo ningún reto, solamente disfrutar del final de temporada.

jueves, 18 de junio de 2015

Llega el calor, pero no dejes de correr

Aunque aún estamos, por lo menos en Madrid, en una época rara, en la que lo mismo te sale un día de más de 30 grados, como te sale uno de apenas 20 grados, lo normal en las próximas fechas es que cada vez los termómetros alcancen temperaturas más altas. Llega una época en la que cada vez hay que ser más previsores a la hora de salir a hacer deporte en general, y a correr en particular.

Pero este motivo, las altas temperaturas, no debe ser un impedimento, ni un obstáculo para que sigamos con nuestras salidas y nuestros entrenamientos, no podemos quedarnos en casa y rechazar la idea de salir a correr, simplemente debemos ser coherentes, esquivar el calor y tener en cuenta una serie de consejos que nos ayudarán a no parar, y a seguir disfrutando de cada zancada, a pesar de los calores del verano.


Al hablar de coherencia, una de las primeras ideas coherentes que nos viene a la cabeza, o debería, es la de no correr en las horas de más calor. Creo que a ninguno de nosotros se nos ocurriría salir en las horas fuertes de sol. En mi caso yo no soy de madrugar mucho para salir a correr (o ahora también con la bici), entre semana siempre salgo a correr entorno a las 21 horas, y los fines de semana entorno al mediodía, evidentemente en la época de calor, el horario de entre semana lo puedo mantener, pero el del fin de semana, sería una locura mantenerlo, por lo que o madrugo un poco y salgo a correr antes de que el sol empiece a calentar, o como suele ser habitual, espero a que caiga el sol.

Con el calor, incluso sin hacer ejercicio, tendemos a beber más agua de lo que hacemos en los meses de frío, por lo que si hacemos ejercicio, aún con más motivo debemos hidratarnos. Yo cuando salgo a correr, salvo en el caso de que vaya a hacer más de una hora de salida, nunca llevo agua, pero con el calor, en el caso de la hidratación, de nuevo hay que ser coherente, y hay que salir preparado. En mi caso, antes salía con una botella que llevaba en la mano, pero para los entrenamientos del Maratón, me compré un cinturón portabidones y ya se ha convertido en un compañero habitual en mis salidas. En los bidones no llevo agua, sino una bebida isotónica, ya que no solo vamos a necesitar hidratarnos, tened en cuenta que con el sudor vamos a perder sales, por lo que es recomendable tomar bebidas con electrolitos. 

Además del portabidones, debemos tener en cuenta otra serie de elementos/material a la hora de salir a correr cuando hace calor. Si ya en otras entradas indicaba que correr era un deporte barato, donde el desembolso lo debíamos de hacer en las zapatillas, y que el resto del material no es tan importante, en verano la cosa cambia, y debemos de ser un poco más exigentes, es hora de dejar de lado esa camiseta de algodón y comprarnos una camiseta traspirable, que nos ayudará a mantenernos frescos. Estás camisetas las hay desde 5 €, por lo que no nos supone un gran desembolso, o incluso participando en alguna carrera, los organizadores la suelen dar con la inscripción. Respecto a los colores, sobre todo si eres arriesgado y sales en horas en los que aún el sol tiene fuerza, de nuevo coherencia, nada de colores oscuros que atraen el calor, opta por colores claros que lo reflejan. Y un último elemento casi obligatorio, es el uso de una gorra, para proteger tu cabeza del sol. Aunque en el aspecto de la ropa uno se sigue llevando sorpresas y la coherencia brilla por su ausencia, hoy sin ir más lejos, me he cruzado mientras corría con otro "runner" que iba con sudadera (hoy a a las 21 horas había casi 30 grados), y para completar su atuendo, corriendo con unas Victoria, para quien no sepa a que zapatilla me refiero pinchad aquí.

