martes, 31 de marzo de 2015

XV Edición Asics Medio Maratón Villa de Madrid

Como ya sabéis, el pasado domingo participé en el Medio Maratón de Madrid, una prueba en la que ya hice el año pasado con el reto de acabarla, pero a la que este año iba con una mentalización muy diferente. No solo era acabarla, sino también ponerme a prueba de cara al Maratón de Madrid del próximo 26 de abril, lo cual era un arma de doble filo, si salía bien, me subiría la moral, pero si salía mal, me podía hundir en la miseria estando a menos de un mes del verdadero reto.

El Medio Maratón ha sido un entrenamiento en competición, pero no solo ha sido un entrenamiento la prueba en sí, sino también toda la semana, en la que he ido entrenando las comidas (muchos hidratos en la comida, y grasas y proteínas en la cena), la relajación del día antes (visita al spa y termas del gimnasio de cara a relajar, cuerpo y mente, así como descargar las piernas en la pileta de agua fría), el desayuno del día de la carrera, y el desplazamiento de casa a la zona de ropero y a la zona de salida (aprovechando que ambas pruebas comparten zona de salida y de meta).

Este año, a diferencia del pasado, la salida del Medio Maratón no era desde El Retiro, sino desde otra zona emblemática de la ciudad, la Puerta de Alcalá (y desde ahí la fila de corredores seguía hacia la Plaza de Cibeles y el Paseo del Prado), a mi parecer un buen cambio, una localización muy bonita, pero eso sí, más dura, ya que desde el primer metro ya íbamos subiendo.

La Puerta de Alcalá desde la salida
Una vez ya en la zona de salida, era increíble el ambiente que te encontrabas. Según la organización más de 20.000 personas inscritas, todas muy ilusionadas, la gran mayoría con la camiseta naranja que nos dieron en la bolsa del corredor, y todas en mayor o menor medida con el mismo reto, recorrer los 21,097 kilómetros, los cuales, tal y como acostumbra a las carreras en Madrid, conformando un recorrido nada sencillo. Como podéis ver en la altimetría, el recorrido empezaba con una subida prácticamente constante en sus 9 primeros kilómetros, y guardaba para el final de la carrera una subida de casi dos kilómetros donde se pondrían muy a prueba las piernas y el estado físico de los corredores.
Altimetría Asics Medio Maratón Villa de Madrid 2015
La carrera, al igual que hice el año pasado, en mi mente la desglosé en dos partes, una primera parte hasta el kilómetro 10, pasado Plaza de Castilla, en la que se encontraba la parte más dura, y donde debería llevar un ritmo más controlado, más pausado. Y una segunda parte que abarcaba el resto de la carrera (11,097 km), y en la que intentaría aumentar el ritmo. Aparte de esto, al correr con crono, en el caso de las carreras de 10 kilómetros, que obviamente son más cortas y más intensas, siempre tomo referencias en cada kilómetro, pero para el Medio Maratón las referencias las tomaría en los kilómetros 5, 10 y 15, y a partir de ahí, serían las sensaciones las que más marcasen el ritmo, pero bueno, esa es la teoría, luego está la carrera…


Como he mencionado antes, y como podéis ver en la altimetría, desde el primer metro el recorrido ya picaba hacía arriba, por lo que mi idea era llegar a la primera referencia, kilómetro 5, con un tiempo entre 27:30 y 30:00 minutos, con la esperanza de estar los más cerca del limite inferior, pero la practica hizo que ya en el kilómetro 2 tuviese que tomar una referencia ¿por qué?, pues porque las sensaciones de las piernas no eran muy buenas, y además era increíble la cantidad de gente que me estaba pasando, así que pensé que iba mal de ritmo, posiblemente demasiado lento, pero al mirar el crono me sorprendí, ya que estaba en 11:39 minutos, es decir un ritmo de 5:50 min/km, lo cual estaba dentro de mis planes, así que no es que yo fuese demasiado lento, es que la mayoría de la gente había empezado demasiado rápido, sobre todo teniendo en cuenta que salí en el grupo que iba detrás del globo de las dos horas.

Pasado el kilómetro 2, el recorrido daba un poco de tregua, con una bajadita, y a eso se unió que coincidí con la Brigada Paracaidista, que con sus canciones nos iban animando a todos, y ayudó a que afrontásemos los siguientes 5,5 kilómetros de subida con otro ánimo. Y así alcanzamos el kilómetro 5, punto del primer avituallamiento, y toma de referencia, 27:56 minutos, cerca del límite inferior que me había marcado, así que el ritmo era bueno, y además como había dejado atrás las malas sensaciones, la subida me estaba resultando, en cierta medida, bastante cómoda.

Llegamos a Plaza Castilla, con las Torres Kio como espectadoras de lujo, y con ello el final de la subida, a partir de ahí el recorrido pasaba a ser de continuos toboganes y bastante asequible hasta que llegásemos al kilómetro 18. Pasadas las Torres Kio, llega el kilómetro 10, segundo punto de avituallamiento, ya no solo líquido, también llegaba el momento de tomar el primer gel. En esto también se notan los entrenamientos, ya que cada vez me veo más ágil a la hora de tomar el gel, correr y beber agua. Además en ese punto tocaba de nuevo tomar referencias, y en base y a las sensaciones plantear el resto de kilómetros. Mi idea en ese punto era estar entre los 55:00 y los 56:18 minutos, que fue el tiempo del año pasado, y para mi sorpresa estaba por debajo de los limites, 54:26 minutos, casi dos minutos mejor que el año pasado, y lo que es mejor, seguía con muy buenas sensaciones.

