jueves, 1 de noviembre de 2018

Maratón de Nueva York, ¡Central Park nos espera!

Se acerca el día, mañana viernes tenemos el vuelo para Nueva York, donde aterrizaremos el mismo viernes a las 16 horas de allí, cuando en España sean cinco horas más, es decir, las 21 horas. El domingo voy en busca de mi séptimo maratón, el tercero internacional, tras San Francisco y Berlín, y mi segundo major, tras el que hice el pasado 16 de septiembre en Berlín.


Como ya os comenté llevo desde el domingo 21 de octubre con molestias en el psoas, por lo que esta semana he cambiado lo que hago habitualmente, ya que la prioridad no ha sido mantener las piernas activas, sino hacer desaparecer las molestias del psoas. Por ello, esta semana he dedicado casi dos horas diarias a fortalecer core, masaje con foam roller, estiramientos específicos del psoas, relajación y calor seco en la zona con manta térmica. Ayer miércoles salí a correr con una sola cosa en mente, probar sensaciones, me daba igual los kilómetros, me daba igual el ritmo, se trataba de ver como respondía el psoas, y acabé contento, ya que hice 40´36”, para hacer 7,23 km, a un ritmo de 5:37 min/km, y apenas sin molestias. 

A día de hoy no canto victoria, aún tengo alguna molestia, no sé si llegaré a la línea de salida al 100%, y se trata de un Maratón bastante exigente para el psoas, ya que hay muchas subidas y ahí es donde más molestias tengo en el psoas, pero voy con mucha confianza, y estos días que han sido duros mentalmente, me han ayudado a ser positivo y fortalecer mentalmente, algo que me falló cuando encaré Berlín.
En esta ocasión la maleta va más cargada, ya que no vamos solo para el Maratón, estaremos en Nueva York seis días, para así poder disfrutar bien de la gran manzana. En lo que respecta a la ropa para el Maratón toca ser precavido, no hay pronóstico de lluvia para el domingo, pero sí de frío, y es que la mínima será de 5 grados y la máxima de 11 grados, y teniendo en cuenta que nos toca pasar unas horas en State Island antes de la salida, hay que abrigarse, por lo que aparte de la ropa de la carrera, llevo una sudadera y unos pantalones, que luego dejaré en la línea de salida, y que la organización se encarga luego de recoger y donar a instituciones benéficas.

Y es el momento de chequear que llevo todo:

Para recoger el dorsal:

1.- Pasaporte.
2.- Documento que te manda la organización con tu número de dorsal, cajón de salida y hora de salida.

Para el maratón:

1.- Camiseta personalizada que me he hecho para la carrera, con los colores de España.
2.- Pantalón corto.
3.- Manguitos.
4.- Perneras.
5. Calcetines sin costuras.
6.- Zapatillas Adidas Ultraboost, en el que será mi quinto maratón con ellas.
7.- Reloj Garmin.
8.- Gorra.
9.- Gafas de sol.
10.- Portadorsales.
11.- Gominolas y sales.
12.- Cinturón para llevar gominolas, sales y móvil.



En esta ocasión como vamos con agencia, hay temas que normalmente reviso, y que esta vez no he hecho, como ver como llegar a la feria del corredor o a la línea de salida en State Island, la agencia ya se encarga de eso. Si he estado revisando el recorrido, y recordando los consejos que nos dieron en el evento que preparó New Balance y New York Road Runners. Y en comida, lo habitual, comer alimentos ricos en carbohidratos, magnesio, y descansar.

Este maratón es un sueño que lleva en mi mente desde la Navidad del 2013, esas navidades las pasamos en Nueva York, no había hecho aún ni un medio maratón, y ya soñé con correr el Maratón de Nueva York, por lo que este Maratón, mi idea era afrontarlo con la preparación suficiente para bajar de las cuatro horas, pero sobre todo con la idea de disfrutar de cada metro de los 42.195 metros. Los test que he hecho me han dado mucha confianza, sobre todo el Medio Maratón de Logroño, pero las molestias del psoas me  han generado dudas, incluso de tomar la salida, dudas que en gran parte disipé con el entrenamiento de ayer, por lo que he vuelto a la idea inicial, intentar bajar de las cuatro horas. Si el psoas no da la lata, creo que puedo conseguirlo, si decide molestar, pues lo que salga, el entrenamiento está hecho, y más no se puede hacer. 

Así que las prioridades en esta ocasión son:

1.- Cruzar la meta de Central Park.
2.- Sufrir lo menos posible, y en esto el psoas tendrá un papel importante.
3.- Disfrutar lo máximo posible, que cada zancada sea un granito de arena, que sume para la culminación de un sueño, el Maratón de Nueva York.
4.- Bajar de 4 horas, sin buscar marca ni nada, 3h 59´59” me vale.

Si para Berlín sentía que llegaba falto de kilómetros, para Nueva York no es así, desde que el 10 de julio empecé a preparar Berlín han pasado diecisiete semanas, en las que solo he parado una, por lo que en total llego con dieciséis semanas de entrenamientos y 713,28 kilómetros, más que de sobra para afrontar el maratón con garantías. Ahora a dar los últimos mimos al psoas, que no me moleste en la carrera, y que todo salga bien.



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