lunes, 29 de octubre de 2018

Maratón de Nueva York, seis días para un sueño

Lo que es un sueño, a veces se complica y toma tintes de pesadilla. Esta última semana ha sido muy complicada, y es que las molestias con las que acabé la semana anterior, se mantuvieron e incluso se vieron acrecentadas, y en algunos momentos me han dejado muy tocado moralmente, hasta el punto de llegar a pensar que no merecía la pena tomar la salida del Maratón en estas condiciones.


Lo primero que hice esta semana fue descansar, darle descanso a las piernas, aunque parece que eso no hizo ningún efecto ya que las molestias no se iban. En esas condiciones el martes salí a probar, y debido a las continuas molestias decidí para y meterme en el gimnasio a estirar.

El miércoles el fisio me dijo que las molestias venían del psoas, posiblemente estaba acortado y la carga de kilómetros hacía que estuviese sobrecargado, así que me tocaba darle flexibilidad, y como es un músculo que se acorta con el sedentarismo, hacer un descanso activo, es decir, no dejar de correr, sino hacer rodajes a ritmo suave.

El viernes mi moral tocó fondo, aunque el jueves pude hacer 10 kilómetros a ritmo tranquilo, las molestias en el psoas seguían y veía pasar los días y acercarse la salida del Maratón y yo sin conseguir eliminar las molestias.

El fin de semana fue intenso en cuanto a estiramientos, foam roller y relajación, y he pasado por momentos extraños, ya que el sábado notaba una gran mejoría, pero en cambio el domingo me volví a levantar con molestias, por lo que mentalmente es una situación difícil de manejar, como una montaña rusa, en la que en un momento te ves arriba, pensando que todo se está solucionando, y en otros momentos estás abajo, pensando que no hay avances, y que el sueño puede ser al final una pesadilla.

Hasta ahora solo me había visto así antes del Medio Maratón de Córdoba, en el 2015, cuando un inoportuno resfriado me tenía con fiebre a menos de 24 horas para la carrera, en esa ocasión la fiebre desapareció y pude correr, aunque no en las mejores condiciones, espero que en esta ocasión no apurar tanto, y encontrarme bien el día del Maratón.

Y ahora paso a contaros los entrenamientos de esta semana.

Día 1.5- 24´ calentamiento, más 2 x 6000 a 31´ y 27´45”, más 15´enriamiento.

Salí con muchas dudas debido a las molestias que sentía, hice el calentamiento a un ritmo muy tranquilo, pero aún las molestias eran bastante fuertes, así que fui precavido y paré de correr, me fui al gimnasio, y estuve haciendo ejercicios de estiramientos, y en casa me pasé el foam roller.


Día 2.5- 70´ a ritmo entre 5´55” y 5´25”, fortalecimiento y dos rectas de 50 metros.

Tras hacer el miércoles la primera sesión específica de foam roller y estiramientos, el jueves fui al entrenamiento de Adidas Runners, buscando ver las sensaciones que tenía al correr. Me metí en el último grupo, el que llevaría un ritmo cercano a los 6 min/km, buscando ir cómodo y recuperar sensaciones, lo cual conseguí a medias. Mientras el terreno era llano, fui bien, pero tras una subida, empecé a notar molestias y estas me acompañaron el resto del entrenamiento, no eran las molestias de martes, pero evidentemente no era cómodo correr así.

Al llegar a casa, sesión de foam roller y estiramientos.


Día 3.5- 90´ritmo progresivo, 60´de 6´a 5´50”, 30´de 5´50” a 5´40”.

Tras las sesiones de estiramientos y foam roller del viernes y el sábado, encaré el domingo la sesión de fondo a ritmo tranquilo, saliendo de casa sin tener muy claro si sería capaz de hacerla. La sesión fue bastante bien, las molestias solo aparecían cuando el terreno se empinaba, pero al contrario que el jueves, que se mantuvieron, en esta sesión desaparecían cuando el terreno se allanaba o iba hacia abajo. El problema es que corría con desconfianza, en cada zancada esperaba que volviesen las molestias, y eso suponía una mala técnica de carrera, por lo que me notaba más cansado de lo normal, con las pulsaciones demasiado aceleradas, para el ritmo que llevaba, y lo peor de todo, es que notaba como iba cargando en exceso la pierna derecha.

En casa, de nuevo sesión de estiramientos.


Quedan seis días, no voy a rendirme, voy a seguir mimando al psoas, seis días de estiramientos, de relajación, de masaje con el foam roller, de descargar los otros músculos, y de coger confianza. Soy consciente de que me voy a enfrentar al Maratón más duro de los que he hecho, pero sigo queriendo disfrutar mucho de esta experiencia, aunque en este tramo final mi psoas haya decidido complicármelo.


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