domingo, 22 de febrero de 2015

Séptima semana de entrenamientos, a nueve del maratón de Madrid 2015

Los entrenamientos de esta semana han coincidido con el tercer mes de mi pequeñajo, tres meses, en los que, como es obvio, te cambia la vida, pero para bien. Tenerle con nosotros es una gran responsabilidad, pero sobre todo es una alegría. Dicen que hasta el año no ven con claridad, seguramente sea cierto, tan cierto, como que ya se te queda mirando fijamente, te observa y te sonríe, y esa sonrisa dulce, es la que te da fuerzas en cada momento malo que uno pueda tener. Una vez mi mujer me preguntó en que pienso cuando hago las sesiones de fondo, esas que son tan largas, que ya están por encima de las dos horas, yo le respondí que  en ocasiones voy con la mente en blanco y en otras ocasiones voy pensando en el recorrido a hacer, o pienso en nuevas entradas para el blog, o en la foto que me haré con la medalla de finisher del Maratón de Madrid y mi hijo en brazos, y esa imagen, es a la que recurro cuando más cansado me siento, es la que me hace dar un paso más, y, os cuento un secreto, en alguna ocasión mientras corro, imaginándola, hasta he tenido ganas de llorar de la emoción.

Más de mi pequeñajo… cuando me metí en esta aventura aún le quedaban unos meses para nacer, recuerdo que un amigo me dijo si lo había pensado bien, sí era consciente de que preparar un maratón suponía mucho entrenamiento y a eso tenía que añadir un recién nacido… ¿lo pensé bien?, pues sinceramente no, vi la publicidad del maratón, y sin pensarlo dos veces se lo comenté a mi colega David, y nos apuntamos. Si me pensé muy bien el plan de entrenamiento, no quería perderme mucho tiempo de estar con el pequeñajo por preparar el maratón, así que estuve mirando y mirando planes de entrenamiento, hasta que cogí uno que adapte a mi medida (en la entrada A mis cuarenta y..., que da nombre al blog, podéis leer más sobre esto), pero había una variable en la ecuación que no resolvería hasta que llegase el pequeñajo, y que sin duda preocupa a todos los padres, ya que es un comentario que me hicieron en muchas ocasiones antes de nacer, y que se ha convertido en una pregunta que me hacen mucho una vez ha nacido, y es ¿qué tal duerme el niño?. Si queridos amig@s, los que sois padres lo entenderéis, ya que si duerme bien tu descansas, si duerme mal… pues si duerme mal te jodes y vas con sueño y cansado todos los días. En nuestro caso hemos tenido suerte, el pequeñajo salvo las navidades y alguna noche suelta duerme muy bien, es algo fiestero, por que le pueden dar las doce de la noche despierto, pero a partir de ahí, duerme genial, y eso para la preparación del maratón, desde el punto de vista del descanso, es una maravilla, y se lo agradezco!!

En lo que respecta a los entrenamientos de esta semana:

Día uno, sesión a ritmo de maratón. He repetido el mismo circuito de la semana pasada, solo que en esta ocasión he dado cuatro vueltas al óvalo del parque, y a ello he sumado los alrededor de dos kilómetros de mi casa al parque y viceversa. Para esta segunda sesión a ritmo de maratón tenía que hacer 25 minutos a 6:30 min/km y 20 minutos a 5:30 min/km, yo hice 7,80 km en un tiempo total de 44:07 minutos, dividido en 23:09 minutos a 6:06 min/km y 20:58 minutos a 5:15 min/km.

Día dos, sesión de fartlek. Nueva sesión de series, al igual que la anterior, tres partes. Una primera parte a ritmo tranquilo, una segunda parte de series, y una tercera parte también a ritmo tranquilo, y una vez acabado el entrenamiento unos ejercicios de fortalecimiento. Para esta segunda sesión de series tenía que hacer 5 minutos a 6:30 min/km, 14 minutos alternando series de 1 minuto a ritmo 5:00 min/km, y otro minuto a 7:30 min/km, y por último 5 minutos a 6:30 min/km, e hice lo que marcaba el plan, para un total de 3,86 kilómetros. Mientras yo hacía mis series, mi mujer seguía con su puesta a punto, ya ha conseguido hacer tres kilómetros del tirón, y lo más importante empieza a asimilar que en los retos no hay que fijarse la meta al inicio, sino que hay que ir quemando etapas poco a poco, no se puede llegar al kilómetro cinco, sin pasar por el uno.

Día tres, sesión de fondo. Hoy salí mentalizado, ya había mirado el tiempo en internet y sabía que haría mucho viento, rachas de hasta 14 km/hora, correr con un viento así es muy incómodo y complicado, así que me mentalicé en llevar un ritmo suave, y en dedicar el entrenamiento no solo a tener más fondo, sino también a entrenar la mente para sufrir, porque no nos olvidemos que un Maratón son 42,195 kilómetros, y en esa distancia sufres sí o sí. Según el plan tenía que hacer 2 horas y 30 minutos a un ritmo promedio entre 6:15 min/km y 7:00 min/km, yo he hecho 23,91 kilómetros en 2:32:16 a un ritmo promedio de 6:22 min/km.

Y esta ha sido una nueva semana de entrenamientos, donde debo indicar que me estoy sintiendo cómodo con las sesiones de entresemana, pero en la que de nuevo el viento me ha hecho sufrir en la sesión de fondo. Pero como he dicho anteriormente hasta del sufrimiento hay que sacar cosas buenas, si no se puede ir a un ritmo rápido aflojamos y acomodamos el ritmo a las circunstancias, y ya que son dos horas y media de entrenamiento, aprovechamos para mentalizarnos de que será difícil, que sufriré, pero que aún así, llegaré a la meta, y en la meta, además de mi mujer y mi hijo, me espera una de estas medallas.


Semana 7
Día 1
Día 2
Día 3
Plan Entrenamiento
25 minutos a
6:30 min/km
20 minutos a
5:30 min/km
5 minutos a 6:30 min/km
Insertar 14 minutos
1 min a 5:00 min/km
1 min a 7:30 min/km
5 minutos a 6:30 min/km
2 horas 30 minutos
Ritmo entre 6:15 y 7:00 min/km
Realizado
23:09 minutos a
6:06 min/km
20:58 minutos a
5:15 min/km
Total 44:07 min
7,80 kilómetros
Fortalecimiento en gimnasio y 24 minutos de series según plan
3,86 km
2:32:16 minutos Ritmo 6:22 min/km
23,91 km

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