Como ya sabéis, el
pasado domingo participé en el Medio Maratón de Madrid, una prueba en la que ya hice el año pasado con el reto de acabarla, pero a la que este año iba con
una mentalización muy diferente. No solo era acabarla, sino también ponerme a
prueba de cara al Maratón de Madrid del próximo 26 de abril, lo cual era un arma de doble filo, si
salía bien, me subiría la moral, pero si salía mal, me podía hundir en la miseria
estando a menos de un mes del verdadero reto.
El
Medio Maratón ha sido un entrenamiento en competición, pero no solo ha sido un entrenamiento
la prueba en sí, sino también toda la semana, en la que he ido entrenando las
comidas (muchos hidratos en la comida, y grasas y proteínas en la cena), la
relajación del día antes (visita al spa y termas del gimnasio de cara a
relajar, cuerpo y mente, así como descargar las piernas en la pileta de agua
fría), el desayuno del día de la carrera, y el desplazamiento de casa a la zona
de ropero y a la zona de salida (aprovechando que ambas pruebas comparten zona
de salida y de meta).
Este
año, a diferencia del pasado, la salida del Medio Maratón no era desde El
Retiro, sino desde otra zona emblemática de la ciudad, la Puerta de Alcalá (y
desde ahí la fila de corredores seguía hacia la Plaza de Cibeles y el Paseo del
Prado), a mi parecer un buen cambio, una localización muy bonita, pero eso sí,
más dura, ya que desde el primer metro ya íbamos subiendo.
La Puerta de Alcalá desde la salida |
Una
vez ya en la zona de salida, era increíble el ambiente que te encontrabas. Según la organización más
de 20.000 personas inscritas, todas muy ilusionadas, la gran mayoría con la
camiseta naranja que nos dieron en la bolsa del corredor, y todas en mayor o menor medida con el mismo reto, recorrer los 21,097
kilómetros, los cuales, tal y como acostumbra a las carreras en Madrid,
conformando un recorrido nada sencillo. Como podéis ver en la altimetría, el
recorrido empezaba con una subida prácticamente constante en sus 9 primeros
kilómetros, y guardaba para el final de la carrera una subida de casi dos
kilómetros donde se pondrían muy a prueba las piernas y el estado físico de los
corredores.
Altimetría Asics Medio Maratón Villa de Madrid 2015 |
Como
he mencionado antes, y como podéis ver en la altimetría, desde el primer metro
el recorrido ya picaba hacía arriba, por lo que mi idea era llegar a la primera
referencia, kilómetro 5, con un tiempo entre 27:30 y 30:00 minutos, con la
esperanza de estar los más cerca del limite inferior, pero la practica hizo que
ya en el kilómetro 2 tuviese que tomar una referencia ¿por qué?, pues porque las sensaciones de las piernas no eran muy buenas, y además era increíble la
cantidad de gente que me estaba pasando, así que pensé que iba mal de ritmo,
posiblemente demasiado lento, pero al mirar el crono me sorprendí, ya que
estaba en 11:39 minutos, es decir un ritmo de 5:50 min/km, lo cual estaba
dentro de mis planes, así que no es que yo fuese demasiado lento, es que la
mayoría de la gente había empezado demasiado rápido, sobre todo teniendo en
cuenta que salí en el grupo que iba detrás del globo de las dos horas.
Pasado
el kilómetro 2, el recorrido daba un poco de tregua, con una bajadita, y a eso
se unió que coincidí con la Brigada Paracaidista, que con sus canciones nos
iban animando a todos, y ayudó a que afrontásemos los siguientes 5,5 kilómetros
de subida con otro ánimo. Y así alcanzamos el kilómetro 5, punto del primer
avituallamiento, y toma de referencia, 27:56 minutos, cerca del límite inferior
que me había marcado, así que el ritmo era bueno, y además como había dejado atrás las malas sensaciones, la subida me estaba resultando, en cierta medida, bastante cómoda.
Llegamos
a Plaza Castilla, con las Torres Kio como espectadoras de lujo, y con ello el
final de la subida, a partir de ahí el recorrido pasaba a ser de continuos
toboganes y bastante asequible hasta que llegásemos al kilómetro 18. Pasadas
las Torres Kio, llega el kilómetro 10, segundo punto de avituallamiento, ya no
solo líquido, también llegaba el momento de tomar el primer gel.
