Lo que es un sueño, a veces se
complica y toma tintes de pesadilla. Esta última semana ha sido muy complicada,
y es que las molestias con las que acabé la semana anterior, se mantuvieron e
incluso se vieron acrecentadas, y en algunos momentos me han dejado muy tocado
moralmente, hasta el punto de llegar a pensar que no merecía la pena tomar la
salida del Maratón en estas condiciones.
Lo primero que hice esta semana
fue descansar, darle descanso a las piernas, aunque parece que eso no hizo
ningún efecto ya que las molestias no se iban. En esas condiciones el martes
salí a probar, y debido a las continuas molestias decidí para y meterme en el
gimnasio a estirar.
El miércoles el fisio me dijo
que las molestias venían del psoas, posiblemente estaba acortado y la carga de
kilómetros hacía que estuviese sobrecargado, así que me tocaba darle
flexibilidad, y como es un músculo que se acorta con el sedentarismo, hacer un
descanso activo, es decir, no dejar de correr, sino hacer rodajes a ritmo suave.
El viernes mi moral tocó fondo,
aunque el jueves pude hacer 10 kilómetros a ritmo tranquilo, las molestias en
el psoas seguían y veía pasar los días y acercarse la salida del Maratón y yo
sin conseguir eliminar las molestias.
El fin de semana fue intenso en cuanto a estiramientos, foam roller y relajación, y he pasado por
momentos extraños, ya que el sábado notaba una gran mejoría, pero en cambio el
domingo me volví a levantar con molestias, por lo que mentalmente es una
situación difícil de manejar, como una montaña rusa, en la que en un momento te
ves arriba, pensando que todo se está solucionando, y en otros momentos estás
abajo, pensando que no hay avances, y que el sueño puede ser al final una
pesadilla.
Hasta ahora solo me había visto
así antes del Medio Maratón de Córdoba, en el 2015, cuando un inoportuno
resfriado me tenía con fiebre a menos de 24 horas para la carrera, en esa
ocasión la fiebre desapareció y pude correr, aunque no en las mejores
condiciones, espero que en esta ocasión no apurar tanto, y encontrarme bien el
día del Maratón.
Y ahora paso a contaros los
entrenamientos de esta semana.
Día
1.5- 24´ calentamiento, más 2 x 6000 a 31´ y 27´45”, más 15´enriamiento.
Salí con muchas dudas debido a
las molestias que sentía, hice el calentamiento a un ritmo muy tranquilo, pero
aún las molestias eran bastante fuertes, así que fui precavido y paré de
correr, me fui al gimnasio, y estuve haciendo ejercicios de estiramientos, y en
casa me pasé el foam roller.
Día
2.5- 70´ a ritmo entre 5´55” y 5´25”, fortalecimiento y dos rectas de 50
metros.
Tras hacer el miércoles la
primera sesión específica de foam roller y estiramientos, el jueves fui al
entrenamiento de Adidas Runners, buscando ver las sensaciones que tenía al
correr. Me metí en el último grupo, el que llevaría un ritmo cercano a los 6
min/km, buscando ir cómodo y recuperar sensaciones, lo cual conseguí a medias. Mientras el terreno era llano, fui bien, pero tras una subida, empecé a notar
molestias y estas me acompañaron el resto del entrenamiento, no eran las
molestias de martes, pero evidentemente no era cómodo correr así.
Al llegar a casa, sesión de
foam roller y estiramientos.
Día
3.5- 90´ritmo progresivo, 60´de 6´a 5´50”, 30´de 5´50” a 5´40”.
Tras las sesiones de estiramientos y foam roller del viernes y
el sábado, encaré el domingo la sesión de fondo a ritmo tranquilo, saliendo de
casa sin tener muy claro si sería capaz de hacerla. La sesión fue bastante
bien, las molestias solo aparecían cuando el terreno se empinaba, pero al
contrario que el jueves, que se mantuvieron, en esta sesión desaparecían cuando
el terreno se allanaba o iba hacia abajo. El problema es que corría con
desconfianza, en cada zancada esperaba que volviesen las molestias, y eso
suponía una mala técnica de carrera, por lo que me notaba más cansado de lo
normal, con las pulsaciones demasiado aceleradas, para el ritmo que llevaba, y
lo peor de todo, es que notaba como iba cargando en exceso la pierna derecha.
En casa, de nuevo sesión de
estiramientos.
Quedan seis días, no voy a
rendirme, voy a seguir mimando al psoas, seis días de estiramientos, de
relajación, de masaje con el foam roller, de descargar los otros músculos, y de
coger confianza. Soy consciente de que me voy a enfrentar al Maratón más duro
de los que he hecho, pero sigo queriendo disfrutar mucho de esta experiencia,
aunque en este tramo final mi psoas haya decidido complicármelo.