Como ya sabéis tenía en mente que antes de terminar mi temporada de carreras populares 2014/15 tenía que bajar de los 50 minutos en los 10 kilómetros, y este domingo llegó la carrera en la que tenía puestos todos los sentidos. Y sí, lo conseguí, el pasado domingo logré parar el crono en 48:32,
mejorando mi mejor marca en 1:33. Vale que es una de las carreras más
asequibles en las que he participado, y vale que muchos kilómetros eran con un
perfil muy favorable, pero hasta cuesta abajo hay que mover las piernas, y
además, tan fácil no debe ser cuando de los cuatro que íbamos fui el único que logró dejar el crono por
debajo de los 50 minutos, y de los 6653 participantes, mi puesto fue el 2413, y
ese puesto es teniendo en cuenta el tiempo desde que dan el pistoletazo de
salida (51:16), no el tiempo real del chip (48:32), desde que tomo la salida hasta que
cruzó la meta. Con lo cual es fácil que ganase varios cientos de posiciones.
Mis compañeros runners en esta carrera |
Cómo ya sabéis los que me leéis a menudo,
desde que terminé el Maratón tenía en mente esta carrera para bajar de esos 50
minutos, y los entrenamientos de las últimas semanas han ido dirigidos a ello,
y esto no ha sido fácil. Ya lo comenté cuando hice la Liberty, pasar de
entrenar fondo, con la mente puesta en los 42,195 kilómetros del Maratón, a
entrenar velocidad y a bajar tiempo, ha sido complicado, a las piernas le ha
costado asimilarlo, además de que ya se notan los más de 800 kilómetros
recorridos desde que en septiembre empezase la temporada.
A todo ello hay que sumarle otro factor,
últimamente no descanso bien, sí, el pequeñajo, que ya tiene siete meses, ha pasado de dar buenas noches y
alguna mala, a dar alguna buena y la mayoría malas, raro es la noche que no se
despierta llorando tres o cuatro veces… el pobre está con los dientes y él lo
sufre, y mi mujer y yo también lo sufrimos con el sueño, y eso se nota, vaya si
se nota. Tanto, que en esta ocasión en la meta no me estaban esperando mi mujer
y el pequeñajo, la noche del sábado al domingo la dio muy mala, y para que yo descansase
mi mujer se ocupó en mayor medida del pequeño, y a la mañana siguiente
obviamente la pobre no estaba para acompañarme.
En lo que respecta a la carrera, era la
primera vez que la hacía, el año pasado me pillaba muy cerca del triatlón y no
la corrí, y este año que me encajaba bien, me apetecía. Carrera de 10
kilómetros, bastante asequible, aunque no tanto como indica la altimetría. En
la que en los primeros cinco kilómetros hay un descenso de altitud de 50
metros, y es un poco rompepiernas con muchas subidas y bajadas, y en los
siguientes 5 kilómetros se pierden casi 100 metros de altitud, siendo el
recorrido prácticamente de bajada, pero eso sí, con tres repechos de subida
bastante pronunciados. Nos acompañó una muy buena temperatura, estamos en una época en la que ya
empieza a hacer calor temprano, pero en la que a las 9 de la mañana todavía se corre a gusto, y con
un recorrido bonito, aunque no tan emblemático como otras.
Altimetría de la carrera |
Como viene siendo habitual en las carreras populares suelo coincidir con algún amigo, familiar, o como ha sido en este caso, con un excompañero de trabajo, y dos amigos
suyos. Los tres tienen bastante experiencia en el running, aunque ahora están en proceso de
retomarlo tras haberlo dejado un poco parado por cuestiones familiares.
