El
pasado domingo participé en una nueva carrera solidaria, era la IV edición de
la carrera organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), y
cuyos beneficios iban destinados a la lucha contra esta enfermedad, que tantas
muertes causa, y que de una manera directa o indirecta a todos nos ha tocado
sufrir. Este año éramos 15.000 corredores inscritos, en el caso de mi familia
los tres estábamos inscritos, mi mujer a la marcha de 2 kilómetros, el
pequeñajo a las carreras infantiles, y yo a la de 10 kilómetros. Según la
organización se habían recaudado 180.000 euros.
En
esta edición, al inscribirte tenías la opción de hacerlo en la marcha de 2
kilómetros, a la que como os he comentado se apuntó mi mujer, carrera de 4
kilómetros y carrera de 10 kilómetros, todas ellas al precio de 12 euros.
Además estaban las carreras infantiles, que costaba 8 euros, a la cual como os
he comentado, apuntamos al pequeñajo.
En
la retirada del dorsal, al igual que ya me pasó el año pasado, sorprendente la
gente que había, por suerte había bastantes personas de la organización
entregando los dorsales y la bolsa del corredor, y la espera no fue excesiva.
En el tema de las camisetas, sigo sin entender que te pidan la talla al hacer la
inscripción, y que después puedas elegir otra talla.
Como
ya viene siendo habitual, y de lo cual me alegro, en esta carrera me encontré
con conocidos de Instagram, a los cuales pude desvistualizar, además de a otros
con los que ya había coincidido en otras carreras. Creo que en esta ocasión es
en la que más instagramer me he encontrado, lo cual es una alegría, ya que
significa no solo que compartimos la afición por correr, sino que también nos
involucramos en poner nuestro granito de arena en carreras solidarias. Además
me encontré con mi primo, con el cual hacía bastantes carreras que no
coincidía, si mal no recuerdo, desde la anterior edición de En marcha contra el
cáncer. Había otras personas que conocía y que también fueron a la carrera,
pero a los que me fue imposible ver.
Respecto
a la carrera, lo primero que se hacía era la marcha de 2 kilómetros, a la que
se había apuntado mi mujer, y que hizo con el pequeñajo, obviamente, este
montado en el carrito. La salida fue a las 9 de la mañana, y ahí me encontraba
yo, en esta ocasión al otro lado de la valla, para verla pasar y hacerle la
correspondiente foto. Pasados poco más de quince minutos ya encaraba la línea
de meta, y de nuevo ahí estaba yo para inmortalizar su entrada. Y ya sin apenas
margen, me dirigí hacia la línea de salida ya que a las 9:30 teníamos la salida
los corredores de la carrera de 4 kilómetros y de la de 10 kilómetros.
El
año pasado critiqué que se hiciese una marcha-carrera de 4 kilómetros y una
carrera de 10 kilómetros y todos saliésemos juntos. Este año la organización lo
ha arreglado haciendo una marcha de 2 kilómetros, que salía como he comentado a
las 9 de la mañana, y posteriormente dos carreras, de 4 y 10 kilómetros, que
salíamos media hora más tarde. Genial la organización en ese aspecto, pero claro,
el problema no se solucionó, ya que mucha gente que se apuntó a la carrera de 4
kilómetros, decidió hacerla andando, y no solo eso, si no que como suele pasar
en esos casos, ellos/as hacen el recorrido andando, pero saliendo en primera
fila. Resultado, pues al igual que el año pasado montan un tapón, te frenan en
tu salida, y los casi dos kilómetros que haces junto a ellos, te los pasas
corriendo a tirones, intentando coger ritmo, y esquivando gente andando, que
por otro lado, para que se van a echar a un lado, si pueden ir por el centro de
la calzada.
La
carrera la empecé junto con mi primo, su intención era hacer la carrera en 50
minutos, o algo menos, y la mía, tomando como referencia los 48:38 del año
pasado, era estar en torno a los 49 minutos, para ello intentaríamos llevar, a ser posible, un ritmo de 5:05 min/km en la subida, para apretar en la bajada.