En esto también se notan los entrenamientos, ya que cada vez me veo más ágil a
la hora de tomar el gel, correr y beber agua. Además en ese punto tocaba de nuevo
tomar referencias, y en base y a las sensaciones plantear el resto de
kilómetros. Mi idea en ese punto era estar entre los 55:00 y los 56:18 minutos,
que fue el tiempo del año pasado, y para mi sorpresa estaba por debajo de los
limites, 54:26 minutos, casi dos minutos mejor que el año pasado, y lo que es
mejor, seguía con muy buenas sensaciones.
Los
siguientes cinco kilómetros eran bastante más asequibles, casi todo eran
subidas y bajadas, pero las bajadas eran más largas e intensas que las subidas,
aunque, no nos engañemos, bajando también hay que correr, y con más cabeza si
cabe, para no correr el riesgo de lesionarnos. En el kilómetro 15 tercer punto
de avituallamiento, y hora de tomarse el segundo gel, en teoría también momento
de mirar referencias, pero entre que en el avituallamiento me coloqué mal, que
tuve que meterme al mogollón para coger la botella, y luego “luchar” para
salirme y poder tomar el gel y el agua más tranquilo, se me pasó mirar el
crono, y sinceramente, no lo eche en falta.
Por
el kilómetro 16 volvíamos a estar en las inmediaciones de El Retiro, un punto
clave, ya que pasas a escasos metros de la meta, y eso el año pasado
mentalmente me supuso un tremendo bajón.
Este año fue diferente, en ese punto se encontraba mi mujer con el pequeñajo, y
aunque a éste no le pude ver bien, si vi a mi mujer, y eso me inyectó un plus
de energía, que junto a la bajada que había entre los kilómetros 16 al 18, hizo
que esos kilómetros fuese en volandas.
En
el kilómetro 17 volví a tomar referencias 1:30:33, ya solo quedaban 4,097 kilómetros,
pero más de la mitad de ellos eran bastante duros, una importante subida desde
Atocha hasta la entrada de El Retiro… y en ese momento mi mente calculó, el
tiempo del 2014 (1:56:46), lo iba a mejorar con total seguridad, pero ¿en
cuanto lo mejoraría?, físicamente me encontraba bastante bien, así que era
momento de dejarse llevar por las buenas sensaciones, y acelerar el ritmo, y
como hace poco dijo un amigo de Google +, "no corremos por ganar a los demás
corredores, pero a nadie le amarga un dulce", y sinceramente, hacer los últimos
kilómetros a un ritmo de menos de 5 min/km, y pasar y pasar a otros corredores,
teniendo así mi momento de “venganza” por todos los que me habían pasado en los
dos primeros kilómetros, fue muy agradable, y sobre todo, significaba que
estaba haciendo un Medio Maratón y tenía fondo de sobra para casi esprintar
donde el año pasado sufrí un gran bajón.
Y
entramos en El Retiro, momento en el que ya se vislumbraba la meta, y en el que
normalmente me suelo dedicar a disfrutar, pero en esta ocasión no fue así,
estaba en tiempo y en ritmo para bajar de la hora cincuenta minutos, algo que
ni en mis mejores sueños tenía en mente, y continúe aumentando el ritmo todo lo que pude, pero al final no lo
conseguí, según mi crono por cuatro segundos, según el crono de la organización, número redondo, 1:50:00. A partir de ahí las lagrimas vinieron a mis ojos, son
muchas las metas que he cruzado ya, es la segunda meta que cruzo de un Medio
Maratón, pero aún así, sigo sin poder (ni quiero), evitar emocionarme cada vez
que cruzo una nueva meta, y no solo eso, sigo poniéndome nervioso cada vez que
tomo la salida de una carrera, y creo que por ello disfruto tanto de esta
afición, porque cada día, cada carrera, es como si fuese la primera.
Con el pequeñajo y la medalla por ser finisher |
En
resumen, realicé un tiempo de 1:50:00 (me quedo con el de la organización), en
una carrera que dudé mucho en hacer ya que estaba en pleno plan de
entrenamientos y a poco menos de un mes del Maratón. Había leído mucho sobre el
tema, unas veces los comentarios eran a favor y otras en contra de hacerla, al
final, como siempre digo, me deje guiar por mis sensaciones, y mis sensaciones
eran que el año pasado disfruté mucho haciéndola y que podía ser un buen
entrenamiento. Por suerte, no me confundí, hacer un Medio Maratón sin sufrir, y
terminar esprintando, hace que hoy esté mucho más motivado de cara al Maratón, y por eso nos fuimos a celebrarlo por el centro de Madrid.
Tomando un aperitivo por Madrid |