Como
ya comenté en la entrada del domingo, este último fin de semana nos fuimos de
viaje y tuve que entrenar en una localidad bastante más pequeña que la mía, por
lo que me las tuve que apañar como pude para sacar un recorrido largo y no
tener que dedicarme a dar vueltas al pueblo, lo cual siempre es muy aburrido.
Y, ¿a que fue a lo que recurrí?, pues simplemente a hacer unos cuantos
kilómetros por carreteras comarcales, en las que el tráfico es menor, pero en
las que también lo es el ancho de la calzada, y por supuesto, arcén, lo
justito o nada.
Cuando salgo a correr hay
una serie de auto-normas que siempre me impongo, y además
de eso, hay otras normas que cumplo las veces que salgo a correr por este tipo
de carreteras, lo cual, por suerte, no es muy habitual.
Siempre
que salgo a correr procuro salir con el recorrido y el tiempo que voy a estar
fuera planeado, y se lo hago saber a mi mujer. Además de eso, siempre llevo una
fotocopia del DNI, salgo con el móvil al 100% de batería, y llevo en contactos como 1.- el número de móvil
de mi mujer.
Aunque
en mi localidad no salgo a correr a carretera, siempre hay cruces de calles y
zonas por las que pasan coches, por lo que siempre intento llevar elementos
reflectantes y ropa muy visible, sobre todo los días que salgo a correr de
noche. Si lo hago de día y con buena visibilidad esto es menos importante, pero
en días nublados o de noche es muy importante que los coches puedan vernos
bien, y sobre todo, que asumamos que ellos por cualquier circunstancia pueden
no vernos, y en los pasos de cebra, a pesar de tener la prioridad, debemos
tener cuidado y actuar como si no fuese así. Esto, llevar elementos
reflectantes y ropa de colores vivos, si salimos a correr a la carretera es
muy, muy importante.
Si
sales a la carretera lo primero es circular por la izquierda. Desde pequeño he
escuchado la frase “peatón, en carretera circula por la izquierda”, y ahora, saliendo a correr a la carretera la he puesto en práctica. A parte de que sea
una norma que todos sabemos, de esta manera, al ir en sentido contrario al
tráfico vemos siempre los coches que se acercan, y de esta forma podemos estar
preparados.
Hay
lugares en la carretera en los que debemos de tener una mayor atención como son
las cuestas, los cambios de rasante y las curvas. La visión de los conductores
en estas zonas se ve reducida o puede verse afectada por cambios de luz o el
resplandor del sol, por lo que en esas zonas nuestra atención debe ser aún
mayor. Lo mismo pasa en zonas en las que haya cruces, entradas a gasolineras,
estacionamientos o restaurantes, ya que son lugares en los que puede haber más
tráfico y en distintos sentidos.
Y
como de mantener la atención en la carretera se trata, evita en todo momento
los auriculares, son muchos los amantes del running que corren con los
auriculares puestos, y esto es un impedimento para escuchar a los vehículos que
se te aproximan. Si no puedes correr sin música, por lo menos hazlo con el volumen lo más
bajo posible.
Salir
a correr a la carretera debe ser sinónimo de ritmo tranquilo, la carretera
no es el mejor lugar para entrenar ritmos altos, cuanto mayor es tu velocidad,
menos estabilidad tienes, y más propicio eres para realizar una mala pisada y
caerte, y sin duda, la carretera no es el mejor lugar para tener ese tipo de
percances.
Si
eres de los que salen a correr a primeras horas de la mañana, aparte de lo ya
mencionado anteriormente de la visibilidad, debes tener mucho más cuidado que
en otras horas del día, ya que en esas horas se pueden dar dos tipos de
conductores bastante peligrosos, los madrugadores y los noctámbulos, ambos
pueden ser conductores propicios a los despistes, y además en los noctámbulos
puede existir el añadido del consumo de alcohol, drogas y cansancio, todo un cocktail explosivo.
Y
un último consejo, no está de más que en los cambios de dirección ya sea en la
calle o en la carretera, utilicemos
señales con la mano para indicar en qué dirección vamos a girar.
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