Los siguientes cinco kilómetros eran bastante más asequibles, casi todo eran subidas y bajadas, pero las bajadas eran más largas e intensas que las subidas, aunque, no nos engañemos, bajando también hay que correr, y con más cabeza si cabe, para no correr el riesgo de lesionarnos. En el kilómetro 15 tercer punto de avituallamiento, y hora de tomarse el segundo gel, en teoría también momento de mirar referencias, pero entre que en el avituallamiento me coloqué mal, que tuve que meterme al mogollón para coger la botella, y luego “luchar” para salirme y poder tomar el gel y el agua más tranquilo, se me pasó mirar el crono, y sinceramente, no lo eche en falta.

Por el kilómetro 16 volvíamos a estar en las inmediaciones de El Retiro, un punto clave, ya que pasas a escasos metros de la meta, y eso el año pasado mentalmente  me supuso un tremendo bajón. Este año fue diferente, en ese punto se encontraba mi mujer con el pequeñajo, y aunque a éste no le pude ver bien, si vi a mi mujer, y eso me inyectó un plus de energía, que junto a la bajada que había entre los kilómetros 16 al 18, hizo que esos kilómetros fuese en volandas.

En el kilómetro 17 volví a tomar referencias 1:30:33, ya solo quedaban 4,097 kilómetros, pero más de la mitad de ellos eran bastante duros, una importante subida desde Atocha hasta la entrada de El Retiro… y en ese momento mi mente calculó, el tiempo del 2014 (1:56:46), lo iba a mejorar con total seguridad, pero ¿en cuanto lo mejoraría?, físicamente me encontraba bastante bien, así que era momento de dejarse llevar por las buenas sensaciones, y acelerar el ritmo, y como hace poco dijo un amigo de Google +, "no corremos por ganar a los demás corredores, pero a nadie le amarga un dulce", y sinceramente, hacer los últimos kilómetros a un ritmo de menos de 5 min/km, y pasar y pasar a otros corredores, teniendo así mi momento de “venganza” por todos los que me habían pasado en los dos primeros kilómetros, fue muy agradable, y sobre todo, significaba que estaba haciendo un Medio Maratón y tenía fondo de sobra para casi esprintar donde el año pasado sufrí un gran bajón.

Y entramos en El Retiro, momento en el que ya se vislumbraba la meta, y en el que normalmente me suelo dedicar a disfrutar, pero en esta ocasión no fue así, estaba en tiempo y en ritmo para bajar de la hora cincuenta minutos, algo que ni en mis mejores sueños tenía en mente, y continúe aumentando el  ritmo todo lo que pude, pero al final no lo conseguí, según mi crono por cuatro segundos, según el crono de la organización, número redondo, 1:50:00. A partir de ahí las lagrimas vinieron a mis ojos, son muchas las metas que he cruzado ya, es la segunda meta que cruzo de un Medio Maratón, pero aún así, sigo sin poder (ni quiero), evitar emocionarme cada vez que cruzo una nueva meta, y no solo eso, sigo poniéndome nervioso cada vez que tomo la salida de una carrera, y creo que por ello disfruto tanto de esta afición, porque cada día, cada carrera, es como si fuese la primera.

Con el pequeñajo y la medalla por ser finisher
Respecto a la organización pocos o ningún pero se le puede poner, seguro que si nos ponemos muy meticulosos alguna objeción se le puede poner, aunque yo no le encuentro ninguna, y es que debemos tener en cuenta que ya se trata de una prueba a nivel internacional, no es una carrera popular al uso, por lo que casi toda la organización está hecha al mínimo detalle. Tan al detalle, que fue muy emotivo y emocionante el minuto de silencio que guardamos por las víctimas del accidente de avión de los Alpes.

En resumen, realicé un tiempo de 1:50:00 (me quedo con el de la organización), en una carrera que dudé mucho en hacer ya que estaba en pleno plan de entrenamientos y a poco menos de un mes del Maratón. Había leído mucho sobre el tema, unas veces los comentarios eran a favor y otras en contra de hacerla, al final, como siempre digo, me deje guiar por mis sensaciones, y mis sensaciones eran que el año pasado disfruté mucho haciéndola y que podía ser un buen entrenamiento. Por suerte, no me confundí, hacer un Medio Maratón sin sufrir, y terminar esprintando, hace que hoy esté mucho más motivado de cara al Maratón, y por eso nos fuimos a celebrarlo por el centro de Madrid.

Tomando un aperitivo por Madrid

4 comentarios:

  1. ¡Buena entrada, y suerte con la Maratón de dentro de poco!

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    1. Muchas gracias, y espero que aunque en esa sufra, termine tan contento como el domingo!!

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  2. Buena carrera, ya que si has podido terminar aumentando el ritmo es buena señal.Suerte!!

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    1. Muchas gracias!!, la verdad que eso es lo que más me alegro, que terminando y en una zona dura fui capaz de aumentar el ritmo. Está claro que el Maratón es el doble, pero el Medio Maratón me ha dado mucha moral!!

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