Salida, muy, muy lenta, de hecho hubo un punto en el que casi me tuve que poner a andar, por lo que ya desde el primer kilómetro empezábamos a ir peor de lo esperado, en el PK 1 el tiempo fue de 5´26”. El segundo kilómetro trajo consigo que los corredores de los 4 kilómetros hiciesen un giro de 360º, por lo que la calzada se aligeró, y ya todos los que quedábamos éramos corredores, a un mayor o menor ritmo, pero más fáciles de adelantar si hacía falta, y por el PK 2 pasamos con un tiempo de 10´42”, haciendo el kilómetro en 5´16”. El tercer kilómetro lo hice un poco a tirones, intentando mantener un ritmo con el que tanto mi primo como yo fuésemos cómodos, lo cual resultaba imposible, si iba a su ritmo las tibias me molestaban, si ponía un ritmo algo más fuerte él se quedaba, y así a tirones llegamos al PK 3, tiempo de paso 16´01”, habíamos hecho ese kilómetro en 5´19”. Tras pasar el kilómetro 3, las piernas me pedían más ritmo, así que volví a acelerar un poco, y ya mi primo me dijo que fuese a mi ritmo, por ir juntos, los dos estábamos yendo incómodos, y era tontería seguir forzando la situación. Por el PK 4 pasé con un tiempo de 21´06”, haciendo ese kilómetro en 5´05”, que era el ritmo que me había planteado de inicio para la subida del Paseo de la Castellana.
Salida, muy, muy lenta, de hecho hubo un punto en el que casi me tuve que poner a andar, por lo que ya desde el primer kilómetro empezábamos a ir peor de lo esperado, en el PK 1 el tiempo fue de 5´26”. El segundo kilómetro trajo consigo que los corredores de los 4 kilómetros hiciesen un giro de 360º, por lo que la calzada se aligeró, y ya todos los que quedábamos éramos corredores, a un mayor o menor ritmo, pero más fáciles de adelantar si hacía falta, y por el PK 2 pasamos con un tiempo de 10´42”, haciendo el kilómetro en 5´16”. El tercer kilómetro lo hice un poco a tirones, intentando mantener un ritmo con el que tanto mi primo como yo fuésemos cómodos, lo cual resultaba imposible, si iba a su ritmo las tibias me molestaban, si ponía un ritmo algo más fuerte él se quedaba, y así a tirones llegamos al PK 3, tiempo de paso 16´01”, habíamos hecho ese kilómetro en 5´19”. Tras pasar el kilómetro 3, las piernas me pedían más ritmo, así que volví a acelerar un poco, y ya mi primo me dijo que fuese a mi ritmo, por ir juntos, los dos estábamos yendo incómodos, y era tontería seguir forzando la situación. Por el PK 4 pasé con un tiempo de 21´06”, haciendo ese kilómetro en 5´05”, que era el ritmo que me había planteado de inicio para la subida del Paseo de la Castellana.
Pasado
el kilómetro 4 ya teníamos a la vista el giro de 360º, llegaba el terreno
fácil, y estaba acabando la subida con un buen ritmo y bastante cómodo, así que
no esperé a hacer el giro de 360º para apretar el ritmo un poco más. El paso
por el PK 5 fue de 25´43”, el ritmo en ese kilómetro fue de 4´37”. Ya había
bajado de 5 min/km, y además me estaba encontrando bastante bien, así que pensé
que era como una sesión de cinco series de un kilómetro, pero sin descanso, y
que sería un buen entrenamiento para poner a prueba la fatiga de las piernas.
Los
siguientes kilómetros, hasta poco antes del kilómetro 9 eran prácticamente
todos de bajada, y salvo en uno de ellos, en los otros tres marqué tiempos por
debajo de los 4´30”. El kilómetro 6 lo hice en 4´27”, el kilómetro 7 en 4´35”,
el kilómetro 8 en 4´29", y el kilómetro 9 en 4´29”. El último kilómetro era de
nuevo de subida, y en ese momento se notó que las sesiones con cuestas del plan
de entrenamientos del Maratón de Madrid, están dando sus frutos, y es que hice
ese último kilómetro en 4´12”.
El
GPS al final me marcó 9,93 km, y un tiempo de 47´54”, aunque el tiempo oficial
de la organización, el que vale, es una segundo más, 47´55”. Como os indiqué
anteriormente, el año pasado en esta misma carrera mi tiempo fue de 48´38”, por
lo que he mejorado 43”, y lo más curioso de todo, es que sin buscarlo, casi
hago mejor marca personal, ya que me quedé a solo 11” del tiempo que hice en el
Derbi de las Aficiones del 2015.
Foto Cristina Belda |
Tras
esto, a las 11:30, empezaron las carreras infantiles, con dos salidas, una para
los más mayores, que no iban acompañados de sus padres, y otra para los más
pequeños, que tenían que ir acompañados de sus padres, donde participó mi
pequeñajo. Una crítica a la organización, las otras dos
carreras infantiles en las que he inscrito al niño, una costó 1 euro y la otra 2
euros, y en ambas les dieron una medalla a los peques, en esta carrera el
precio de la inscripción fue de 8 euros, y sin medalla, creo que es un detalle
que a los pequeños les hace mucha ilusión.