En época de verano y con mucho calor no te aventures a hacer un recorrido en el que la sombra brille por su ausencia, ni te vayas por zonas desangeladas en las que puedas correr el riesgo de desfallecer y no encontrar a nadie que pueda ayudarte. Es momento para correr por parques o zonas donde haya fuentes de agua en las que parar a beber, refrescarte o en mi caso llenar los bidones del cinturón, claro siempre y cuando el alcalde o concejal de turno de orden de que estén encendidas, porque en mi localidad, Alcorcón, las fuentes de los parques están de adorno. Las zonas de sombra nos serán de gran alivio, por lo que los parques o zonas con árboles no faltan en mis recorridos veraniegos, y si veo un aspersor funcionando, no me corto y allá que me voy a refrescarme. Y en mi localidad no tengo la posibilidad de correr cerca de un río, pero en el pueblo de mi mujer sí, así que cuando voy aprovecho y corro cerca del río, que también ayuda a que el ambiente esté más fresco.

Como he dicho desde el principio para correr con calor, hemos de ser coherentes, he leído en foros comentarios como que lo importante es aclimatarse a las altas temperaturas, o que el cuerpo se adapta a ellas en tres o cuatro días, o gente que dice que en su ciudad hace calor todo el año, y que lo combaten aclimatándose, y para ello hacen tiradas de 30 km al mediodía dos veces por semana… sinceramente no creo que eso sea nada sensato, y no creo que ninguno de nosotros tengamos la necesidad de hacer eso. En mi opinión, creo que las tiradas largas mejor cuando no hace calor, pero si vives en una zona donde hace calor todo el año, pues madruga o trasnocha, pero no salgas a correr al mediodía, porque corres el riesgo de que te de un mareo, una lipotimia o incluso que acabes desmayado. Este es un punto muy importante, tu eres quien mejor conoce a su cuerpo, así que si corriendo notas nauseas, que la cabeza se te va o algún malestar, debes parar, buscar una sombra o un lugar fresco, y refrescarte.

Por último, yo llegado julio y agosto dejo de hacer carreras, este año la última será el 05 de julio, y no volveré a hacer una carrera popular hasta septiembre, así que sin carreras a la vista, estos dos meses los uso para disfrutar del running, salir a hacer distancias más cortas a ritmos tranquilos, sin buscar ir a tope, ni buscar batir tiempos, simplemente, me pongo mis zapatillas, pantalones cortos, camiseta transpirable, gorra y a correr. Creo que este es el mejor consejo que os puedo dar, no dejar de correr porque haga calor, hacerlo con coherencia, al amanecer o al caer el sol, y sobre todo disfrutad de este buen tiempo, y de correr con poca ropa y ligera, que el tiempo pasa muy rápido, y después llega el frío, y eso para mí, si que es molesto.

domingo, 14 de junio de 2015

Planes de entrenamiento de internet, ¿si o no?

Supongo que a todos nos ha pasado, que según nos hemos ido metiendo más en el mundillo de running, y vamos participando en carreras buscamos cómo mejorar nuestros tiempos, cómo preparar una carrera o cómo subir de distancia.

En mi caso, y supongo que como yo muchos de vosotros, he recurrido a internet, a páginas de running, a foros, e incluso a leer en algún libro, y bueno, también tiré de mi cuñado, que como ya he comentado es entrenador personal y fisio, y aunque él no está especializado en running, su ayuda siempre es importante para los entrenamientos de fortalecimiento y en consejos para evitar lesiones.

Al final en mi caso siempre he recurrido a planes de entrenamiento ya hechos, que he adaptado a mis necesidades, a mi experiencia, y al tiempo que yo podía dedicar, de tal manera que al final la base era un plan predefinido, pero el resto adecuado a mí.


Leyendo por internet estos días me encontré con un artículo que hablaba de los peligros de hacerse con un plan de entrenamiento sacado de internet, que puede llevarnos a la decepción por no conseguir nuestras metas o llevarnos incluso a lesionarnos.