Com mi excompañero Miguel |
Ya metidos en la carrera, el hecho de
quedar con estos compañeros runners, hizo que cometiese un error, y es
que me coloqué con ellos en la salida, y eso supuso estar bastante atrás, tanto
que tardé en salir casi tres minutos, y eso hizo que los dos primeros
kilómetros fueran muy estresantes, porque si quería bajar de los 50 minutos no
podía ceder mucho tiempo al principio de la carrera, tiempo que luego me
pudiese costar recuperar. Así que me encontré con que la salida
transcurría por algunas zonas bastantes estrechas, metido en medio del grupo y
con la intención de correr rápido, a la vez que buscaba zonas para meterme
entre la gente que iba más lenta, teniendo que optar en la mayoría de los casos
por correr por la acera en lugar de por la calzada. Me llevé un par de sustos
en el tobillo, por culpa de bordillos, árboles y demás mobiliario urbano, pero, o lo hacía así, o podía olvidarme de mejorar mi marca. Aun así, los dos
primeros kilómetros los hice en 10:10, a una media de 5:05 min/km. No estaba
mal, ya que la idea era estar en torno a los 5:00 min/km en los primeros 5
kilómetros.
Entre el kilómetro 3 y el 4 estaba la
parte más dura del recorrido, dos repechos largos de subida y como no, también
bajada, pero lo bueno es que gracias a esos repechos y a que la calzada se
ensanchaba, se empezaron a abrir espacios, y ya se podía correr más cómodo, sin
la necesidad de ir buscando huecos. Mirando al crono también me llevé una
alegría, 19:58, lo que suponía estar por debajo de los 5:00 min/km de media, y
en el kilómetro 5, que era bastante favorable, con un pequeño repecho de
subida, y mucha bajada, aún más alegría al ver el crono, 24:34, a 4:55 min/km,
es decir, a mitad de carrera ya iba a ritmo de bajar de los 50 minutos.
Lo que quedaba por delante era bastante
factible, pero eso sí, había que ser cuidadoso, ya que había mucha bajada,
alguna bastante pronunciada, y en ese tipo de tramo es muy fácil pisar mal y
lesionarse, como le pasó a un hombre ya casi en la línea de meta, y también
tener calma en una zona que se convirtió en embudo, cuando dejamos la calle
Serrano, muy ancha, para pasar por el puente de la M-30 que lleva a la Glorieta
de Rubén Dario (bastante más estrecho), para girar 180 grados y volver por el puente de nuevo a la
calle Serrano. En ese tramo del puente, visto que era difícil hacerse con
huecos para adelantar, opté por acomodar el ritmo y recuperarme un poco, ya que
el siguiente kilómetro, del 6 al 7, era prácticamente de bajada y podía venirme
bien esa recuperación. Al pasar por el kilómetro 7, mi tiempo era de 34:15 a
4:54 min/km.
Lo que quedaba era un kilómetro de subida
y bajada, entre el 7 y el 8, un kilómetro de subida, entre el 8 y el 9, y un
kilómetro de bajada, entre el 9 y el 10, así que una vez salvase el kilómetro 9 ya solo tendría que dejarme llevar y en la medida de lo posible intentar
acelerar, aunque esto último no lo pude hacer tanto, ya que las piernas las
notaba muy cargadas del esfuerzo que estaba realizando. Y es que salvo en los
dos primeros kilómetros, en los ocho restantes mi tiempo siempre fue inferior a
los 5:00 min/km.
Por el kilómetro 8, mi tiempo fue de
38:53, en el kilómetro 9, fue de 43:46, y en la meta mi tiempo fue de 48:32, a
un ritmo de 4:51 min/km.
Contento en la entrada en meta |
Así que os podéis imaginar, cuando crucé la meta estaba más que contento, el año pasado (2013/14), mi mejor tiempo fue
de 53:35, esta temporada mi primera carrera la hice en 55:08, y aunque el gran reto de esta
temporada era hacer el Maratón, el conseguir bajar de 50 minutos en los 10
kilómetros es para mí un éxito extra, sobre todo teniendo en cuenta lo que me ha
costado reponerme del Maratón, y cambiar el chip de los entrenamientos.
Y después de un gran logro, a pasar un día de relax y tranquilidad en la piscina, el primer día de piscina en la vida del pequeñajo.
Ahora me queda una última carrera, es una
carrera solidaria, que promueve el Hospital Ramón y Cajal y la Fundación
Educación Activa, es su primera edición y tiene un recorrido de 15 kilómetros,
en el que no me propongo ningún reto, solamente disfrutar del final de
temporada.
El pequeñajo, disfrutando de un día de piscina |