Y, ¿por qué una web, que trata sobre el running, y que tiene colgados muchos artículos con planes de entrenamientos nos dice que es un peligro hacernos con uno de ellos?, supongo que será una forma de curarse en salud, y de esa manera ninguna persona que siga planes de entrenamiento colgados en su página, le “exija” que no le hayan funcionado, pero sinceramente, no le encuentro mucho sentido.

Uno de los puntos en los que se basaban es que los planes de entrenamiento no se han hecho personalmente para nosotros, por lo que no se tienen en cuenta el estado físico, ni el nivel de entrenamientos de cada uno de nosotros, ni si es tu primera carrera de 10 kilómetros, Medio o Maratón, así como si nuestro fuerte es el fondo o la velocidad.

Otro de los puntos es que cada cuerpo es distinto, y no todo nos tiene que funcionar a todos, un plan puede ser efectivo para una persona, pero puede no ser igual de efectivo para otra.

Y el último punto, obviamente, el riesgo que corremos de lesionarnos al seguir un plan de entrenamientos de internet. Ese plan nos puede exigir más de lo que es posible exigir a nuestro cuerpo, llevándolo al límite y corriendo el riesgo de una lesión.

Evidentemente, lo mejor seria poder disponer de un entrenador personal, que nos hiciese un estudio y que nos pusiese planes de entrenamiento personalizados, pero, a mi en particular, y entiendo que en la mayoría de los casos en general, que somos runners amateurs, y que esto lo hacemos por afición, esa posibilidad no se contempla.

Así que mi opinión es que podemos y debemos aprovecharnos de internet, pero siendo inteligentes. Debemos buscar el plan que necesitemos (empezar a correr desde cero, correr tras un parón o una lesión, hacer una carrera de 5 o 10, ganar en velocidad, o hacer un Medio o un Maratón), una vez lo tengamos, debemos estudiarlo y modificarlo en función de nuestro estado físico, de nuestro tiempo, de nuestras posibilidades, y siendo siempre sinceros con nosotros mismos. Esta será la mejor forma de avanzar, aprovechando las posibilidades que internet nos ofrece.

miércoles, 10 de junio de 2015

Material: Las Zapatillas II - ¿Cuándo renuevo mis zapatillas?

Este pasado fin de semana llegó el momento de jubilar mis Asics Gel Zaraca, unas zapatillas a las que les tengo mucho cariño, que me han acompañado desde finales de 2013, y con las que he hecho más de 750 kilómetros, pero a las que ya les ha llegado la hora de su retirada.

Antes de jubilarlas, había que buscarle unas sustitutas, ya que aunque tengo las Asics Gel Nimbus, y a éstas aún les quedan muchos kilómetros, no dejan de ser unas zapatillas de tiradas largas y ritmo lento, con las que es difícil lograr buenos tiempos en distancias cortas. Así que he buscado unas zapatillas de las denominadas voladoras, y como siempre, me he informado y he buscado por internet las mejores opciones.

Entre las mejores valoradas se encontraban las Nike Zoom Pegasus 32, las Asics Gel DS Trainer 18las New Balance MRC1600, y las Adidas Adizero Tempo Boost 7, que finalmente son por las que me he decidido, ya que comparándolas, más o menos todas tenían una puntuación alta, pero las Adidas son las que mejor se adaptaban a mí, ya que son para corredores neutros, y de constitución ligera/media.

Adidas Adizero Tempo Bost 7
En este caso el problema no era tanto qué zapatillas comprar, (si quieres unos consejos para comprar zapatillas pincha aquí), si no, si ya había llegado el momento de jubilar mis Zaraca. Y es que ese es el gran dilema, ¿ha llegado ya el momento de cambiar?, ¿no me estaré adelantando?, o ¿no estaré apurando demasiado y corriendo el riesgo de lesionarme?. Son preguntas que todos nos hacemos y para las que no existen una regla exacta que nos ayude a responderlas, pero si hay distintos factores que nos pueden ayudar a tomar la decisión en el momento más adecuado.

Uno de los principales factores sin lugar a duda es la distancia, las marcas de zapatillas de running suelen indicar que la vida útil de la zapatilla está entre 300 y 500 kilómetros para zapatillas voladoras, minimalistas, o de media suela baja, y entre 700 y 800 kilómetros  para zapatillas con una media suela más alta, o de mayor amortiguación. En mi caso las Asics Gel Zaraca, entrarían dentro del primer tipo de zapatilla, y como comenté al inicio de la entrada he hecho más de 750 kilómetros con ellas. Puede que a lo mejor haya apurado un poco, pero os aseguro que la zapatilla con 500 kilómetros no estaba para cambiarlas. Por ello, debemos tener en cuenta otros factores.

1.- El terreno, evidentemente no es lo mismo correr en asfalto, que es un terreno duro y abrasivo, que ayuda al desgaste de las zapatillas, que hacerlo en el parque, que es un terreno menos duro y menos abrasivo, o hacerlo en superficies como el tartán, donde la vida útil de las zapatillas se multiplica, ya que estamos hablando de una superficie que ayuda en la caída y en la amortiguación.

2.- Nuestro peso es otro de los factores que van a influir en el desgaste de nuestra zapatilla, evidentemente a la hora del rozamiento, y de la pérdida de amortiguación, no será lo mismo para una persona que esté en los 85 o 90 kilos, que yo, que estoy en los 62 kilos.

3.- La pisada es otro de los factores, cuanto más natural y perfecta sea nuestra pisada, menos rozamiento habrá con el suelo, y menos desgaste.

Además de los mencionados factores, a nuestras zapatillas podemos hacerle una serie de pruebas para saber si ha llegado el momento de jubilarlas, como son:

1.- Comprobar que todas las partes de nuestra zapatilla tengan una unión firme, esto es, la zapatilla tiene tres partes, la suela (parte que contacta con el suelo), la media suela (donde se encuentran los sistemas de amortiguación), y la parte superior (donde se aloja el pie). Todas estás partes de la zapatilla deben mantener una buena unión, y que todas las zonas estén bien pegadas, si esto no es así, será momento de cambiar de zapatillas.

2.- El desgaste de la suela es una importante prueba. La suela es la parte que toma contacto con el suelo, y es la parte que más sufre el rozamiento y la abrasión del terreno, y con ello pérdida de agarre. Si vemos que la suela pierde su dibujo, los tacos desaparecen y se queda prácticamente lisa, es síntoma de que la suela está desgastada. Este desgaste también nos servirá para conocer nuestra pisada, y evaluar si ésta es correcta y si debemos corregirla.

Desgaste de la suela de mi Asics Gel Zaraca
3.- La mediasuela, como hemos comentado es la zona donde se encuentran los sistemas de amortiguación, y que con el paso de los kilómetros, también se va desgastando. La capa de amortiguación pierde densidad, y se pierden las propiedades del sistema de amortiguación, con lo que la absorción del impacto que hace la zapatilla ya no es el correcto. Este mal funcionamiento del sistema de amortiguación debido al desgaste trae consigo que el impacto lo asuman nuestras articulaciones y nuestros músculos, y que con ello podamos tener molestias o lesiones.

Pliegues en la mediasuela de mi Asics Gel Zaraca
4.- Como os he indicado anteriormente, la pisada va a influir y mucho en el desgaste, y en que la zapatilla se deforme. Las zapatillas a medida que les damos uso, se van a ir adaptando a nosotros, a nuestro pie, y a la forma de nuestra pisada, y se deformarán en función de eso. Un exceso de deformación de la zapatilla, hace que los sistemas de corrección ya no funcionen, y esto conllevará a molestias y lesiones. Para comprobar si nuestra zapatilla está deformada, que ya no existe simetría vertical, podemos poner la zapatilla sobre una superficie lisa, como una mesa, y colocándonos a nivel de la zapatilla ver que la zapatilla tiene un apoyo neutro, que no se incline ni hacía afuera (supinación), ni hacía dentro (pronación).

Esto último también influirá en la estabilidad, si ejerciésemos una fuerza descendente y lateral sobre la zapatilla, y ésta se inclina hacía los lados y pierde contacto con la zona plana, significa que la zapatilla oscila en demasía y que no podrá estabilizar el pie en cada pisada.

Simetría vertical de mi Asics Gel Zaraca
Todos los factores anteriores, así como las pruebas que os he indicado debemos de tenerlos en cuenta a la hora de comprobar si nuestras queridas zapatillas que tantos y tan buenos servicios nos han prestado, necesitan jubilarse. Pero ello no quiere decir que esas zapatillas que ya no nos sirven para correr haya que tirarlas a la basura, ya que en muchas ocasiones es posible que estén en buen estado, y se puedan utilizar para caminatas, ir al gimnasio o cualquier otra actividad en la que la amortiguación y el agarre no sean esenciales.

jueves, 4 de junio de 2015

VIII Carrera Liberty 2015

El pasado domingo volví a la distancia de 10 kilómetros, haciendo de esta forma mi primera carrera tras el Maratón. Era una toma de contacto para ver las sensaciones de ir rápido, en vez de ir pensando en la distancia, y fue un poco raro, tanto que me costó encontrar un ritmo en el que me sintiese a gusto.

Posiblemente esta es una de las carreras populares con más corredores inscritos, este año llego a los 11.000 corredores. Además de la carrera de 10 kilómetros, había carreras de hand bikes y carreras infantiles, por lo que el ambientazo que había en la Plaza Felipe II era espectacular, y si a ello le sumamos los 20 grados con que despertó Madrid… teníamos todos los ingredientes para pasar un buen rato. En lo que respecta a los corredores de hand bikes, increíble ver a estas personas compitiendo, no puedo más que alabar su esfuerzo y su afán de superación.

En esta carrera coincidí con una nueva runner, mi prima, que tras haber hecho su debut en la Carrera de la Mujer, se ha visto atraída por la pasión por el running, e hizo su primera carrera de 10 kilómetros. Y como siempre, a mi lado animándome, una carrera más, se encontraban mi mujer y mi pequeñajo.

El pequeñajo y yo
Es la segunda vez que corro La Liberty, es una carrera con un recorrido bastante bonito, ya que recorre zonas muy emblemáticas de Madrid, y a la vez es un recorrido durillo, ya que desde el kilómetro 2 hasta pasado el kilómetro 6 es de constante subida, siendo la subida de Concha Espina (alrededor del kilómetro 5,500), una de las zonas más duras. A partir del 7 teníamos constantes toboganes, con bastante bajada, y para el final, más o menos medio kilómetro de subida dura en Goya, terminando la carrera en plena subida. Un aspecto negativo de la carrera, a mi entender, está en el tramo del kilómetro 2 hasta un poco más del 5, y es que todo ese tramo se hace por el lateral del Paseo de Recoletos y del Paseo de la Castellana, por lo que teniendo en cuenta la cantidad de corredores que había, era muy fácil quedarte encerrado, tener que frenarte, o lo que es peor, irte al suelo, como le pasó a dos personas cerca de mí.

Altimetría
Como ya sabéis, estoy en pleno cambio en la forma de entrenar, entrenamientos más cortos, pero más intensos, sesiones de fartlek más duras en las que, en la serie rápida, intento mantener un ritmo de 4:45 min/km, y sesiones de cerca de 10 kilómetros en las que intento llevar un ritmo en torno a 5:15 min/km. Pero la verdad es que cuesta cambiar el chip, después de 15 semanas entrenando de manera muy diferente para el Maratón. Teniendo en cuenta el recorrido de La Liberty, y con tan solo dos semanas de entrenamientos de velocidad, sabía que iba a ser difícil aspirar a bajar de 50 minutos, lo que no esperaba era que, como he dicho anteriormente, me costase tanto coger un buen ritmo.

Para la carrera tenía pensado estar en torno a los 5:15 min/km. Los primeros kilómetros ayudaban a llevar ese ritmo o incluso ir más rápido, dado que eran de continua bajada, así que me planté en el kilómetro 2 en apenas diez minutos, a partir de ahí tocaba encarar casi cinco kilómetros de subida, y ahí, un poco por desconfianza y otro poco obligado por la aglomeración de corredores, decidí bajar el ritmo… pero lo hice en exceso, por lo que el tramo del kilómetro dos al tres lo hice casi en seis minutos. Los dos siguientes kilómetros que transcurrían por el lateral del Paseo de la Castellana, los hice de nuevo sin conseguir un ritmo constante, aunque esta vez no era tanto por no encontrar un ritmo cómodo, sino más bien a que en ocasiones me veía encerrado entre corredores que iban más lentos y a los que me costaba encontrar un hueco para pasarlos, con lo cual mi ritmo iba mucho a tirones.

Con mi prima, una nueva runner
Pasado el kilómetro 5 encarábamos la parte más dura del recorrido, Concha Espina, una subida fuerte, con un pequeño descanso que daba paso a otro tramo aún más duro, a partir de ese tramo la calle ensanchaba por lo que era más fácil encontrar huecos para pasar, además de que empecé a notarme con mejores sensaciones en las piernas, por lo que sorprendentemente aunque me encontraba en la parte más dura, yo empecé a encontrar un ritmo en el que me sentía muy a gusto.

En esta zona pasé a varios corredores de hand bikes, si tremendo era el esfuerzo de los runners imaginaros el que hacían estás personas para superar ese tramo del recorrido, ¡¡increíble!!.

Coronada Concha Espina llegaba el terreno cómodo, en el que se podía apretar y mejorar tiempo. El kilómetro 7 lo pase aproximadamente en 37:30 (5:21 min/km). A partir de ahí tocaba probar las piernas y ver como respondían a un ritmo más rápido, y debo reconocer que la experiencia fue bastante buena, los tres kilómetros restantes los hice en 13:49 (4:36 min/km), y lo mejor de todo es que lo hice con muy buenas sensaciones, tanto que la subida de Goya que terminaba en la línea de meta la hice prácticamente esprintando y pasando a muchos corredores, y lo mejor de todo, sin notar ninguna fatiga en las piernas. Obviamente esto último es mérito de los entrenamientos de fondo del Maratón, y también a los entrenamientos de fortalecimiento que hago.

Listo para la salida
El año pasado esta carrera la hice en 53:55, este año mi tiempo en meta fue de 51:19, ritmo promedio de 5:08 min/km. Teniendo en cuenta que no es un recorrido fácil, y que llevo pocas semanas con el nuevo plan de entrenamientos, estoy bastante contento con el resultado, aunque creo, que si en el kilómetro 2 hubiese confiado un poco más en mantener el ritmo un poco más alto, podría haber estado cerca de bajar de los 50 minutos.

Para el día 21 de junio, tengo la Carrera Norte y Sur, a ella llegaré con tres semanas más de entrenamientos, además de que es un recorrido muy, muy favorable, diez kilómetros llenos de toboganes, en los que empezamos a una altitud de 800 metros, y terminamos un poco por encima de los 650 metros, así que ahí, sí que sí, tengo que bajar de los 50 minutos, que es ahora mi gran objetivo.

Y por último, como no todo es correr, aprovechando el buen día que hacía, que mejor que disfrutarlo en familia dando un paseo por el Retiro y el centro de Madrid.

Disfrutando de un día en familia